LA IGLESIA PARROQUIAL, dedicada a San Miguel, se presenta actualmente como una construcción gótica de nave única dividida en dos tramos y cabecera cuadrada, espacios todos cubiertos con bóvedas de crucería estrellada. Una torre de planta cuadrada albergando una escalera de caracol da acceso a la espadaña, la cual se alza sobre el testero de la cabecera. El único elemento conservado de su pasado románico es la sencilla portada, abierta en un antecuerpo saliente del costado meridional de la nave. Se construyó en sillería arenisca y consta de arco apuntado enmarcado por dos arquivoltas igualmente apuntadas y con perfil en bisel. Éstas reposan directamente sobre las jambas y no sobre la pareja de columnas acodilladas que se dispone a cada lado, que carecen de función sustentante. Coronan las columnas toscos capiteles, dotados de astrágalo y cuyas cestas son una especie de compromiso entre el cilindro y el perfil abiselado de los cimacios, en cuya línea se integran. Actualmente la portada aparece protegida por un atrio abierto realizado en mampostería en cuyo pavimento se utilizan curiosamente siete ruedas de molino.