Identificador
              09133_04_005
          Tipo
          
      Formato
              
          Fecha
              Cobertura
              42º 31' 39.54'' , -   3º 54' 22.99''
          Idioma
              
          Autor
          Jaime Nuño González
              Colaboradores
          Sin información
              Edificio Procedencia (Fuente)
              País
              España
          Edificio (Relación)
              Localidad
              Las Hormazas
          Municipio
              Las Hormazas
          Provincia
          Burgos
              Comunidad
              Castilla y León
          País
              España
          Claves
          
      Descripción
              BORCOS ES EL MÁS ORIENTAL de los tres barrios que forman el conjunto de la población, el más recóndito de todos, situado en un vallejo con abundantes fuentes, regado por el arroyo de San Pedro. La iglesia se halla a la entrada, precedida por viejos castaños, frente a restos de unas tapias que la tradición local asegura que pertenecieron a una casa premonstratense. La iglesia, bajo el culto de Santiago Matamoros, es un edificio gótico donde se aprecian distintos paramentos de diversas épocas. No es fácil distinguir entre ellos posibles construcciones románicas, aunque en el muro exterior norte, en su mitad occidental, se aprecia un paramento que ocupa la mitad inferior del actual edificio, construido a base de sillería y que bien puede pertenecer a una antigua iglesia románica. Los argumentos a favor de esta identificación son las marcas de talla a hacha, instrumento característico de la época románica, así como los numerosos signos de cantero que muestran estos sillares y que desaparecen en el resto de los muros. A esta antigua construcción puede pertenecer también un canecillo ubicado ahora sobre el alero gótico de una pobre dependencia de mampostería adosada al este del templo. Representa a una figura humana, con la cara totalmente erosionada, aunque por su actitud parece ser un contorsionista. Otro canecillo, emplazado en uno de los antiguos aleros góticos, posteriormente recrecidos, muestra la cabeza de un diablo, con sus cuernos, aunque esta pieza perfectamente podría pertenecer a la fábrica del primer gótico, cuyo resto más significativo es la portada que se abre en la fachada sur.
           
        
    