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Canecillos y metopas del ábside

Identificador
33518_01_002
Tipo
Formato
Fecha
Cobertura
Sin información
Idioma
Autor
Maximino Pando Macías
Colaboradores
Sin información
Edificio Procedencia (Fuente)

 

País
España
Edificio (Relación)

Iglesia de San Esteban

Localidad
Aramil
Municipio
Siero
Provincia
Asturias
Comunidad
Principado de Asturias
País
España
Descripción
EL TEMPLO DE SAN ESTEBAN aparece mencionado en el Libro Becerro del obispo don Gutierre como San Esteban de Tabladiello y en él presentaban capellanes los patronos, que llevaban dos tercios de los diezmos de la iglesia. Para hacer referencia al templo aparecen otras denominaciones, como San Esteban de Tabladiello, que actualmente es un barrio de la parroquia, o San Esteban de los Caballeros, mientras que deja de usarse el nombre de Aramil cuando se habla de la iglesia que se está estudiando. Los patronos mencionados en el Becerro pertenecían a la casa de Noreña, según se desprende del análisis de otros documentos que se conservan en la catedral de Oviedo, y de estos nobles de la mencionada casa procede el nombre de San Esteban de los Caballeros. No es hasta mediados del siglo XV cuando Valdediós se hace con los derechos de presentación de la iglesia de Aramil y cuando caen en sus manos otros territorios asociados a la misma. Queda claro que Valdediós no controlaba la propia iglesia de San Esteban de Aramil, que se vinculaba por el contrario a la Casa de Noreña, pero hay que tener en cuenta que este cenobio poseía heredades en lugares vecinos al templo y además tenía relación con Álvaro Díaz, personaje del que recibe territorios cercanos a Aramil. No se puede descartar, por tanto, la participación en la construcción de la iglesia del taller que había intervenido en otros templos que dependían del monasterio de Valdediós, como Santa María de Lugás o San Juan de Amandi, muy relacionados estilísticamente con Aramil. Por otro lado, la iglesia de Ujo, también relacionada estilísticamente con la de Aramil, pudo ser construida por el monasterio de Valdediós, según se desprende de un reciente estudio. Por ello, es posible que en San Esteban haya intervenido un taller que trabajaba también para el mencionado cenobio y con el que contactaría Álvaro Díaz. Como ya se dijo, la iglesia puede datarse entre 1178 y 1204, aunque su fecha de edificación, por las razones estilísticas apuntadas, habría que retrasarla al menos hasta 1200, fecha en que se fundó el monasterio de Valdediós. La iglesia de San Esteban tiene una sola nave rematada en una capilla con ábside semicircular precedido de tramo recto, y se orienta al este. El aparejo empleado en el templo es de mampostería en la mayor parte del mismo, reservándose los sillares bien labrados únicamente para las esquinas, las portadas, las ventanas y otros vanos. En el lado oeste se encuentra una espadaña y debajo de ésta la portada occidental que cuenta con un par de arquivoltas semicirculares, una de ellas decorada mediante zigzag y otra lisa, que reposan sobre cuatro columnas, y éstas a su vez sobre plintos. En uno de los capiteles de la izquierda aparece una cabeza humana mordiendo una hoja que ocupa casi la totalidad de la cesta, pudiendo relacionarse con otras piezas pertenecientes a templos del románico atlántico. El capitel contiguo al anterior se decora mediante motivos de cestería, y los de la derecha de la portada con motivos vegetales: el externo con hojas de nervio resaltado y el interno mediante hojas triangulares con nervios rizados. Completan la decoración de esta puerta monumental un par de impostas ornadas con cintas perladas a las que se unen motivos vegetales, el guardapolvo decorado con billetes y una calavera situada por encima de este último. En el muro sur se abren tres saeteras, dos de ellas con derrame al exterior y la tercera rematada en un pequeño arquillo semicircular que solamente cuenta con derrame al interior. En este mismo lado meridional se encuentra una portada que tiene dos arquivoltas, protegidas por guardapolvo, que reposan directamente sobre las jambas, prescindiendo de las columnas acodilladas. La primera arquivolta se decora mediante una serie de cabezas de pico y la segunda con rollos cerrados, repitiéndose así el mismo esquema que en una de las portadas de Santa María de Lugás. Las series de testas de pájaro mencionadas aparecen en numerosos templos de Inglaterra (condados de York, Lincoln, Herefort, Cornualles, Kilkhampton y otros), Irlanda (Offaly) y en Francia (Normandía, Poitou, Guyena y Borgoña). Su origen puede establecerse en la abadía de Reading (Inglaterra) a comienzos del siglo XII, con la que se relacionan ejemplos asturianos como Aramil. En Asturias, las cabezas de pico se encuentran también en edificios de los valles de Lena y Mieres y en numerosos ejemplos de la comarca de Villaviciosa. De ellas, las más directamente relacionadas con las cabezas de Aramil por su forma triangular son las de las portadas de Amandi (Villaviciosa) y de Ciaño (Langreo). Los rollos cerrados se aplicaron por primera vez en el antiguo reino de León en la puerta del obispo de la catedral de Zamora, y en Asturias se encuentran también en los templos de Ujo (Mieres), Ciaño (Langreo) y Lugás (Villaviciosa). Completan la decoración de la portada el guardapolvo, que se ornamenta mediante trifolias rodeadas por cintas, y las impostas, adornadas con tiras que inscriben trifolias y tetrapétalas. En el lado norte aparecen signos de otra puerta, actualmente tapiada, que comunicaba con una sacristía, de la que solamente se conservan los cimientos, y que era una pequeña estancia cuadrangular. Por último, la nave cuenta con una cubierta a dos aguas que remata en una cornisa en los lados norte y sur con canecillos lisos. El ábside, precedido del tramo recto, es más bajo que la nave y se sitúa al este de la misma. Remata bajo la cubierta con una cornisa ricamente trabajada que reposa en canecillos esculpidos entre los que se sitúan metopas también decoradas. Entre los canecillos, con motivos antropomorfos, destacan dos ejemplares que pueden ser analizados conjuntamente por su temática ya que en uno de ellos se esculpió la figura de un músico tañendo la vihuela y en el otro un saltimbanqui dando una voltereta, lo que parece sugerir una escena juglaresca ejecutada en dos piezas independientes pero interrelacionadas. Otros temas representados en los canecillos muestran un monje sosteniendo un libro abierto, una mujer que parece mostrar los genitales, un personaje portando un tonel en su regazo, una cabeza humana con largos cabellos y una pareja abrazada en actitud erótica. Dentro de los motivos zoomorfos hallados en los canecillos llaman la atención las testas de unos animales monstruosos, con rasgos parecidos a las cabezas de pico, que engullen una hoja u objetos indeterminados. Otros canes de repertorios animales se decoran con cabezas de felinos, una de ellas devorando a un personaje, con pares de serpientes enroscadas y con un cuadrúpedo con la cola vuelta sobre el lomo. También existen canecillos con ornamentación geométrica y vegetal, encontrándose en ellos medios círculos enfilados, bolas, rollos, dientes de sierra, volutas y frutos. En el conjunto de los canecillos de San Esteban de Aramil se aprecian numerosas similitudes con otros pertenecientes a varios templos situados en los valles de Mieres y Lena, especialmente con Santa María Magdalena de la Rebollada y San Martino de Villallana, y con algunas iglesias de la zona de Villaviciosa, como Lugás, Fuentes y Narzana. Las metopas dispuestas entre los canecillos integran rosetas y otros motivos vegetales, destacando entre ellas una decorada con una palmera y otra mediante dos tallos, a modo de gárgolas, que finalizan en flores de lis. Recorre toda la cabecera una imposta decorada con tacos, y en el centro del ábside aparece una ventana con una arquivolta decorada con zigzag y protegida por guardapolvo que reposa sobre dos columnas con capiteles, decorados, a su vez, con hojas dentadas y volutas. En el interior, la nave se cubre mediante armadura de madera. En el lado norte se coloca una puerta que comunicaba con la sacristía, desaparecida actualmente, y en el muro del sur se ubica la portada meridional, encima de la que se colocan varias saeteras con derrame interno. La cabecera aparece precedida por un arco triunfal de dos arquivoltas, una de ellas decorada a bocel, que se protegen con guardapolvo liso y reposan sobre impostas decoradas con tetrapétalas y a la vez sobre dos pares de columnas de fuste monolítico cuyos capiteles no se conservan. Toda la cabecera se adorna mediante una imposta lisa, situándose en el centro del hemiciclo una ventana con derrame interno y guardapolvo. Una vez analizadas las características de San Esteban de Aramil, se aprecian en esta iglesia numerosos elementos que la relacionan con otras románicas de la zona de Villaviciosa, como Santa María de Lugás, San Juan de Amandi y Santa María de Narzana, y también de los valles del Nalón y del Caudal, como San Esteban de Ciaño (Langreo), Santa María Magdalena de La Rebollada (Mieres) y Santa Eulalia de Ujo (Mieres). Una parte de los edificios mencionados se construyó seguramente por orden del monasterio de Valdediós, con el que estuvieron relacionados los patronos de Aramil, por lo que podemos concluir con que el de San Esteban fue construido por el mismo taller que los templos citados, que se vinculaban además al mencionado cenobio cisterciense. Una imagen de una Virgen tardorrománica del siglo XIII, que pertenecía al templo de San Esteban de Aramil se deposita actualmente en el Museo de la Iglesia de Oviedo, en cuyo apartado se hace un pequeño comentario sobre ella.