Identificador
33819_01_008
Tipo
Formato
Fecha
Cobertura
Sin información
Idioma
Autor
Martín Sevilla Rodríguez
Colaboradores
Sin información
Edificio Procedencia (Fuente)
País
España
Edificio (Relación)
Localidad
Carceda
Municipio
Cangas del Narcea
Provincia
Asturias
Comunidad
Principado de Asturias
País
España
Descripción
LA INFORMACIÓN MÁS AMPLIA acerca de esta iglesia nos la brinda también el Registro de Corias ya que Sancta Maria de Carozeda fue incluida en la dotación fundacional del monasterio en el año 1044. Su estructura constructiva responde al modelo tipológico de la zona canguesa de Sierra, caracterizado por la nave rectangular única con cubierta de madera y el ábside semicircular, cerrado por una bóveda de horno, precedido por un tramo recto con cubierta de cañón apuntado. Entre ambos espacios, el arco triunfal adopta forma de ojiva con dos roscas, al igual que ocurre en las vecinas iglesias de Jarceley y de Tebongo. Este acercamiento a las pautas estéticas de la decimotercera centuria puede ser debido a la influencia del monasterio de Santa María de Obona, situado en el colindante concejo de Tineo, que también pudo influir en el carácter desornamentado de esta obra y de otras del entorno que se construyeron en una fase tardía dentro de la decimotercera centuria. No existen ni capiteles esculpidos, ni canecillos. Los conservados bajo la cornisa del ábside son de forma cúbica y carecen de talla. El templo guarda en su interior una serie de imágenes interesantes que están más cercanas a los presupuestos del gótico que del románico. Entre ellas destaca una imagen de María Theotocos entronizada con el Niño en su regazo. En la figura de la Virgen apreciamos un esmero en el tratamiento del movimiento de paños, inexistente en las imágenes románicas del XII, así como una evolución en la figura del Niño Jesús, unida a un afán por alcanzar las nuevas pautas naturalistas del siglo XIII. Así mismo, en el templo existen otras figuras que, a pesar de su carácter arcaizante, evidencian la influencia del lenguaje gótico, apreciable sobre todo en el tratamiento de los paños. Destaca la imagen de San Andrés, que sujeta la cruz en aspa en la que sufrió martirio, junto a otras más evolucionadas estilísticamente que sobrepasan el marco cronológico y estilístico de este estudio y representan a Santa Catalina y San Francisco, entre otros santos. Por último, es interesante mencionar los restos de pintura mural que quedan en el interior del ábside y que se pueden datar en torno al siglo XV. El conjunto iconográfico está presidido por la Trinidad con el Tetramorfos, que debió de rodearse de escenas de la vida de Cristo, de las que aún se puede apreciar la Epifanía. Están ejecutadas con un estilo de dibujo muy sencillo, siguiendo la técnica del falso fresco y con un predominio de la línea y los colores planos.