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Bóveda desde la cabecera hacia los pies

Identificador
26100_01_016n
Tipo
Formato
Fecha
Cobertura
42º 7' 12.91'' , -2º 9' 53.24''
Idioma
Autor
Minerva Sáenz Rodríguez
Colaboradores
Sin información
Edificio Procedencia (Fuente)

 

País
España
Edificio (Relación)

Iglesia de San Juan

Localidad
Ambas Aguas
Municipio
Muro de Aguas
Provincia
La Rioja
Comunidad
La Rioja
País
España
Descripción
ESTA ALDEA DESTACA POR SUS minas de pirita, aguas arriba del arroyo de la Orrañada, explotadas desde la Antigüedad. El casco urbano se ubica en la ladera de un barranco y, debido a la despoblación, todavía conserva sus calles empedradas y sus casas de mampostería. La parroquia se encuentra algo alejada del mismo, al otro lado del citado arroyo, accediéndose a ella por un puente medieval de los siglos XIV o XV, construido en sillería y mampostería, con un solo ojo en arco apuntado de mucha luz. Al lado de la iglesia quedan restos de un crucero en pilastra octogonal. El templo es un edificio de mampostería y sillarejo en los esquinazos y contrafuertes, de planta completamente rectangular. La cabecera es plana de dos tramos, y aunque estuvo cubierta con bóvedas de cañón rebajado y de lunetos sobre tres arcos carpaneles arrancando de ménsulas, hoy lo hace con bóvedas de cañón apuntado como el resto de la iglesia, producto de una refacción moderna. La nave consta de cinco tramos y se cubre con bóveda de cañón apuntado sobre seis arcos fajones que descansan en pilastras y en ménsulas, haciendo el primero la función de arco triunfal. Esta nave sería lo único que queda de un edificio tardorrománico de los siglos XIII y XIV, siendo la cabecera un añadido de los siglos XVI y XVII, con una importante reconstrucción en el XX. En el muro sur de la cabecera se adosaba la sacristía, construida en el siglo XVII, que tenía dos tramos cubiertos con bóveda de arista, y que se hundió junto con todas las demás dependencias de este lado hace unos quince años. A ambos lados de la nave, entre el primer y el segundo tramo, se abrían sendas capillas del siglo XVI, de las que sólo queda la del norte o del evangelio, cubierta con bóveda de crucería de terceletes, pues la del sur o de la epístola, que se cubría con crucería sencilla, desapareció tras el hundimiento de esta zona. En el tramo de los pies se encuentra el baptisterio y el coro alto sobre madera, y en el hastial oeste, la imponente espadañacampanario de un cuerpo y de dos huecos de medio punto desiguales, a la que se accede por un vano ubicado en el muro sur de ese tramo. La portada se ubica entre el tercer y cuarto tramo de la nave al norte, en arco apuntado al exterior y rebajado al interior, y junto a ésta hay una pila de agua bendita con merlones y bolas, de comienzos del siglo XVI. En 1973, los bienes muebles de esta iglesia se trasladaron al entonces Museo Provincial, hoy Museo de La Rioja. En los años noventa, tras el hundimiento del muro sur, la Asociación de Amigos de Ambasaguas acondicionó de nuevo el templo, cegando todos los huecos de ese muro y restaurando las bóvedas de la cabecera. Este edificio responde a una tipología de nave tardorrománica pensada para cubrirse con bóveda de cañón corrido sobre agudos arcos apuntados, rematada en el hastial oeste por una espadaña de la misma época, y cabecera de testero plano más moderna, lo cual se repite con diversas variantes en otras iglesias de pueblos de las sierras de la Rioja Baja de corto vecindario o ya despoblados, ubicados en los valles del Alhama, Jubera y Leza principalmente: la Concepción en Valdemadera, San Juan Bautista en Larriba, La Asunción y Santa Ana en Lasanta, Santa María y San Miguel en Robres del Castillo, San Nicolás y Santiago en Jubera, Iglesia Vieja en Bucesta, San Juan Bautista en El Collado, Santa María de la Asunción en Cenzano, Nuestra Señora de los Remedios en Montalbo en Cameros, Santa María en Terroba, Santa María de la Asunción en Valdeosera, San Bartolomé en Nestares. Aunque todas estas iglesias son de cronología gótica y utilizan arcos apuntados, su aspecto general es románico por la utilización de técnicas constructivas típicas de este estilo, como el uso de arcos fajones y contrafuertes, y por su aspecto sombrío debido a la escasez de vanos, quizá porque en los tiempos en que se construyeron tenían más sentido de fortaleza que de iglesia.