Identificador
              19265_04_001n
          Tipo
          
      Formato
              
          Fecha
              Cobertura
              41º 2' 53.14'' , - 1º 56' 28.21''
          Idioma
              
          Autor
          Jaime Nuño González
              Colaboradores
          Sin información
              Edificio Procedencia (Fuente)
              País
              España
          Edificio (Relación)
              Localidad
              Labros
          Municipio
              Tartanedo
          Provincia
          Guadalajara
              Comunidad
              Castilla-La Mancha
          País
              España
          Descripción
              LA IGLESIA DE SANTIAGO APÓSTOL se alza en la parte  oriental más alta del caserío, del que fue iglesia  parroquial: sólo subsisten los muros, la torre renacentista  y la portada románica, de la que nos ocuparemos.  En una reciente restauración se han consolidado la torre y  los paramentos y se ha limpiado la portada; todavía restan  las escaleras de acceso. Se cree que la advocación a Santiago  Apóstol viene dada por la cercanía a los caminos que,  desde el reino de Valencia, llevaban a Burgos, desde donde  se tomaba el camino jacobeo con destino a Compostela.  La portada está ubicada en el muro del mediodía, y en  origen estaría cobijada por un tejaroz con modillones que  lo sustentaban; los que aún quedan en la portada del evangelio  nos pueden dar una idea de su factura: simples y sin  decoración alguna. El ingreso se articula con sillares de  escuadra bien labrada y tres arquivoltas de medio punto,  las dos exteriores de arista viva y la central con alternancia  de bocel y nacela. Voltean sobre seis columnas de fuste  fino y basas de altos plintos. Cubre las arquivoltas la chambrana  con decoración de billetes en la parte central del  arco y hojas entrelazadas en los riñones. Separando las  arquivoltas de las cestas de sus capiteles recorre la portada  una línea de ábaco y cimacio decorada con trenzados de  un hilo grueso o varios finos. Lo más destacable de la portada son los capiteles de  las columnas; originalmente eran cuatro, de los que tres  eran figurados, pero en 2001 sufrió el robo de uno de ellos.  Se trataba del más oriental, en él se representaba a una serpiente  y un monstruo antropomorfo que flagelaban a un  hombre con un alto gorro y una poblada barba: quizás la  eterna lucha entre el bien y el mal. Con el capitel se han  llevado su cimacio, la cenefa superior y la columna, dejando  solo el pedestal. A su lado se encuentra una figuración  del bestiario medieval: las sirenas-pájaro de rostro humano,  más que sonriente, desafiante, incitándonos a dejarnos  llevar por su canto maligno. Flanqueando a las dos sirenas  se representan dos arpías de menor tamaño, que se adaptan  al marco arquitectónico en el que se encuentran. La pareja de capiteles del lado izquierdo se opone a su  coetánea por representar ambos temas de la victoria del  bien sobre el mal. El más occidental representa a un hombre  de larga túnica con sencillos pliegues subido a lomos  de una bestia y se agarra a sus fauces. Se trata del tema  veterotestamentario de Sansón desquijarando al león, que  aparece en el libro de los Jueces (14, 5-6). Este tema fue  muy popular en el mundo románico, sobre todo en las  zonas que hoy ocupan Soria y Palencia, en iglesias como  Rebolledo de la Torre, si bien en esta representación todo  tiene un aire más sencillo por tratarse de un ámbito rural.  Sansón está subido a horcajadas sobre el león y toma las  fauces de la bestia con arrojo, sabiéndose poseedor de la  gracia divina. Ejemplo de su factura es el tocado por el que  se sustituye la larga melena de Sansón. En la cara más  interna de la cesta se representa una sirena-ave, personaje  del bestiario que reforzaría el sentido maligno del león. El capitel anejo a éste es un ejemplo de virtuosismo y  minuciosidad en un tema aparentemente tan simple como  es la cestería. En este capitel, los hilos de la cesta se hacen  finos y triples; es un motivo que procede de los códices  medievales, más concretamente del diseño de las letras  capitales. Se trata de un motivo oriental que vemos en  otros restos de la provincia, como en los capiteles de la  iglesia del castillo en Zorita de los Canes, en el ábside de  Campisábalos o en la portada de la iglesia de Hijes. En esta  portada hay un mensaje moralizante y doctrinal que nos  expresa el triunfo del bien sobre el mal. Es un diseño sencillo  que nos recuerda a testimonios cercanos como Santa  Catalina de Hinojosa, o más alejados como el monasterio  de Silos: un ejemplo de su difusión por todo el mundo  medieval.