Los trabajos de restauración llevados a cabo en el monasterio de Santa María de Ripoll, fruto del convenio de colaboración entre el Obispado de Vic, la Diputación de Girona y el Departamento de Cultura de la Generalitat y con una inversión aproximada de medio millón de euros, han dejado al descubierto un importante hallazgo arquitectónico, que representa una aportación muy relevante no sólo para la historia particular del cenobio, sino para el arte catalán en general.