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Identificador
34485_05_001
Tipo
Formato
Fecha
Cobertura
42º 45' 3.41'' , -4º 28' 1.00''
Idioma
Autor
José Luis Alonso Ortega
Colaboradores
Sin información
Edificio Procedencia (Fuente)

 

País
España
Edificio (Relación)

Iglesia de San Vicente Mártir

Localidad
Vega de Bur
Municipio
Olmos de Ojeda
Provincia
Palencia
Comunidad
Castilla y León
País
España
Descripción
LA PARROQUIA DE SAN VICENTE MÁRTIR se ubica en el centro de la localidad, a la derecha de la carretera que atraviesa el pueblo y bordea los pies del edificio. Una pequeña plaza al sur y edificios abandonados al este constituyen el entorno inmediato del edificio. La iglesia actual es fruto de dos campañas constructivas. La primera, datable a fines del siglo XV o inicios del XVI, es la responsable de la cabecera cuadrada con contrafuertes angulares y cubierta con bóveda de terceletes. La portada meridional del edificio es algo anterior, quizás del siglo XIII o XIV, y fue reaprovechada en época tardogótica. La caja de muros de la nave propiamente dicha, el coro alto de los pies y la espadaña corresponden a una segunda campaña, tipológicamente encuadrable en el siglo XVI. La nave se divide en dos tramos, uno corto -el occidental- cubierto con crucería y sobre el que se alza el coro de piedra y, el otro cubierto a mayor altura que el ábside y como él, con bóveda de terceletes. El coro alto se yergue sobre un arco rebajado y presenta balaustrada de piedra calada, realizándose el acceso por escalera en acodo adosada al ángulo noroeste del templo. La estructura de la nave incorpora la portada meridional, de tipología románica pero de cronología muy tardía. Una pareja de contrafuertes ciñe la nave a la altura de la separación de sus tramos y un tercer contrafuerte, éste de ángulo, refuerza la unión entre ella y la cabecera. La espadaña se alza sobre el hastial y presenta tipología característica de época gótica, con remate a piñón y dos niveles separados por molduras, el inferior con dos troneras apuntadas y el superior con campanil. El conjunto de la nave y cabecera se levanta en buena sillería arenisca de grano fino y tonos ocres y amarillentos. La irregularidad de hiladas y las frecuentes rupturas e intrusiones de fajas de ladrillo son reflejo de las sucesivas campañas y refecciones sufridas por el edificio, que dificultan una correcta lectura del mismo. A la estructura anteriormente descrita se vino a añadir, probablemente en el curso del siglo XVIII, la sacristía cuadrada reforzada con contrafuertes angulares adosada al paño septentrional del ábside, cubierta con bóveda de terceletes de tipología similar a las de la nave. En el mismo siglo XVIII se añadió el actual cubo de subida a la espadaña. A finales de dicha centuria se levantó el pórtico meridional, con cubierta de madera soportada con tres columnas, las dos orientales de sección circular y capitel neoclásico de tipo toscano y la occidental de sección octogonal y capitel vegetal del siglo XVI, que confirma la existencia de un atrio anterior, contemporáneo de la nave. Parte del atrio abierto fue transformado en época reciente por la adición de muros calados por arquillos de ladrillo y la zona oriental de la estructura se cerró para construir un almacén. A este momento se adscribe también la caja en ladrillo del cuerpo superior de la espadaña. La decoración escultórica del edificio se concentra en la portada meridional, la ventana abierta en el muro sur del ábside, los capiteles y ménsulas del interior y la rica serie de claves esculpidas de las cubiertas. La portada, de arco de medio punto y triple arquivolta, condensa el mayor interés decorativo por constituir un ejemplo de uso retardatario de esquemas románicos. Copia de la cercana portada de San Tirso, hoy incluida en el cementerio de Vega de Bur, presenta molduración de cuarto de caña, media caña, billetes, media caña con rosetas y dientes de sierra excisos. Protege el conjunto una chambrana de dientes de sierra de tipo andresino parcialmente solapada por el atrio. La arquivolta abilletada reposa sobre una pareja de columnas acodilladas de toscos capiteles vegetales con sumarios y geometrizados acantos trepanados y collarino sogueado. Los cimacios muestran dos líneas de dientes de sierra perlados y opuestos. Estamos pues ante una curiosa recreación de esquemas tardorrománicos -andresinos y derivados de la portada de Moarves- en un edificio de avanzada cronología, hecho que no constituye un caso aislado (cf. Quintanatello de Ojeda). El abocinado ventanal gótico enmarcado por alfiz abierto en el muro sur del ábside muestra por su parte una conjunción de elementos claramente góticos (hojas de parra en la chambrana, tracería calada en el vano y fragmentos de otras del mismo tipo sobre él) junto a otros derivados del lenguaje decorativo tardorrománico, como son las palmetas inscritas entre entrelazo perlado que decoran los pequeños capiteles corridos, tosca interpretación de las existentes en San Tirso.