Identificador
              50267_01_270n
          Tipo
          
      Formato
              
          Fecha
              Cobertura
              42º 26' 6.04'' , -1º 1' 52.99''
          Idioma
              
          Autor
          Jesús Andrés Navarro
              Colaboradores
          Sin información
              Edificio Procedencia (Fuente)
              País
              España
          Edificio (Relación)
              Localidad
              Sibirana
          Municipio
              Uncastillo
          Provincia
          Zaragoza
              Comunidad
              Aragón
          País
              España
          Claves
          Descripción
              A unos 65 m al Norte de las torres, sobre un cerro situado al otro extremo de lo que debió de ser el patio de armas de la fortaleza, hoy ocupado por una construcción algo inapropiada, se eleva la ermita de Santa Quiteria. Se trata de una iglesia románica de nave única rematada en ábside semicircular. Sus medidas interiores, 11,20 m de longitud por 4,70 m de anchura, reflejan las pequeñas dimensiones de este edificio. La nave tiene mayor anchura que el presbiterio, con 4,19 m, y éste a su vez es de mayor anchura que el ábside, con 3,72 m. La puerta de acceso está situada en el lado sur de la nave, en lo poco que aguanta en pie del muro de este lado. Tres vanos iluminaban el templo, uno en la cabecera, otro en los pies, y un tercero en el lado sur, junto al presbiterio, aunque este último se encuentra prácticamente derruido. Esta ermita es un edificio de factura simple pero de sillares bien trabajados, con unas hiladas que rondan los 26 y 31 cm de altura, en el que tan sólo existe ornamentación en su portada y en el interior del cilindro absidal. La portada se dispone en el muro sur, junto a los pies, y está compuesta por un arco de medio punto de 1,16 m de luz, con un tímpano en el que luce un crismón circular, trinitario, de siete brazos y aro como marco, con todas las letras en su posición ortodoxa. Al tímpano lo rodea una arquivolta exterior, que presenta una moldura baquetonada en su arista, en el frente y en el intradós. Apea en columnas laterales rematadas con capiteles que presentan ornamentación tosca a base de bolas jaquesas. Este conjunto está encuadrado por otro arco de medio punto liso, bajo un tejaroz actualmente muy dañado, que apoya en sendos montantes rectos configurando un pequeño cuerpo avanzado de 2,80 m de anchura. En las tres caras visibles de uno de los sillares del lado oriental de esta portada se dispone una inscripción con caracteres medievales, bastante deteriorada, en la que todavía se puede leer, según Almería: ANNO MCX... / [AB INCARNATIO] /NE D[OMI]NI. DOMINU[S] PETRUS SOERA / ... / ... NONO S[AN]CNTI MARTINI E /.../ ... ET S. HYRENE Y EPY / ... OCIO ... / ... III N DEC[EM]BRYS / ... ONE ... / ... En el interior del templo, la decoración se reduce a la cabecera, que está recorrida por una imposta con ajedrezado jaqués de tres hileras de billetes en los tramos del ábside y del presbiterio, tan sólo interrumpida por la ventana de medio punto centrada en el ábside, con derrame interno y acabada en aspillera al exterior, enmarcada por un arco de medio punto. La ventana del lado sur, de la que tan sólo se adivina su base debido a los derrumbes de esa zona, tiene una configuración similar aunque sin estar enmarcada exteriormente por otro arco. Por el contrario, la del muro hastial, también de medio punto, abre sin ningún tipo de abocinamiento. En el lado norte del presbiterio, por debajo de la imposta ajedrezada, existe un pequeño   vano eucarístico con de estructura adintelada que aprovecha el grosor del muro. El edificio presenta un avanzado estado de ruina, habiendo perdido casi la totalidad de su techumbre de madera a doble vertiente, junto con varias hiladas de sillares y material de relleno en el muro sur, que en cualquier momento llegará al punto de no retorno. Al sureste de la cabecera de la ermita quedan los últimos restos de algunas tumbas antropomorfas excavadas en la roca y orientadas al Oeste, pertenecientes a la tipología de cabecera cuadrada. Con respecto a la datación, tanto las formas arquitectónicas como los elementos ornamentales, ambos influenciados por el románico jaqués, inducen a pensar en una cronología temprana dentro del siglo XII. Esta teoría se ve apoyada por la inscripción epigráfica de uno de los sillares de la portada, en la que aparece la fecha de 1110, aunque a otros autores les sirve para interpretar que se construiría entre 1112 y 1146.
           
        
    