Identificador
26045_01_057n
Tipo
Formato
Fecha
Cobertura
42º 36' 29.24'' , -2º 59' 17.80''
Idioma
Autor
Sin información
Colaboradores
Sin información
Derechos
Edificio Procedencia (Fuente)
País
España
Edificio (Relación)
Localidad
Cellorigo
Municipio
Cellorigo
Provincia
La Rioja
Comunidad
La Rioja
País
España
Descripción
SE TRATA DE UN PEQUEÑO enclave en el Noroeste, contorneado por los pueblos riojanos de Cellorigo, Galbárruli y Villaseca. En 1743 se segregaban éstos y Villalba de Miranda, haciéndose villas, quedándole a Miranda tan sólo al sur de los Obarenes este territorio y el de Ternero, antigua propiedad del monasterio de Herrera entre Galbarruli, Sajazarra y Cihuri. Su acceso es posible por camino de concentración parcelaria desde Villaseca. Su nombre suena en documentos diversos de los siglos XI y XII aunque no es fácil precisar los que concretamente se refieren a él, pues en muchos casos se denomina simplemente Saja, al igual que la cercana Sajazarra. Hubo dos lugares, Saja o Sajuela de Arriba, en la actual jurisdicción de Cellorigo despoblado ya en el siglo XVI, y Saja o Sajuela de Abajo, que es el que nos ocupa. Probablemente se refieren a Sajuela las diversas noticias de hacia 1064 en que se citan también Foncea y Arcefoncea y, acaso, una de 959 en que se alude a Salliola y otra de 1063 de tierras en Salgolas. En 1128 se menciona Sagibaia, en 1157 Saja Inferior y en 1186 Saja de Yuso. La fórmula Sajuela debe de ser de finales del siglo XII, tiempos a los que habrá de atribuirse la relación del fuero de Cerezo, si no es más tardía, que habla de Sajuela de Yuso y Sajuela de Suso, y el de Miranda, posterior a 1170, en que se cita Saja de Yuso. Todavía en 1203 se habla de Saja de Abajo. En varios de esos documentos se citan casatos, habitantes y propietarios en ese lugar, como Gonzalo Fernández de Saja. Ambas las registra el Becerro de las Behetrías a mediados del siglo XIV entre las aldeas despobladas de Miranda. A mediados del siglo XV era, como hasta mediados del siglo XX, una granja trabajada por renteros del señor con una casa fuerte y su iglesia parroquial de Santiago, de la que la primera mención que conozco es de 1457, en que se reúnen en ella la señora del lugar, Juana Sánchez, y los concejos vecinos de Villaseca, Galbárruli y Cellorigo para aceptar la delimitación territorial del señorío y de la dezmería de la iglesia que establecen antiguos granjeros-renteros habitantes en las citadas localidades. A mediados del siglo XVI correspondía a la vicaría de Valdegovía del arcedianato de Valpuesta y, modernamente, estuvo integrada en el arciprestazgo de Treviana. Tuvo culto regular hasta poco antes de la guerra civil. En 1950 amenazaba ruina y fue vendida como material de derribo, derribo que acabó de consumarse en 1986. Se trataba de un pequeño edificio, como corresponde a una localidad que nunca sobrepasaría los diez vecinos, si llegó a ellos, y eso en el siglo XII, contando con dos o tres normalmente. Era de una nave rectangular, rematada en cabecera cuadrada más baja y estrecha con muros aparejados en sillería de arenisca bastante cuidada a los haces y rellenos de morrillo, reforzados por cuatro estribos con deja acusada en el muro norte, dos en la cabecera y dos en la nave, y otro en el muro sur de la cabecera, cubriéndose ésta con bóveda de cañón apuntado y aquella con techumbre a dos aguas. El arco triunfal debía de ser derramado y doblado hacia la nave, con la rosca externa hacia ésta en doble baquetón y sobre columnas acodilladas, mientras hacia el interior quedaba la rosca lisa. La oscuridad sería grande, pues contaba con una estrecha aspillera excéntrica en el testero y otra al centro del hastial oeste, que remataba en espadaña de un hueco, aparte de la portada, sita en el muro sur, hacia el centro de la nave. Ésta era de doble arquivolta moldurada en baquetones y nacelas sobre columnas acodilladas, conservando un capitel a la izquierda en mal estado cuyo cestillo se recubría de roleos vegetales con abundante trépano y parte de la imposta con palmetas. La imposta del tejaroz era abiselada y bajo ella había canes en nacela en la nave y nueve con decoración muy esquemática en la cabecera, al lado norte cabeza, rollos, flor; al lado sur contorsionista o atlante, flor de cuatro pétalos y bóvido de frente. Al interior, una cornisa de nacela marcaba el arranque de la bóveda en la cabecera y otra corría por la nave más arriba de la portada. Había un capitel con dos leones rampantes contrapuestos sobre hachas, que probablemente correspondía al lado del evangelio del arco triunfal, de labra muy tosca. Entre los escombros se veía parcialmente la pila bautismal en copa. Probablemente se construiría en la segunda mitad del siglo XII, que parece haber sido el momento más boyante del lugar. A comienzos del siglo XVIII se hizo un retablo mayor moldeado en yeso. Las fotos, plano y notas de campo son en su mayor parte de 1958. Alguna hay de 1962 y 1975.