Identificador
              47816_02_009
          Tipo
          
      Formato
              
          Fecha
              Cobertura
              41º 51' 21.69'' , -4º 58' 8.83''
          Idioma
              
          Autor
          José Luis Alonso Ortega
              Colaboradores
          Sin información
              Edificio Procedencia (Fuente)
              País
              España
          Edificio (Relación)
              Localidad
              Valdenebro de los Valles
          Municipio
              Valdenebro de los Valles
          Provincia
          Valladolid
              Comunidad
              Castilla y León
          País
              España
          Claves
          
      Descripción
              DE LOS DOS TEMPLOS VALDENEBRO en la Edad Media, uno "intramuros" (San Vicente) y otro "extramuros" (Santa María de Troya), apenas si quedan escasos restos, meramente anecdóticos y enormemente mutilados, que nos permitan hacernos una idea de lo que pudo ser su original configuración y categoría artística. El primitivo templo de San Vicente fue sustituido en la primera mitad del siglo XVI por el actual de una sola nave, cuatro tramos abovedados con crucería, una sacristía en el lado de la epístola y una torre a los pies, ejecutado bajo los auspicios de los poderosos Enríquez, cuyo escudo preside el presbiterio. La nueva fábrica reutiliza parte de la tardorrománica, fundamentalmente algunos lienzos de los muros del presbiterio (donde aún son visibles los simples canes de nacela y proa de nave) y la antigua nave, con sus dos portadas, la meridional muy simple, de arco apuntado doblado. La puerta septentrional se abre entre dos contrafuertes prismáticos, en cuerpo resaltado del muro, con tejaroz rematado en talud, sin modillones. Presenta jambas con tres columnas acodilladas con por lado, sobre las que apea triple arquivolta apuntada, con baquetones y chambrana lisa, que parten de un alto zócalo o basamento abocinado, no original. Los capiteles presentan los cimacios lisos mientras que en las cestas, también lisas y muy destruidas, apenas si llegamos a vislumbrar una decoración un tanto tosca inspirada en sencillas formas vegetales (hojas cóncavas cobijando bolas). La mayor parte carecen de ornamentación al igual que el conjunto de los cimacios. Las basas se han perdido casi por completo, mientras que la mayor parte de los fustes son nuevos. Por sus características Felipe Heras consideró que esta sencilla portada pudiera pertenecer al siglo XIII avanzado.
           
        
    