Sant Policarp de Cortàs
BELLVER DE CERDANYA
Iglesia de Sant Policarp de Cortàs
Cortàs es una entidad de población situada en la zona de la Solana, sin duda, en uno de los mejores miradores de la Cerdanya. El pueblo se encuentra en la vertiente derecha del Río Duran, que drena a la Vall Toba. Los torrentes de la Quera y de Ferranella, como las antiguas acequias del Duran y de la Godinga Llonga, contribuyeron antiguamente al asentamiento humano de este áspero terreno. Su término llegaba por el Norte hasta los Emprius y la Roca Escorxada. Hasta el siglo xix, formaba municipio con Èller. A Cortàs se accede por una pista asfaltada que arranca del kilómetro 195,6 de la carretera N-260. La pista serpentea, tomando altura rápidamente y, al cabo de 5 km, ya se divisa el pueblo y su iglesia, dedicada a san Policarpo, que destaca en la zona más elevada.
Son escasas las referencias documentales del lugar. Sólo aparece citada, como Cortalz, en el acta de consagración de Santa Maria de La Seu d’Urgell de 839. Parece que el monasterio de Cuixà también tenía posesiones en Cortàs. En la documentación sobre la visita de los delegados del arzobispo de Tarragona realizada entre 1312 y 1314, aparece citada como St. Policarpi de Cortaç. La iglesia perteneció al pagus Ollorbitensis.
El edificio sigue la tipología típica de la zona, es decir, una nave con ábside semicircular, y está datada en la primera mitad del siglo xii. Está situada en una elevación del terreno, paralela a la montaña. El escaso espacio de la plataforma en que se asienta, hizo necesaria la construcción de unos muros de contención, y seguramente, el cambio del emplazamiento de la puerta de acceso, antes en el muro meridional, como la de Sant Mamet de Anes, por la actual en la fachada occidental. Probablemente, en esta época se añadieron las dos capillas laterales y la sacristía. La nave es planta trapezoidal. El ábside, que está bastante desviado respecto al eje longitudinal de ésta, es liso y posee una ventana de doble derrame enmarcada por nueve dovelas de piedra toba de tamaño desigual. En el extremo sur se abrió una ventana saetera, probablemente en una etapa posterior. Ya se ha comentado que se tapió la puerta del muro meridional para abrir otra de peor factura, y descentrada, en la fachada de poniente. Se cree que el óculo que hay encima de la puerta, podría ser del mismo momento constructivo. El frontispicio es rematado por una espadaña de dos ojos. Cabe mencionar el cerrojo de hierro que podría pertenecer a la puerta primitiva.
El aparejo está compuesto por sillarejo de piedra de la zona, gris, cortado en bloques alargados de tamaño diverso, dispuesto en hiladas regulares. La altura de los muros, permite pensar en que fueron elevados en una fase constructiva posterior, lo que estaría relacionado con el perfil apuntado de la bóveda de la nave. En cambio, el ábside, enmarcado por un arco presbiterial de medio punto y cubierto por una bóveda de cuarto de esfera, correspondería a la etapa inicial del siglo xii.
Texto y fotos: Montse Jorba i Valero
Bibliografía
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