LAMIDOS SUS MUROS POR LAS AGUAS DEL RÍO que a su derecha corre, abrazada por verdes praderas y en un rincón de paisaje sólo equiparable a los muchos que la naturaleza quiso ofrecer a Liébana, la iglesia de Vada se aparta un poco, hacia el Este, del núcleo principal de la aldea. Su espadaña, de sólo dos troneras, se coloca sobre el hastial occidental. Es del tipo de iglesia multirrepetido en el valle: una sola nave de mampostería, salvo esquinales y vanos, y cabecera rectangular. La puerta, situada en el muro norte de la nave única, lleva tres arcaduras prismáticas, lisas y apuntadas, sin chambrana, que apoyan sobre cimacios biselados sin ningún tipo de decoración. En el muro sur hay una ventanita que se decora con moldura de triángulos. La cronología, salvo añadidos, podría llevarnos el templo al siglo XIII avanzado, pero siempre con esa vacilación a que obligan estos medios rurales amigos de pervivencias.