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Canecillos del ábside

Identificador
33115_01_009
Tipo
Formato
Fecha
Cobertura
Sin información
Idioma
Autor
Adriana Carriles García
Colaboradores
Sin información
Edificio Procedencia (Fuente)

 

País
España
Edificio (Relación)

Iglesia de San Romano

Localidad
Villanueva
Municipio
Santo Adriano
Provincia
Asturias
Comunidad
Principado de Asturias
País
España
Descripción
APENAS CONTAMOS CON TESTIMONIOS documentales sobre la iglesia de Villanueva, si bien es cierto que aparece mencionada en el Libro de los Testamentos entre las donaciones efectuadas por el rey Alfonso III al monasterio de Santo Adriano de Tuñón. Capital del concejo de Santo Adriano, Villanueva fue territorio del señorío episcopal ovetense hasta el siglo XVI. El Libro Becerro de la catedral de Oviedo (1385) contiene un registro de todas las jurisdicciones e sennorios [...] quel dicho senner obispo ha en todos los sus conçeios e tierras, entre los que figuraban los cotos de Tuñón y de Santo Adriano del Monte. Durante esta etapa, y como era habitual, el territorio de Santo Adriano fue gestionado por encomenderos de origen noble; en 1348, el obispo Alfonso Peláiz concedió, entre otras, la encomienda de Santo Adriano a Gonzalo Bernaldo de Quirós. En 1589, tras la desamortización promovida por Felipe II gracias a una bula pontificia, se estableció la capitalidad del nuevo término municipal en Villanueva. La iglesia de San Romano de Villanueva fue construida durante el período románico, probablemente entre el último tercio del siglo XII y el primer tercio del siglo XIII. A pesar de algunas reformas de etapas posteriores, la iglesia conserva la estructura planimétrica original y diversos elementos constructivos, como la propia cabecera. Se trata de un templo de dimensiones modestas, articulado en una nave única de proporciones rectangulares, y un ábside semicircular precedido de un breve tramo recto. Todo el ábside está recorrido en el exterior por canecillos de piedra porosa de color gris, aspecto sobrio y sin ornamentar. La nave se cubre, como lo haría también en época románica, con armadura de madera, y el ábside con bóveda de cuarto de esfera. El paso entre la nave y el espacio del altar viene marcado por un arco triunfal articulado en dos arquivoltas de medio punto, ambas desornamentas. El arco triunfal carece de columnas, descansando las arquivoltas sobre los sencillos capiteles imposta que coronan las jambas. Los condicionantes geográficos de Asturias dieron lugar a una serie de características arquitectónicas muy concretas en sus construcciones románicas, características que se mantendrán durante un prolongado período de tiempo y que suelen aplicarse tanto a las iglesias con función parroquial como a las pequeñas iglesias o ermitas rurales, levantadas para atender las necesidades religiosas de los abundantes y pequeños núcleos de población dispersos por toda la región, y que, en base a ello, contaban con menores recursos económicos; podría hablarse, por tanto, de un conjunto de iglesias, diferenciadas en cuanto a sus proporciones o su ornamentación, pero no tanto en lo referido a tipología. Se configura así un grupo arquitectónico con entidad propia, que podría denominarse “de tipo popular”. Este grupo de iglesias tiene, como constantes fundamentales, ser edificios de nave única, de pequeñas dimensiones y materiales constructivos pobres; de escasa decoración, limitada a repetir modelos que ya en su momento podrían considerarse incluso arcaizantes. A todas estas características responde la iglesia de San Romano de Villanueva, suficiente, por otra parte, para hacerse cargo de las necesidades del entonces pequeño núcleo de Villanueva. En el interior, lo más destacable son las pinturas que, parcialmente destruidas, decoran la bóveda del ábside. Las imágenes que han llegado hasta nosotros, en un estado de conservación bastante bueno, representan la Asunción de la Virgen en la parte superior, flanqueada por Santa Catalina de Alejandría, en el lado izquierdo y por San Sebastián, en el derecho; todas ellas sobre un fondo estrellado y acompañadas de una cenefa de motivos vegetales situada a media altura del paramento. El tema de la Asunción de la Virgen tuvo su origen en el siglo VI, por contaminación con la Ascensión de Cristo, pero con la diferencia de que la Virgen es elevada gracias a la ayuda de varios ángeles, tal como se puede ver en las pinturas de San Romano de Villanueva. Por su parte, los dos santos aparecen representados junto a sus atributos más característicos: la santa norteafricana portando los dos instrumentos de su doble martirio, la rueda dentada y la espada; San Sebastián con el cuerpo asaeteado por varias flechas. La datación de estas pinturas es muy problemática, debido a su carácter marcadamente popular y arcaizante; por ello, se ha hablado incluso de que se trata de una obra de la etapa renacentista pero con estética gótica. Para las fechas de la imaginería, una Piedad situada junto a la jamba derecha del arco triunfal, no existe este desacuerdo, habiendo sido identificada por G. Ramallo como una obra popular inspirada en los modelos de Antonio Borja. Este artista, nacido en Sigüenza hacia 1661 y muerto en Oviedo en 1730 es, junto con Luis Fernández de la Vega y José Bernardo de la Meana, uno de los principales escultores de los siglos XVII y XVIII en Asturias. A los pies de la nave se conserva una pila bautismal de trazas arcaizantes, siguiendo los modelos surgidos en el siglo XII. Se trata de una pila labrada en un único bloque de piedra, de cuenca semiesférica irregular que apoya en un pie bastante elevado. De 100 cm de altura y 70 cm de diámetro, está completamente desornamentada. El interior de la iglesia de San Romano se mantiene relativamente inalterado en cuanto a su disposición espacial y a su sistema de cubiertas, pero el exterior ha sufrido transformaciones importantes; concretamente, en el lateral oeste, cubriendo la fachada principal, se adosó tras la guerra civil un pórtico, en sustitución al recinto que, hasta entonces, se había utilizado como escuela. Adosado al paramento sur, a la altura de la cabecera, se añadió una pequeña sacristía. Por otro lado, los vanos de iluminación, que se disponen de forma irregular, podrían haber sido abiertos durante una reforma del siglo XVII, momento en el que también se habría levantado la espadaña. En las últimas décadas, y como consecuencia del crecimiento de esta localidad, la iglesia de San Romano de Villanueva ha ido cediendo protagonismo a la capilla de la Virgen del Carmen, ubicada en el ahora centro de la población y fechada en el siglo XIX.