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Puerta del cementerio

Identificador
24820_01_001
Tipo
Formato
Fecha
Cobertura
42º 46' 22.76'' , -5º 30' 33.56''
Idioma
Autor
José Manuel Rodríguez Montañés
Colaboradores
Sin información
Edificio Procedencia (Fuente)

 

País
España
Edificio (Relación)

Iglesia de San Tirso

Localidad
Matueca de Torío
Municipio
Garrafe de Torío
Provincia
León
Comunidad
Castilla y León
País
España
Descripción
EL TEMPLO ACTUAL FUE ERIGIDO en la segunda mitad del siglo XVIII, certificado epigráficamente por tres inscripciones que nos dan las fechas de 1744 (imposta de la cúpula), 1786 (portada) y 1800 (espadaña). Matueca no aparece como tal poblado en la documentación medieval, por lo que es probable que tanto la población como el tímpano románico hoy conservado en la iglesia se trasladasen en época moderna desde el hoy despoblado de Otero, sito probablemente bajo el teso próximo a la localidad, a poniente del actual caserío aunque inmediato a él. Otero sabemos que pertenecía a la Orden de Santiago, pues en la confirmación de propiedades de Fernando II a dicha orden militar en 1181 se cita Otero de Torio, Negrales et Moral, que están in termino de Legione. No aparece la localidad entre las donadas a San Isidoro de León por la reina Urraca en 1117, en el valle del Torío, donde sí se citan in Torio, Milleras, Pedrum, Lagus, Frecha, Fontanos, Rioseco, Villaueça, Villaquitame, Villa Rodrigo. Sí consta que se incluía en el núcleo inicial del Infantado del Torío, zona cuya repoblación fue encomendada por Alfonso III a personajes como Runfurco, el poblador de Ruiforco a fines del siglo I X o inicios del X. En el Becerro de Presentaciones del Archivo de la Catedral de León, de finales de la Edad Media, aparece el término de Otero y dice así: “En Otero, Santo Tisso. Del deanadgo. Da I maravedi al dean en ençenso; e dos maravedis en procuraçión; e IIII sueldos en carnero; e terçia al prestamero Marcos Dominguez”. Al declinar el Infantado como institución, con el reparto en cinco señoríos de 1483, Matueca pasó a integrarse, junto a Manzaneda y Valderilla, en el señorío del cabildo catedralicio leonés. En 1690 Matueca aparece como lugar de behetría del conde de Luna, y así se mantuvo hasta la supresión de los señoríos a principios del siglo XIX. Otero sigue citándose en numerosas estadísticas de la diócesis de León, inclusive en la de 1964. Madoz, en su Diccionario lo refiere como barrio de Otero. Actualmente la zona donde estuvo ubicado el poblado de Otero es denominado por los lugareños como Santo Tirso. Ningún resto arquitectónico se ha mantenido en el lugar donde se supone que estaba la iglesia y poblado de Otero. Tan sólo se conservan, suponemos que trasladados de este paraje, unos sillares perfectamente escuadrados y tallados a hacha, colocados en la puerta de acceso y esquinales del cementerio y junto al atrio de la actual iglesia de Matueca. Destacan de entre estos restos dos ménsulas o canes con perfil de nacela, que servían para sostener el tímpano en su anterior ubicación, así como un fragmento de cornisa con perfil de nacela. A finales de la década de los ochenta del siglo XX el tímpano fue trasladado, para evitar su deterioro, al interior de la nave de la iglesia, encastrado en el muro septentrional, a aproximadamente 1,5 m de altura. Hoy día está recogido en la cabecera, a la espera de su próxima reutilización como frontal de altar. Su composición y medidas (1,30 m de diámetro x 0,65 de altura x 0,17 de grosor) son prácticamente idénticas a las del tímpano de Ruiforco de Torío, pudiendo hablarse de una clara imitación, ya que no de identidad de manos, pues esta pieza es algo más ruda en su factura que su gemela. Preside en tímpano el Agnus Dei, bajo la forma de Cordero Apocalíptico, con la cruz patada sostenida por una de sus patas anteriores e inscrito en un clípeo soportado por dos ángeles tenantes en forzada contorsión. Completan la zona inferior del tímpano dos motivos vegetales, un cogollo en la parte izquierda y un tallo con hojas de puntas caídas en la izquierda. Parece clara la dependencia respecto del tímpano de Ruiforco, debiendo considerar a éste ligeramente posterior, dentro de la segunda mitad del siglo XII.