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Vista general desde el sur de Sant Andreu de Sallent d'Organyà

Identificador
25077_01_030
Tipo
Formato
Fecha
Cobertura
42.181895, 1.216992
Idioma
Autor
Juan Antonio Olañeta Molina
Colaboradores
Sin información
Edificio (Relación)

Sant Andreu de Sallent d' Organyà

Localidad
Coll de Nargó
Municipio
Coll de Nargó
Provincia
Lleida
Comunidad
Cataluña
País
España
Ubicación

Sant Andreu de Sallent d'Organyà

Descripción

 

COLL DE NARGÓ

Iglesia de Sant Andreu de Sallent d’Organyà (o Sant Maximí)

En el kilómetro 37 de la carretera L-511, de Coll de Nargó a Isona, se debe cruzar el estrecho del Codó y tomar un desvío hacia el Norte en dirección a Sallent. Tras 9 km y, ya pasada dicha población, se llega a la iglesia, que se encuentra al pie del camino.

 

En 1036, un alodio situado in appendicio Sancti Andree apostoli fue donado a Santa Maria de La Seu d’Urgell. Años más tarde, en 1099, se vendía otro alodio en appendicio Sancti Andree.

 

La iglesia dedicada a san Andrés, y también conocida popularmente como Sant Maximí,  presenta una planta formada por una nave rectangular y una cabecera trebolada en la que el ábside central es de mayores dimensiones que los laterales, además de un campanario anexo en el flanco norte. Este tipo de cabecera, que no resulta extraña en la arquitectura de los condados catalanes –por ejemplo, se da en Sant Pere de Ponts, Santa Maria de Cervelló, Sant Pere de Montgrony o Sant Jaume de Sant Cristòfol, entre otros–, se puede observar también en algún ejemplo cercano, como Sant Serní de Cabó, para el cual, J.-A. Adell y M. L. Cases han propuesto la inspiración en la iglesia de Sant Serní de Tavèrnoles. Los tres ábsides semicirculares que componen la cabecera de Sant Andreu son lisos, se apoyan en zócalos y cuentan con sendas ventanas de doble derrame y arco de medio punto, que llaman la atención por su amplitud. Una imposta corona por debajo de la cornisa los tres paramentos absidales. El aparejo utilizado en la cabecera, compuesto de sillares bien labrados, escuadrados y pulidos, cuidadosamente dispuestos en hiladas uniformes –en algunas de las cuales se intercalan unos mechinales–, contrasta notablemente con el sillarejo menudo y algo irregular empleado en los muros de la nave. En el tramo occidental del muro meridional se halla la puerta, formada por dos arcos ligeramente peraltados en degradación, de los que el exterior tiene la arista biselada. La fachada occidental es lisa y en su parte superior se abre una estrecha y alargada ventana de derrame simple hacia el interior, que tiene aspecto de aspillera. Anexa al muro norte y a la parte oeste del ábside de dicho lado, hay una torre de planta cuadrada, colocada levemente inclinada respecto al eje transversal del templo, cuya parte superior se encuentra mutilada, a pesar de lo cual conserva los restos de una ventana. La techumbre es de doble vertiente sobre la nave, troncocónica en los ábsides y de un único plano inclinado en la torre, en todos los casos realizada con losas de piedra.

 

En el interior, la nave se cubre con una bóveda de cañón reforzada por dos arcos fajones apoyados en pilastras, los cuales determinan tres tramos bastante irregulares en su forma y desiguales en su tamaño, de los que el de mayores dimensiones es el que hace las veces de crucero. Por su parte, los tres ábsides se cubren con sendas bóvedas de cuarto de esfera, y el central está precedido por un arco presbiterial que facilita la transición a la mayor anchura de la nave. También en los laterales se aprecian unos arcos que preceden al hemiciclo absidal, pero son de dimensiones considerablemente más reducidas. En el tramo central de la nave, en el muro norte, enmarcando la puerta que da acceso al campanario, hay un arco formero. A los pies del templo se construyó en época posterior un coro elevado.

 

La prolongación del muro norte más allá del frontispicio y la pervivencia de parte del arranque de la bóveda y de una pilastra en la esquina noroeste de la fachada han llevado a F. Junyent y a A. Mazcuñán a proponer, creemos que acertadamente, que la nave, que inicialmente habría sido más alargada, fue recortada. Ello implicaría que originalmente habría contado con tres arcos fajones, al tiempo que se explicaría la mencionada desigualdad en el tamaño de los tramos de la nave, así como las cortas proporciones actuales de ésta en comparación con la cabecera.

 

Se ha situado la construcción de este interesante edificio en el siglo xii.

 

Texto: Juan Antonio Olañeta Molina/Fernando Arnó García de la Berrera - Fotos: Fernando Arnó García de la Berrera

 

Bibliografía

 

Baraut i Obiols, C., 1980, pp. 45, 63-65, 81-82 y 100-101; Baraut i Obiols, C., 1981, pp. 38-40; Baraut i Obiols, C., 1982, p. 28; Baraut i Obiols, C., 1983, pp. 146-147; Baraut i Obiols, C., 1984-1985b, pp. 107-108; Baraut i Obiols, C., 1986-1987, pp. 63-64; Baraut i Obiols, C., 1988-1989, pp. 86-87; Catalunya Romànica, 1984-1998, VI, pp. 186-187; Miret i Sans, J., 1916, docs. 150 y 160; Vidal Sanvicens, M. y López i Vilaseca, M., 1977, pp. 84-85.