Identificador
39036_03_003n
Tipo
Formato
Fecha
Cobertura
43º 24' 34.86'' , -3º 21' 59.89''
Idioma
Autor
Esteban Sainz Vidal
Colaboradores
Sin información
Edificio Procedencia (Fuente)
País
España
Edificio (Relación)
Localidad
Liendo
Municipio
Liendo
Provincia
Cantabria
Comunidad
Cantabria
País
España
Claves
Descripción
MONUMENTO SOBRE MONUMENTO, la ermita de San Julián de Liendo, ruina románica y romántica, se halla situada en un lugar muy próximo a la playa del mismo nombre, y parece que ha querido rubricar, con su presencia, la grandeza de un paisaje absolutamente impresionante. Picachos rocosos (alto de Herio y punta Yesera) -volados por buitres- que acaban rajándose, de abajo a arriba, en acantilados sombríos y casi temerosos. Y el mar, humilde y manso, besando la arena de una cala minúscula y solitaria, pero agigantándose hacia el infinito, como si se hubiese extendido un manto de azul purísimo hasta más allá del horizonte. Monumento sobre monumento: obra humana castigada por el tiempo, agonizando entre arbustos, zarzas y malezas parásitas, y el imponente envolvimiento de una geología que se hace paisaje por la luz, y asombro tembloroso por su misma violencia. Esta fue la impresión que nos produjo el llegar a este rincón apartado, en busca de una ermita románica que había perdido el culto hacía ya muchos años. Fue un día de espléndido sol, y de reposo casi mineral de olas. No quisimos imaginar, sin embargo, qué oirían los devotos del santo Julián, en un día o una noche de océano embravecido. Casi olvidada, sin embargo, está hoy la ermita de San Julián, que Bravo y Tudela dice que está situada en el barrio de Quabad. Para la historia y el conocimiento actual, la redescubrió una excavación de urgencia realizada en 1989 por los arqueólogos montañeses Ramón Bohigas y Pedro Rasines del Río, y el hallazgo junto a ella de una necrópolis medieval y la subsiguiente publicación en 1992. La ermita, en la antigüedad, debió de ser pequeña (9 x11 m, aproximadamente), con planta de una nave rectangular, presbiterio recto y ábside semicircular, de 0,90 m de fondo. La nave siempre pudo estar cubierta de madera, en tanto que el presbiterio conserva, en pura ruina, una bóveda de cañón apuntado, y el ábside otra de horno, todo ello de pura tradición tardorrománica. Ambas bóvedas apoyaban sobre imposta de caveto, y el arco triunfal, doblado y apuntado, descarga sobre capiteles troncopiramidales con un cimacio de dos boceles superpuestos. Las cestas de ambos capiteles llevan, cada uno, una cabeza humana, con ojos rehundidos en el capitel derecho y grabados en el izquierdo. Tuvo esta iglesia un añadido posterior, hacia el mediodía, cuyo muro se presenta como el más visible, junto con la espadaña, al Oeste, que aún conserva los huecos de dos troneras de arco de medio punto. De gran interés para centrar la vida de esta ermita, es la necrópolis que existe a su alrededor y que ha sido calibrada por el análisis de los huesos de un muerto sepultado en cista de lajas, que proporcionó una datación por Carbono 14 entre 890-1024 d.C., lo que nos hace suponer que esta arruinada ermita hubo de iniciarse hacia el siglo X, en un alzado que nos es desconocido, al que siguió otro, posiblemente el que aparece en ruinas, ya románico, en años en que este estilo estaba ya declinando, es decir, finales del siglo XII y principios del XIII. Noticias posteriores a las que la arqueología nos da con sus ruinas y necrópolis son: 1501. Consta la ermita como pertenencia del cabildo parroquial de Laredo. Gutiérrez Palacio, J. cree que pudo ser donación a este cabildo de Pedro Fernández de la Breña. Aunque es posible -dice- que la propiedad pueda retrotraerse a la donación que Pelegrín recibió por parte del rey Alfonso VIII, en 1200, que incluía el barrio de Quabad-Villanueva, donde esta ermita se sitúa. 1583. Gutiérrez Palacio, J., 1790, dice que junto a la ermita había una casa y un solar. 1599. Dice Basoa Ojeda, M., que en este año el alcalde de la Hermandad de Liébana fue encarcelado por entrar en la ermita con vara y séquito, armado, el 7 de enero. 1601. Consta nuevamente la pertenencia de la ermita de S. Julián al Cabildo de Laredo. Hay otras noticias del siglo XVIII (1731, 1737 o 1739), sobre la ermita, entre ellas, el nombramiento en ella de una santera.