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Marcas en un sillar labrado en el remate de una esquina

Identificador
40540_01_008
Tipo
Fecha
Cobertura
41º 26' 29.67" , -3º 40' 23.17"
Idioma
Autor
Ignacio Hernández García de la Barrera
Colaboradores
Sin información
Edificio Procedencia (Fuente)

 

País
España
Edificio (Relación)

Iglesia de San Juan Bautista

Localidad
Carabias
Municipio
Pradales
Provincia
Segovia
Comunidad
Castilla y León
País
España
Descripción
LA PEQUEÑA IGLESIA de San Juan Bautista se encuentra en la parte oriental de la localidad, abierta a una plaza por el flanco occidental, habiéndose renovado este entorno en época reciente. De la misma manera, el templo presenta un aspecto llamativamente aseado, fruto de una reciente restauración, la cual ha puesto de manifiesto que si bien no es mucho lo que estructuralmente conserva de su construcción románica, entre sus muros se encuentran piezas dispersas que indudablemente debieron pertenecer a aquella. Al exterior presenta un aspecto sobrio, con muros de mampostería de no mucha altura, cabecera recta y una significativa escasez de vanos, únicamente rota esa homogeneidad por una nave adosada a mediodía que al interior se divide y hace las funciones de pórtico de acceso y sacristía. En el muro septentrional se conserva, más que posiblemente remontada, una cornisa recorriendo toda su longitud; se trata de una sencilla estructura de perfil abiselado, realizada en cantería, siendo sostenida por toda una serie de canecillos, dispuestos al tresbolillo, con diferentes formas. El estado de conservación en que han llegado a la actualidad dificulta su estudio, pudiendo sugerir que la mayoría tenían perfil geométrico, distinguir uno de molduras de perfil cóncavo que sostiene una pieza abocelada u otro muy desgastado que bien pudiera ser un fruto o un modillón de gran desarrollo, motivos ambos que se pueden distinguir mucho mejor conservados en Castillejo de Mesleón, por ejemplo. A lo largo de los muros se pueden apreciar piezas reutilizadas, casi todas luciendo un bocel, pero es quizá en la cabecera donde esta presencia se hace más destacada; el muro meridional conserva también su cornisa, en las mismas condiciones que las vistas en el costado contrario, siendo aquí más frecuente el perfil de media caña y destacando uno que parece representar un ave en posición frontal, con cabeza antropomorfa. En el interior se repite la circunstancia de piezas reutilizadas sobre todo en la cabecera; presenta una apariencia completamente renovada, con nave única, arco de triunfo de medio punto y presbiterio recto. Este espacio, cubierto con bóveda de arista, conserva en las esquinas las dovelas de lo que parecen fueron los arranques de los nervios originales, piezas de perfil recto rematadas a ambos lados con un estrecho bocel. Como singularidad de este templo, habría que destacar una pieza que a pesar de resultar difícilmente datable parece ser moderna, teniendo un indudable valor estético; se trata de un grafito conservado en uno de los esquinales exteriores de la cabecera, representando un Calvario, que hace recordar unas palabras de Ángel Barrios al comentar que “todo nos parece moderno, es decir, todo es radicalmente humano”. La cronología de estos restos resulta aventurada, no distinguiendo entre ellos nada que pudiera suponerla anterior al siglo XIII.