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Restos de la torre de Sant Vicenç de Alins de Vallferrera

Identificador
25017_02_001
Tipo
Formato
Fecha
Cobertura
42.548829, 1.317121
Idioma
Autor
Azucena Povill Espinós
Colaboradores
Sin información
Edificio (Relación)

Sant Vicenç de Alins de Vallferrera

Localidad
Alins de Vallferrera
Municipio
Alins de Vallferrera
Provincia
Lleida
Comunidad
Cataluña
País
España
Ubicación

Sant Vicenç de Alins

Descripción

ALINS DE VALLFERRERA

El municipio de Alins, que, desde 1927, abarca todas las aldeas de los valles de Ferrera y Tor, se halla en la zona axial pirenaica, en el extremo nororiental de la comarca del Pallars Sobirà, lindando con Francia y Andorra. El término municipal, que comprende los valles de los ríos Noguera de Vallferrera y Noguera de Tor, es un territorio muy accidentado, en medio del cual, se levanta la sierra del Monteixo. Desde Sort, por la carretera N-260 se llega a Llavorsí, donde hay que tomar la L-504 que, tras pasar el puente. A unos 4 km, en una rotonda, se coge la primera salida y, recorridos 12 km, se llega a Alins de Vallferrera, que se halla en un pequeño valle, rodeada de prados bajo altos montes. Alins ha sido, desde antiguo, el principal centro de ocupación de la Vall Ferrera, y, aunque su economía ha tenido siempre un marcado carácter agrario, sobre todo, ganadero, la actividad que ha marcado la personalidad del valle, hasta el punto de darle nombre, ha sido la explotación del hierro, especialmente a partir del siglo xvi.

Las primeras noticias del lugar datan del siglo ix, y proceden de los preceptos carolingios concedidos, sucesivamente, por Carlomagno, Luis el Piadoso y Carlos el Calvo a favor de los obispos de Urgell, en los que se incluía la Vall Ferrera dentro del pagus de Tírvia. Helinsi figuraba en la falsa acta de consagración de la catedral de La Seu d’Urgell. En el siglo xi, el conde del Pallars Ramon iii infeudó la Vall Ferrera a Isarn de Vallferrera, quién llegó ejercer de vizconde durante un breve período, de 1032 a 1035. A él le sucedieron su hijo, Guitard Isarn, y sus nietos, Ficapal y Tedball Guitard. Hacia 1113, la Vall Ferrera pasó definitivamente al dominio del conde Artau II del Pallars Sobirá, quién, a pesar de su parentesco con los Vallferrera, lo infeudó a Pere de Vilamur. Siete años más tarde, Tedball Guitard, hizo testamento en presencia del obispo Ot de Urgell, primo hermano suyo, en el que legó todo lo que tenía en alodio en la Vall Ferrera a Santa Maria de La Seu d’Urgell a condición de que lo tuviera en feudo su hijo, Tedball, con la obligación de prestar homenaje al obispo y de defender las posesiones de la iglesia en el Pallars. No obstante, en 1165, el obispo Bernat Roger y los canónigos de la Seu hicieron un pacto de conveniencia con Guillem de Galliner sobre la potestad y los servicios de los castillos y de los habitantes de Vall Ferrera pertenecientes a la iglesia urgelitana. Los Galliner detentaron el poder durante casi un siglo. El arcediano Arnau de Galliner adquirió la Vall Ferrera en 1227, y la legó en su testamento de 1231 a la catedral de Urgell.

Iglesia de Sant Vicenç de Alins de Vallferrera

La iglesia parroquial de Sant Vicenç se halla en el centro de la localidad de Alins de Vallferrera, a escasos 100 m de la entrada, junto a la carretera.

 

La primera referencia al templo se remonta a 1055, en la permuta efectuada entre los canónigos de Santa Maria de La Seu d’Urgell y el obispo Guillem de la cuarta parte de la décima de la ribera de Sió por la iglesia de Sant Vicenç de Elins, junto con las décimas, primicias, oblaciones y todas sus pertenencias. Desgraciadamente, no se tienen más noticias hasta casi dos siglos después, en 1314, cuando es documentada por los delegados del arzobispo de Tarragona en su visita al decanato de Cardós. Son numerosos los testimonios conservados que hacen referencia a la iglesia, no obstante, el más notable es, sin duda, la visita pastoral de 1758, en la que se describe un templo, seguramente el románico, de siete altares, y se hace especial énfasis en el mal estado en que se hallaban sus muros que estaban “muy derrotados y amenazan ruina”. En ésta, se afirma que no tenía iglesias sufragáneas, pero sí dos capillas públicas, Sant Quiri y Sant Martí, y cuatro capillas particulares. Es probable que poco después de esta visita, aún en el siglo xviii, la construcción fuera derribada y sustituida por la actual.

 

De la primitiva construcción románica tan sólo se ha conservado la base de la torre campanario, adosada al muro meridional del actual edificio barroco. Se trata de una torre de planta rectangular, de 4 m de largo y 3 m de ancho, en la que se abre una pequeña ventana de un solo derrame y perfil rectilíneo en el lado oeste. El aparejo, especialmente visible en la base del ángulo sureste, está compuesto por sillarejo con alternancia de piedras y losas de distintos tamaños y se halla parcialmente cubierto por el revoque. Lo más destacable de la construcción es la decoración de arquillos ciegos que recorre el perímetro de sus tres caras visibles, entre las lesenas de las esquinas. Mientras que en las caras laterales los frisos están compuestos por tres arcos, en el flanco meridional, de mayor anchura, presentan cuatro arcos. Además, en aquéllas se conservan los restos de sendos frisos de dientes de sierra, dispuestos por encima de las arquerías. Se ha datado la edificación de esta torre en el siglo xi. La importancia del conjunto radica en su singularidad en el contexto de la Vallferrera, ya que es el único testimonio conservado de torre campanario de esta cronología en dicha zona, y una de las pocas construcciones que presenta este tipo de decoración, junto con la cercana capilla de Sant Quiri y la de la vecina Sant Serní de Norís.

 

Texto y foto: Azucena Povill Espinòs - Plano: Glòria Esteve Dolade

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