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Bóveda y vano cerrado en la sacrístia

Identificador
40540_03_006
Tipo
Formato
Fecha
Cobertura
41º 23' 45.03" , -3º 38' 39.73"
Idioma
Autor
Ignacio Hernández García de la Barrera
Colaboradores
Sin información
Edificio Procedencia (Fuente)

 

País
España
Edificio (Relación)

Iglesia de San Miguel Arcángel

Localidad
Fresno de la Fuente
Municipio
Fresno de la Fuente
Provincia
Segovia
Comunidad
Castilla y León
País
España
Descripción
SITUADO EN EL EXTREMO norte de la localidad, en lo alto de una loma, aislado del caserío y sólo rodeado por terrenos dedicados a la explotación agrícola, se encuentra el templo de San Miguel Arcángel, de Fresno de la Fuente, erigiéndose en atalaya que parece velar por la tranquilidad de la población. Se trata de un templo de formas sencillas, que ha ido sufriendo variaciones y transformaciones con el paso del tiempo y que a día de hoy, tras una reciente restauración, muestra sin vestidura algunos de los componentes de su antigua fábrica. Al exterior se aprecia una cabecera recta, de mampostería y refuerzo de sillería en las esquinas, absolutamente desornamentada, contando únicamente con un estrecho vano en su cara oriental y una cornisa de piedra de perfil abiselado, siendo el resto de elementos de esta pieza (vanos, contrafuertes,...) claramente posteriores. Lo que sería la nave es la parte que hoy se ve más modificada; en primer lugar por su altura que debe ser superior a la original (la disposición de los sillares hacen pensar en elementos remontados). A ambos lados se añadieron elementos a una iglesia que debió ser un modesto ejemplo de nave única; de este modo, en su flanco meridional se incorporó un pórtico, modificado de nuevo posteriormente, que parece conservar una portada en su costado oriental. Se trata de un sencillo arco de medio punto de sillería y perfil de arista viva, trasdosado por una chambrana abiselada, todo ello apeado en jambas rectas, rematadas en imposta de nacela. Hoy este pórtico es un espacio cerrado -con presencia de piezas reutilizadas entre las que se pueden distinguir perfiles abocelados o algún juego de alquerque- al que se accede por la parte meridional a través de un arco de medio punto rodeado por dos vanos de idéntico perfil. En su interior se conserva la portada del templo, una portada compuesta por una triple arquivolta protegida por un guardapolvos con perfil de bisel. De menor a mayor, las arquivoltas presentan perfil recto, bocel muy desarrollado la intermedia y forma cóncava con decoración de líneas de tacos en sus límites la exterior. Estas arquivoltas apean en jambas -la primera y la tercera- y en columnas -la segunda-, siendo la decoración del conjunto muy sencilla, la imposta con doble moldura y corte de nacela da paso a jambas sin decorar y a columnas con estilizado fuste sostenido por basas sobre altos plintos. El capitel del lado izquierdo presenta un motivo de hojas de gruesos nervios y perfil, rematados en piñas, mientras que el de la derecha, aún tratando el mismo tema, parece abstraer más las formas, remarcando además la presencia del trépano. La sencillez de los motivos, así como lo rudo de la talla, son expresión de lo más popular de este período. Como nota singular hay que reseñar la presencia de una inscripción en uno de los sillares que componen el saledizo; su estado de conservación dificulta su lectura, si bien parece intuirse lo que sería una autoría al terminar con el conocido fecit. Al igual que al sur, al norte también se recreció la iglesia, en este caso con una nueva nave, que luce un muro de mampostería rematado por una cornisa de sencillos canes de media caña. En los extremos del templo se ubican de una parte el cementerio y de otra la espadaña de doble vano, que aún conserva las campanas, y parece corresponder al siglo XVIII. Ya en el interior, el espacio se organiza a partir de la importante presencia de la cabecera, siendo esta recta, cubierta con una bóveda de medio cañón, arquerías de medio punto en los laterales y el pequeño vano visto fuera, aquí siendo visible su derrame. Un triple arco de medio punto conforma el toral, apeando en jambas rectas y columnas adosadas. La nave se cubre con madera, como debió ser desde origen. La presencia de dos grandes arcos en la parte norte, así como poder todavía apreciar un canecillo en lo que sería la parte exterior de este muro, hacen pensar en la ampliación citada, apareciendo además varias piezas reutilizadas en lo que actualmente es su muro de caja. En el extremo oriental de esta nave, con acceso desde el presbiterio, se sitúa una sacristía cuadrangular que pertenecía a la fábrica original, como parecen atestiguar tanto el acceso, como la presencia de un vano cegado al lado occidental o la bóveda de medio cañón realizada mediante cofres. Los restos de decoración que se han conservado, como ya se ha visto en la portada, son muy sencillos y esquemáticos, reducidos a los capiteles de las diferentes columnas mencionadas; de esta manera, en el arco toral donde encontramos unas semicolumnas de canon achaparrado sobre sencillas basas dispuestas en plinto y basamento, se encuentran unos capiteles de perfil troncocónico apenas desbastado, sobre el collarino abocelado; la talla es planista, apareciendo unas incisiones que parecen querer recordar volutas, hojas esquematizadísimas y elementos que bien pudieran ser abstractas hojas entrecruzadas en mitad de la cesta, en el de la izquierda, siendo similar el de la derecha incluyendo frutos colgantes. Ya en el presbiterio, se encuentran tres arcos de medio punto por lado, teniendo como apeos los de los extremos en jambas con imposta abiselada a modo de capitel y columnas completas los centrales. Estas columnas, de sencilla e idéntica composición, están formadas por basas con toro y plinto, fuste liso, capitel ornamentado bajo un ábaco que repite el modelo de la imposta visto para las jambas de los extremos. La decoración de dichos capiteles se reduce a abstracciones vegetales de rudísima talla, que además han sido golpeados por lo que de dos de ellos apenas queda nada. En el muro este aparecen unas columnas que podrían proceder del pórtico y conservan mejor el trabajo ornamental, tratando la misma temática vegetal. Situada a los pies, en la nave septentrional, se conserva una pila de bautismo con perfil singular; la copa tiene forma semiesférica y alterna gallones lisos con perfiles rectos que recorren toda su altura, haciendo presentar a la embocadura una silueta mixtilínea, marcada además por una incisión en la parte superior. Como se ha señalado, el vaso carece de ornamentación más allá de una incisión cerca ya de la embocadura, sin embargo y como excepción, dentro de las piezas de rectas que enmarcan los gallones, se distinguen dos con motivos antropomorfos, concretamente la representación muy sumaria de figuras humanas masculinas, trabajadas en relieve, esquemáticas y adaptadas al marco. Presenta unas medidas de 116 x 59 cm, situándose sobre un tenante liso de 29 cm; este a su vez dispone de una basa cuadrangular de 10 cm de altura, decorada con garras en las esquinas y semibezantes ocupando sus laterales.