Santa María d'Ullà
Antigua canónica de Santa Maria de Ullà
Los escasos vestigios de la desaparecida canónica agustiniana de Santa Maria parecen localizarse a unos 300 m aproximadamente, hacia el Suroeste del núcleo urbano del pueblo de Ullà. Lo ínfimos restos de la pretérita colegiata se hallan en un campo cercano a un camino rural que todavía se conoce como el camino de l’Església Vella (de
El día 14 de febrero de 1117, Berenguer Dalmau, obispo de Girona, concedió a Pere Vidal, capellán de la ecclesie sancte Marie de Uliano, y a sus sucesores, tomar ciertas prestaciones de las tierras de Ullà que pudiera adquirir, así como la primicia del mismo término. Cuatro años más tarde, el mismo Pere Vidal es documentado como presbítero fundador de la canónica regular agustiniana de Santa Maria, acontecimiento realizado en 1121 con el beneplácito del referido obispo de Girona, del arzobispo Oleguer de Tarragona, del conde Ponç Hug I de Empúries y de Ponç Guillem, señor de Torroella de Montgrí.
La canónica se erigía en un lugar muy cercano a la línea costea (que, en el Medievo, quedaba mucho más al oeste que en la actualidad), y en 1178 fue saqueada por piratas sarracenos procedentes de Mallorca, que mataron a varios canónigos. Poco más tarde, una serie de crecidas del río Ter afectaron notablemente el lugar, quedando el edifico completamente sepultado y habiéndose de construir otro. Se conserva el acta de consagración de esta segunda iglesia (ecclesiam venerandam in sanctissimae Dei genitricis Maria, situada in comitatu Impuritanensi in loco qui vocatur Ulianus), fechada en el año 1182, gracias a lo cual conocemos el notable patrimonio de la canónica, que tenía entre sus posesiones a la antigua parroquia de Sant Andreu, y además a las de Sant Joan de Bellcaire, Sant Mateu de Canet de
La vida de la canónica se mantuvo durante la baja Edad Media, pero desde 1452 fue regida por priores comendatarios. En 1592 fue secularizada y se convirtió en una colegiata de canónigos regulares. Durante el siglo xvii todavía se hallan noticias sobre el cenobio, como la bendición de varias campanas o la licencia para la ampliación de una de sus capillas, la del San Cristo, solicitada por el payés Isidre Martí. Finalmente, la colegiata fue abandonada entre finales del siglo xviii y comienzos del xix, trasladándose la comunidad a la nueva iglesia parroquial de Santa María, construida en el núcleo elevado de la población (a escasos metros de la antigua iglesia de Sant Andreu). La vida comunitaria se vio afectada por la ley de desamortización de 1835, aunque perduró hasta los años cuarenta de aquella centuria.
Como se ha mencionado, del antiguo conjunto monástico de Ullà quedan unos mínimos vestigios, identificados en un muro de pared de unos
Mare de Déu de la Fossa
En la parroquia neoclásica de Santa Maria de Ullà, dentro de una vitrina en el camarín, presidiendo el presbiterio, se conserva una talla de
Se trata de una talla de madera policromada, de
Gracias a un preciso y reciente estudio de análisis y conservación de la pieza, se han podido diferenciar las numerosas intervenciones a las que ésta ha sometida a lo largo de los siglos. En cuanto a la coloración pictórica, el conjunto, que hasta mediados del siglo xx aparecía notablemente blanqueado, presenta una superposición de capas de policromía en diversos puntos, concentrándose mayormente en las carnaciones y en la indumentaria de ambos personajes, cuya decoración original se basaba en un estampado de círculos incisos y marcados con un compás, cubiertos por una fina lámina de metal a imitación de un dorado o estofado. En la actualidad es posible distinguir levemente dichos esgrafiados, ocultos tras la grisácea veladura, así como restos de color negro y rojo original. Con el estudio de la imagen, se verifica también que ambas manos del Niño y la derecha de María son de nueva factura (pertenecen a una substancial intervención efectuada a partir del año 1940), al igual que la base y la mayor parte del trono, la parte exterior del respaldo del cual muestra la policromía de las barras catalanas en vertical, además de una decoración fitomorfa en sus laterales. Asimismo, se confirma que tanto la mano izquierda de
Tanto por el hieratismo, la geometrización, la frontalidad de las figuras y su carente comunicación sentimental,
Texto y foto: Ana Victoria Paul Martínez
Bibliografía
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