Identificador
              19210_01_018n
          Tipo
          
      Formato
              
          Fecha
              Cobertura
              41º 14' 30.79'' -2º 43' 57.58''
          Idioma
              
          Autor
          Ana Belén Fernández Martínez,Ezequiel Jimeno Martínez
              Colaboradores
          Sin información
              Edificio Procedencia (Fuente)
              País
              España
          Edificio (Relación)
              Localidad
              Paredes de Sigüenza
          Municipio
              Paredes de Sigüenza
          Provincia
          Guadalajara
              Comunidad
              Castilla-La Mancha
          País
              España
          Claves
          Descripción
              DESDE LA LEJANÍA, y según nos acercamos al pueblo,  se aprecia el alzado de la espadaña de la iglesia, y  ya desde ese momento se toma en consideración  que el templo pudo recibir transformaciones de su original  planta románica. Del siglo XIII, su construcción se asemeja  al modelo arquitectónico que desde el episcopado seguntino  se venía promoviendo para los templos que se construían  en los núcleos recién repoblados. Es decir, iglesia de  una sola nave, de pequeñas dimensiones, con espadaña a  poniente y cabecera con ábside semicircular a oriente,  aunque sobre este modelo hubo excepciones que se hicieron  notar en algunos templos.  Esta iglesia es, por tanto, una construcción románica  en origen, cuya traza puede observarse en algunos de los  elementos que han podido conservarse a lo largo del tiempo  y de sus modificaciones, tanto en el exterior como en  el interior. Durante el siglo XVI se reconstruyó el templo  románico adaptándolo a las nuevas directrices de la época: mayor altura de las naves y la espadaña y sustitución del  ábside semicircular por otro de cabecera cuadrada, reconvirtiéndola  en una nueva parroquia de tintes renacentistas. Al haber sufrido una transformación tan profunda, se  aprecia cómo la fábrica de sus muros es de igual factura, de  sillares definidos, cuidada talla y mampostería como relleno,  que le otorgan unidad al edificio. Dicha unidad, de  gusto renacentista, se rompe en el muro sur, con la apertura  de la portada de ingreso, único elemento típicamente  románico que ha sobrevivido a la reforma de su arquitectura.  La portada se abre, por tanto, en el lado de la epístola;  consta de un arco de medio punto, de estilo sencillo,  similar a la estética impulsada desde el catedralicio seguntino,  como vemos en Palazuelos y Pozancos. Tiene arco  abocinado con cuatro arquivoltas y una chambrana moldurada.  El más interior es dovelado, liso y ancho; los restantes  alternan el fino baquetón con moldura que termina  en chambrana. Descansan las arquivoltas sobre una serie de cuatro  capiteles a cada lado, con decoración vegetal muy simple,  de hojas de palma, a excepción de los capiteles interiores  que se decoran con tres trazos horizontales, todo ello bajo  una cornisa de muy fina línea que arranca desde el ancho  del muro. Se adosan dos columnas a la degradación del  muro en su parte interna, de fuste liso con basa poco pronunciada.  Todo el volumen arquitectónico al exterior es parecido  al de Rienda, en tanto que sus proporciones son similares,  diferenciándose claramente los elementos de espadaña,  nave y cabecera. La cabecera es de planta cuadrada, y  rodeada de contrafuertes como ocurre en Rienda, dos en  los laterales y dos en las esquinas, como soporte de empuje  a la bóveda de crucería del interior. Recorre el alero de  los muros exteriores una cornisa moldurada de la época de  la ampliación, no quedando indicio alguno de los canes  que pudiera tener la primitiva iglesia románica.  En el lado sur de la cabecera se adosa un cuerpo de  planta rectangular que alberga la sacristía y que da al espacio  donde se encuentra el cementerio, el cual se rodea por  un pequeño muro. La iluminación al interior se consigue  con la apertura de dos vanos en la panda sur, de tipología  moderna, con arco de medio punto de amplia luz; ambos  son iguales y casi situados a la misma altura. Se aprecia  pues el cambio de mentalidad constructiva de iglesias más  pequeñas, de poca iluminación de gusto románico y otras  más modernas que iban incluyendo espacios de mayor  altura y con amplios vanos. Por último, cabe señalar que la  espadaña, situada a los pies, es una adaptación posterior y  reconvertida tras sufrir un incendio en esta parte de la iglesia,  como se aprecia en el cambio de fábrica con respecto  al resto de la fachada. En su cuerpo inferior se abre una  puerta que da acceso al interior, y un óculo central para dar  iluminación. Sobre ella, dos cuerpos más, el segundo con  dos huecos de arco de medio punto, siguiendo la influencia  románica, y separado del último por una moldura,  donde se abre otro hueco más pequeño para campanil,  flanqueado por pináculos a ambos lados. El interior de la iglesia consta de una sola nave de tres  tramos, divididos entre ellos por arcos de medio punto  encalados, excepto el arco triunfal que da paso a la cabecera,  que está realizado en piedra vista de sillar. Toda la  nave se cubre con bóveda de cañón con lunetos, encalada  completamente y decorada en tonos claros. Los arcos descansan  sobre una triple cornisa moldurada que recorre  todo el lienzo interior hasta llegar al arco triunfal, y ésta,  a su vez, sobre pilastras adosadas al muro. La cabecera de  la iglesia, de planta cuadrada, se cubre con cúpula de  media esfera sobre pechinas. Ocupan el altar mayor imágenes religiosas y una destacada talla barroca del siglo XVII  de la Virgen del Sagrario con Niño, que aparece sentado  en su regazo.  A los pies de la iglesia debería encontrarse el coro en  alto, sin embargo desapareció debido a un incendio por lo  que toda esta parte fue reconstruida, incluyendo la parte  alta de la espadaña. En esta parte se abrió entonces una  portada de ingreso a la iglesia que aún hoy es aprovechada.  En el costado sur se encuentra, además, la escalera para  subir al campanario.