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Vista general de Sant Bartomeu de El Tossal

Identificador
25172_04_001
Tipo
Formato
Fecha
Cobertura
41.9185302,1.1445041
Idioma
Autor
Nuria Otero Herráiz
Colaboradores
Sin información
Edificio (Relación)

Sant Bartomeu de El Tossal

Localidad
El Tossal
Municipio
Ponts
Provincia
Lleida
Comunidad
Cataluña
País
España
Ubicación

Sant Bartomeu de El Tossal

Descripción

PONTS

Iglesia de Sant Bartomeu de El Tossal

El acceso a la iglesia de Sant Bartomeu se realiza tomando un desvío desde el punto kilométrico 116 de la carretera C-14, el cual conduce por un camino asfaltado hasta la localidad de El Tossal, desde donde se ha de seguir por una pista en dirección norte. La primera referencia documental conservada sobre El Tossal está en relación con una cesión de tierras en 1169 entre el prior de Gualter y Pere Beirí.

 

Esta iglesia dedicada a san Bartolomé es un edifico de nave única al que se le adosó con posterioridad una capilla lateral en el muro norte. Su morfología indica que fue construido en distintas etapas. La cabecera presenta un una planta hexagonal en el exterior, que se torna semicircular en el interior del templo. La nave se cubre mediante una bóveda de cañón ligeramente rebajada, soportada por tres arcos fajones, adosado el último de ellos al muro interior de la fachada oeste del edificio. El empuje de la bóveda se traslada al suelo mediante la disposición de sendos pares de arcos formeros en los muros laterales, de los que los de los lados sur y suroeste son ciegos. El arco formero cercano a la zona absidal, en el lado del evangelio, fue vaciado y modificado para la adición posterior de una capilla. La transición del presbiterio a la nave se resuelve mediante dos trompas cónicas que unen la cúpula semiesférica que corona dicho espacio con el arco triunfal.

 

En el exterior se adosa al ábside, por su lado norte, un contrafuerte en forma de trapecio rectángulo. Desfiguran la fisonomía original de la construcción una serie de edificios anejos, añadidos posteriormente correspondientes a la rectoría. La cabecera conserva su cubierta de losas original, mientras que en la nave presenta una techumbre compuesta por teja árabe. El aparejo exterior del ábside y del contrafuerte adosado al mismo está compuesto por sillarejo dispuesto en hileras irregulares. El del resto de los muros de la nave difícilmente puede apreciarse, pues quedan ocultos por los edificios anejos. La fachada occidental presenta una gran puerta adovelada y una doble espadaña que se consideran fruto de una remodelación realizada con posterioridad, posiblemente en el mismo momento que la ampliación del recinto de culto mediante la adición de la capilla del lado norte. La iglesia, que se encontraba significativamente degradada, fue restaurada a principios de los años noventa del siglo xx. Los cambios más destacables a los que fue sometida se aprecian en el interior, donde se retiró el enlucido que cubría la totalidad de los muros, dejando a la vista el aparejo desde la línea de imposta hasta pavimento. Durante el decurso de dichos trabajos apareció un vano tapiado en el lado norte del ábside correspondiente a una antigua puerta de acceso, hecho que permitió a Joan-Albert Adell formular la hipótesis de que el ábside de Sant Bartolomeu fuera en origen un edificio exento de planta centralizada. Para este autor, la secuencia constructiva podría remontarse a un momento anterior a la conquista feudal. Su singularidad, debida a su cabecera de perfil poligonal y su articulación respecto al resto de las estructuras permite pensar en dicha iglesia como fruto de un proceso constructivo complejo y lleno de interrogantes que difícilmente podrán esclarecerse sin que medie una intervención arqueológica. Debido a que en planta pueden observarse elementos, que a todas luces parecen fruto de las dificultades de adaptar una estructura de planta centralizada, con cubierta hemisférica a una estructura de planta basilical, se ha considerado el ábside como el único resto visible de una construcción original de planta centralizada, fechada entre los siglos vii y x, que habría sido parcialmente reaprovechada durante el siglo xi, prosiguiendo la construcción mediante la adición de la nave. Esta construcción primigenia ha sido puesta en relación por el mismo autor con estructuras de tipo martirial y  edificios anteriores al siglo xi, como el ábside de Sant Miquel de Terrassa. No puede pasarse por alto su paralelo más cercano, la iglesia de Santa Cecília de Torreblanca, construcción de planta centralizada que también pudo tener origen en un edificio anterior a la feudalización reconstruido en el siglo xi.

 

Texto y fotos: Nuria Otero Herráiz – Plano: Albert Reig Florensa

 

Bibliografía

 

Bach i Riu, A., 1986-1987, pp. 257; Catalunya Romànica, 1984-1998, XVII, pp. 420-422; Vidal Sanvicens, M. y López i Vilaseca, M., 1984, p. 540.