LA PARROQUIA DE SAN ANDRÉS se encuentra ubicada fuera del recinto amurallado, en el arrabal que llaman de San Francisco, en la zona norte de la localidad. Tiene adheridas múltiples construcciones modernas que afean y dificultan su visión, tanto en la zona de la cabecera como en su parte septentrional. El caserío se separa algo más en el sur y sobre todo en el oeste, lo que permite una mejor contemplación de estas zonas, que, como veremos, son las que focalizan el interés del templo. Según Mateo Hernández Vegas, existió en este mismo barrio una iglesia dedicada a Santa María que fue elegida por Fernando II como sede episcopal antes de construirse la actual catedral. Una vez construida la nueva seo se puso también bajo la advocación mariana lo que obligó a cambiar la de la antigua iglesia que pasó a denominarse de San Andrés. En el siglo XVIII se derrumbó este templo y la parroquia quedó agregada a la de San Pedro mientras se habilitaba para el culto la vieja iglesia de San Pablo, también conocida como San Antón por una capilla que había en ella dedicada a este santo. Una vez acabadas las obras se trasladó aquí la parroquia de San Andrés cuya advocación terminó por imponerse. La edificación actual es fruto en su práctica totalidad de una remodelación del siglo XVIII, y ha sufrido a su vez fuertes intervenciones en el XX (la última restauración data de 1998), sobre todo en el interior y en las cubiertas. El resultado es una iglesia de una nave con leve crucero, construida en su mayor parte en sillería de piedra arenisca, pero muy reformada y sin carácter. Conserva, sin embargo, dos interesantes portadas románicas que a continuación describimos. La portada meridional es la más antigua y llama la atención por su intenso parecido con la de San Pedro de la misma localidad que parece ejecutada por el mismo taller. Está constituida por dobles arquivoltas decoradas con octopétalas inscritas en círculos perlados alternadas con molduras abilletadas. Dichas arquivoltas descansan sobre jambas con baquetones en las esquinas e impostas molduradas. A los lados se elevan dos pilastras que debieron soportar un tejaroz, hoy perdido, que probablemente fuera similar al de San Pedro. Teniendo en cuenta su estilo (que Gómez-Moreno relaciona con el románico de Ávila y Segovia) y la similitud con su homóloga de San Pedro, pensamos que puede datarse en torno a finales del siglo XII. Un poco posterior (principios del siglo XIII) debe ser la portada occidental, también enmarcada entre pilastras con baquetones en las esquinas. Está organizada a base de cuatro arquivoltas de las cuales la más interna es ligeramente apuntada y descansa sobre jambas lisas con capiteles esculpidos con motivos vegetales. Las tres arquivoltas exteriores son ya de medio punto, y están organizadas mediante baquetones y medias cañas. Apean en tres pares de columnas de deterioradas basas y capiteles decorados con motivos vegetales, aves y cuadrúpedos afrontados.