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Ábside central de la iglesia de Sant Llorenç de Sant Llorenç de Morunys

Identificador
25193_01_002
Tipo
Formato
Fecha
Cobertura
42.1377126,1.5910844
Idioma
Autor
Francesc Rodríguez Beltrán
Juan Antonio Olañeta Molina
Colaboradores
Sin información
Edificio (Relación)

Iglesia de Sant Llorenç de Morunys

Localidad
Sant Llorenç de Morunys
Municipio
Sant Llorenç de Morunys
Provincia
Lleida
Comunidad
Cataluña
País
España
Ubicación

Sant Llorenç de Morunys

Descripción

Monasterio de Sant Llorenç de Sant Llorenç de Morunys

Sant Llorenç de Morunys se encuentra 20 km al Norte de Solsona y 30 km al Oeste de Berga, desde donde se llega por las carreteras C-462 y C-463 respectivamente.

 

En 885, una comunidad de clérigos se estableció en las ruinas de una antigua villa romana denominada Noves y situada en el camino entre La Seu d’Urgell y Cardona, dominó el valle de Lord. Los primeros abades conocidos de esta comunidad, destinada probablemente a la cristianización del valle de Lord, fueron los sacerdotes Bo (c. 910) y Ciendiscle (920-948). En 992 el lugar era ya conocido como Morunys. Pronto gozó del apoyo explícito de la casa condal de Urgell, manifestado, por ejemplo, con generosas donaciones, como las realizadas en 971, 989, 992 y 997. Durante el último tercio del siglo x el monasterio de Sant Llorenç fue haciéndose con un importante patrimonio compuesto por un buen número de dominios y propiedades dispersas por el condado de Urgell, derechos sobre bosques, molinos, villas y amplias extensiones de tierra de cultivo, así como con el control sobre varias iglesias y parroquias. El estudio realizado sobre el diplomatario del monasterio, que ha llegado a nuestros días, ha permitido a los especialistas reconstruir su patrimonio a lo largo de los siglos, y dibujar el perfil de una institución centrada en la explotación de bienes ubicados sobre los numerosos cursos fluviales que pueblan el territorio circundante. En 1019, tras la muerte del abad Llobató, y a instancias del obispo Ermengol y de la familia condal, el cenobio fue reformado. Para ello se nombró abad a Ponç, que detentaba el mismo cargo en Sant Serni de Tavèrnoles, con lo que Sant Llorenç pasó a convertirse en un priorato benedictino dependiente de dicha abadía. No se ha conservado, en cambio, el acta de consagración del templo, que se suele situar en el segundo cuarto del siglo xi. Durante dicha centuria el priorato continuó incrementando su patrimonio. Contó con el favor de Arnau Mir de Tost y de su esposa Arsenda, quienes en 1068 y 1072 donaron al monasterio, en el que estaba enterrada su hija Sança, siete onzas de oro y un alodio. A comienzos de último cuarto del siglo, la comunidad fue nuevamente objeto de una reforma, esta vez propugnada por el legado pontificio Amato, que había sido enviado por el papa Gregorio VII a la diócesis de Urgell. Como consecuencia de la misma, en 1078 Sant Llorenç fue unido al monasterio de Sant Andreu de Tresponts por el Ermengol IV y el obispo Bernat Guillem. Al año siguiente, el conde intentó poner ambos monasterios bajo el control de Santa Maria de Ripoll, a lo que se opuso el de Tavèrnoles, alegando derechos prioritarios, con lo que, finalmente, Sant Llorenç continuó dependiendo de este último monasterio.

 

La iglesia del antiguo priorato de Sant Llorenç de Morunys es un edificio de dimensiones monumentales. A juzgar por los resultados de las diferentes excavaciones realizadas en el siglo pasado, en algún momento del siglo xi, el templo podría haber sufrido las consecuencias de un importante incendio que, al parecer, obligó a reconstruir por completo al menos su cabecera. Esta circunstancia debió de ser aprovechada para modificar también los ábsides laterales originales, que eran  de planta de herradura, por unos semicirculares. Actualmente, su planta basilical está compuesta por tres naves, separadas por pilares cruciformes, y por dos ábsides semicirculares, pues el tercero, el meridional, fue sustituido en el siglo xviii  por una sacristía y la capilla de la Mare de Déu dels Colls. Las dimensiones del templo son considerables, de unos 25 m de largo por más de 11 m de ancho, de los que 7,5 m corresponden a la nave central. Originalmente, el templo era algo más corto, pues, hasta el siglo xvii, la fachada occidental coincidía con el actual arco de entrada al coro, y sobre ella existía un campanario de espadaña de doble vano, que, junto a la fachada, fue destruido en dichas reformas. Sobre el presbiterio de la nave central se alza una cúpula de base elíptica que se sustenta sobre trompas. Los restos del cimborrio románico, de base octogonal, son aún visibles desde el exterior y destacan por su aparejo formado por sillares regulares dispuestos en hiladas uniformes.

 

A lo largo de los siglos, el aspecto exterior del templo se ha visto sustancialmente transformado por las diferentes actuaciones realizadas, pese a lo cual, aún es visible algo de su parte oriental, donde destaca el ábside central. En su paramento exterior, seis lesenas, apoyadas sobre un zócalo de unos 30 cm de altura, determinan siete entrepaños coronados por sendas parejas de arquillos ciegos. En el entrepaño central se abre una ventana de derrame simple hacia el exterior y arco de medio punto. De los dos vanos laterales, ubicados en los entrepaños centrales de cada lado, tan sólo se ha conservado el meridional, pues el otro fue anulado en el siglo xviii al construir un pasadizo para comunicar con el edificio del otro lado del callejón. En la parte inferior del entrepaño central, justo por encima del zócalo, se descubrió una cuarta ventana en el curso de la restauración acometida en 1960, la cual podría corresponderse con una desaparecida cripta. Aunque en tierras catalanas existen algunos ejemplos de cabecera con dos niveles que se corresponde exteriormente con un paramento continuo, como Sant Pere de Ager, Sant Climent de Taüll, Santa Maria de Cardet o Sant Pere de Madrona, este tipo de solución arquitectónica es más frecuente en tierras aragonesas, donde se encuentra en el ábside central de la catedral de Roda de Isábena, en el castillo de Loarre, en el monasterio de Santa María de Alaón o en las iglesias de San Esteban de Sos del Rey Católico, Santa María de Ainsa, San Juan y San Pablo de Tella, Murillo de Gállego o Luesia, estas dos últimas dedicadas a san Salvador. Un precedente para todas ellas es el monasterio de San Salvador de Leyre. En la citada restauración de 1960 se eliminó el recubrimiento de mortero y se resaltaron, de forma bastante tosca, las juntas de los pequeños sillarejos que componen su aparejo.

 

De las entradas que originariamente podría haber tenido el templo, subsisten solamente dos en el muro sur, que comunicaban la iglesia con las dependencias monásticas y de las que una de ellas facilita actualmente la entrada al claustro, y una en el muro norte, que fue cegada. Las tres están formadas por sendos arcos de medio punto. Un cuarto acceso, que se encontraba en la fachada oeste, fue destruido a finales del siglo xiii o comienzos del xiv, cuando se reconstruyó la muralla de la villa. El muro sur del templo, el que coincide con la panda norte del claustro, está reforzado por dos contrafuertes de los que se conserva la parte inferior, y entre los cuales se halla la segunda de las puertas citadas que se abren en este paramento. Está enmarcada por su parte superior con un arco a modo de chambrana que está flanqueado por sendas parejas de arquillos ciegos apoyados en mensulillas de perfil triangular. Esta peculiar combinación de arcuaciones ciegas con arcos de mayor anchura que enmarcan un vano se da también en el ábside de la cercana iglesia de Santa Creu de Ollers, el cual, probablemente, se inspiro en la ornamentación de este muro sur de Sant Llorenç. Sobre esta puerta se encuentra una abertura formada por un arco de medio punto que no parece haber sido una ventana. En este lienzo meridional hay unos mechinales distribuidos en tres hileras. Ocupando los sectores norte y este, y anexo a la iglesia, se encontraba un cementerio, del que se han encontrado restos que se han datado en los siglos xi y xii, y que fue utilizado hasta finales de la Baja Edad Media.

 

En el interior, la nave central se cubre con una gran bóveda de cañón que se eleva hasta los 15 m de altura, y que se ve reforzada por la presencia de cuatro arcos fajones apoyados en pilastras, las cuales, en su parte inferior, forman parte de los mencionados pilares cruciformes. Las naves laterales, más bajas, están cubiertas por bóvedas de arista. En los muros de la nave central, por encima de los arcos formeros que la separan las laterales, se abren sendas series de ventanas de doble derrame y arco de medio punto, cuyo perfil se adapta a la curvatura del arranque de la bóveda. Algunas de ellas han sido cegadas. Los dos ábsides conservados se cubren con bóvedas de cuarto de esfera. Durante las excavaciones realizadas en el subsuelo de la sacristía en 1970 se pusieron al descubierto los restos del ábside sur, que tenía planta de de herradura. Adosado a uno de los restos de sus muros se rescató un fragmento de revoque original de reducidas dimensiones (apenas 15 por 15 cm) en el que figura una inscripción incisa  de finos trazos, en la que puede leerse salus xr/is/ti, con una letra que ha permitido datarla hacia el siglo x. Ya avanzado el siglo xiii, el ábside de la nave central fue profusamente decorado con pinturas murales al fresco, de las que se conservan algunos fragmentos. 

 

Encastrada en el segundo pilar cruciforme del lado de la epístola de la iglesia, a algo más de 1,5 m del suelo, en la pilastra que da a la nave central, es visible una piedra de reducidas dimensiones (18,1 por 20 cm) que cuenta con una interesante inscripción. Este documento epigráfico quedó al descubierto durante el proceso de restauración y limpieza que tuvo lugar en 1975, momento en el que fueron retirados los restos de revoque que cubrían los paramentos. La piedra parece haber sido preparada con anterioridad a las incisiones, pues presenta un aspecto pulido y limpio que contrasta con los otros dos sillares que la acompañan a ambos lados. El texto, que consta de seis líneas de desigual factura y longitud, puede ser trascrito de la siguiente forma: p(ro)pi(t)iet ti(bi) d(omi)no/ ia(m) sic libe(ra)m / somnui (et) s(ecul)i / erue a te ani[ima] / de ore/ ne p(er)erdas d(ei). En él se implora a Dios para que sea propicio con el que fallece –expresada la idea de la muerte con la liberación del sueño y de este mundo– y recomienda que se rece para que el alma no pierda a Dios. Por ello ha sido puesto en relación con el salmo 21.

 

En 1936 el ara de mármol blanco fue despedazada y sus fragmentos colocados dentro de la mesa de altar. No fue hasta 1966 que, cuando al desmontar dicha mesa, volvieron a salir a la luz. Actualmente se conservan en el Museu del Patronat de la Vall de Lord, en Sant Llorenç de Morunys. Salvador Alavedra al estudiarlos y compararlos con una fotografía conservada en el Arxiu Mas, llegó a la conclusión que el ara medía 80 por 90 cm y que la decoración de su orla era un trabajo excepcional procedente del sur de Francia. En relación a la inscripción, este autor y Manuel Riu i Riu han leído los siguientes: Basilanus presbiter, Galanon, Giscafredus presbiter cum omnibus parentibus, Eliseus, Bulgara presbiter, Suniario sacer, Oriolus, Ospedus, Balascu, Ioannes, Ammet, Bernardus presbiter, Recredus, Cilene, Ioanis Foranis, Nicholaus, Moricio, Elionor, Esclavino presbiter, Befredus presbiter, Barbana sacer, Fridericus sacer, Genelon, Salamonis y Elbira, además de la inscripción en mayor formato i(hesus) (x)h(ristus) d(ominus). Han datado esta inscripción a inicios del siglo xi.

 

Al Sureste de la iglesia, se ubica un claustro de planta trapezoidal y discretas dimensiones (17 por 21 m) de estilo renacentista, que sustituyó a otro anterior del cual  se conservan dos arcadas de medio punto en la esquina suroeste.

 

La construcción de la iglesia y de los restos del claustro se han datado en el siglo xi, lo que es coherente con las noticias documentadas sobra la misma y con las inscripciones de los fragmentos del ara de altar.

 

Texto y fotos: Juan Antonio Olañeta Molina/ Francesc Rodríguez Beltrán - Planos: Roberto Presta Sisar

 

 

Bibliografía

 

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