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Pila bautismal

Identificador
19154_01_068n
Tipo
Formato
Fecha
Cobertura
40º 52' 18.91'' , - 2º 40' 11.16''
Idioma
Autor
Ana Belén Fernández Martínez
Colaboradores
Sin información
Edificio Procedencia (Fuente)

 

País
España
Edificio (Relación)

Iglesia de Nuestra Señora de la Inmaculada

Localidad
Inviernas, Las
Municipio
Inviernas, Las
Provincia
Guadalajara
Comunidad
Castilla-La Mancha
País
España
Descripción
EL TEMPLO, que actúa como parroquia, está situado en el centro del caserío. Se encuentra ubicado sobre un pequeño cerro de piedra que le sirve de cimentación. Alrededor de él se da un muro que dispone de pequeños contrafuertes encastrados en el propio cerro. A este murete se accede mediante un arco de medio punto adovelado apoyado en el muro de la espadaña. Al exterior se presenta de una sola nave rematada en cabecera cuadrangular y crucero diferenciado en altura. De la fábrica románica se han conservado la planta, parte del piso bajo de la espadaña, la portada sur, la cornisa y los canecillos del mediodía. El resto es obra del siglo XVI. La espadaña se sitúa a los pies del templo y consta de dos cuerpos. El inferior es de mayor grosor que el superior, y en el frente se puede ver parte de los vanos cegados de la vieja espadaña románica. El cuerpo superior está a su vez dividido por una moldura en dos cuerpos, del que el inferior es más estrecho y está rematado en vértice. A lo largo de todo el muro de poniente se encuentra un espacio rectangular de dos alturas cubierto a un agua. Este espacio sirve al interior como sacristía. La cabecera al exterior la forman el transepto, rematado en capillas rectangulares, y el ábside, de igual disposición. El testimonio románico más destacado del templo es su portada sur. Se encuentra entre el segundo y tercer tramo de las naves del interior, cobijada por un porche a tres aguas que se apoya en cuatro columnas en su frente, de época posterior. Encima de ella, a lo largo de todo el muro meridional de época románica, se encuentra una cornisa de canecillos lisos en su mayoría, aunque aún se conservan dos de modillones de rollo y uno entrelazado. La portada en sí se compone de tres arquivoltas de medio punto. Las dos interiores combinan decoración de boceles y nacelas. Éstas voltean sobre un cimacio apoyado en dos columnas a cada lado. Las columnas constan de basa, fuste y capitel, los cuales tienen ornato de cestería. Este motivo de cestería aparece en los capiteles de la iglesia de San Pedro Apóstol de Labros, en los del castillo de Zorita de los Canes y en el ábside de Campisábalos. Fue muy utilizado como ornato en las letras capitales de los códices medievales. En este ejemplo vemos que los cuatro llevan un solo hilo formado por pequeñas aristas vivas, recordándonos también a la labra de las puntas de diamante. La arquivolta interior en arista viva descansa sobre jambas sin decoración. La arquivolta más exterior se presenta como chambrana con decoración de bolas en su interior. Las bolas son un ornato muy recurrente, así lo vemos en monasterios como Buenafuente del Sistal y en portadas de iglesias como Ablanque o la cercana Henche. El interior del templo se presenta cubierto por falsos techos enyesados que se apoyan en una línea de imposta a la altura de los arranques. A los pies está el coro, de madera y sobreelevado. El transepto se cubre en el crucero con bóveda de media naranja y sus brazos con bóveda de cañón, al igual que el ábside. El paso de uno a otro se efectúa mediante arco triunfal de medio punto apoyado en pilastras. Situada en el interior, entre el primer y segundo tramo de la nave junto al muro de poniente, está la original pila bautismal. Es de forma de copa semiesférica, ligeramente achatada y está construida en piedra. La decoración es de arcos de medio punto y gallones que bajan hasta la basa. Son curiosos los arcos, que parecen querer asemejarse en su arranque a un arco de herradura, resaltados por un cordón que los recorre. La basa presenta un toro muy pronunciado y decoración lisa. Esta disposición de la pila es muy similar a las de las poblaciones cercanas, como Hontanares o Henche, que presentan como ésta los arcos en ligera herradura. Cronológicamente disponemos de testimonios para enmarcar la parte primitiva a principios del siglo XIII, las reformas posteriores se ejecutaron en el siglo XVI y desvirtuaron la estructura románica.
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