Identificador
34449_02_001
Tipo
Formato
Fecha
Cobertura
42º 19' 19.78'' , -4º 31' 35.03''
Idioma
Autor
José Luis Alonso Ortega
Colaboradores
Sin información
Edificio Procedencia (Fuente)
País
España
Edificio (Relación)
Localidad
Villalcázar de Sirga
Municipio
Villalcázar de Sirga
Provincia
Palencia
Comunidad
Castilla y León
País
España
Claves
Descripción
LA ERMITA ACTUAL ES UNA CONSTRUCCIÓN del siglo XVIII realizada en piedra, ladrillo y tapial. La cabecera, donde se encuentra el camarín de la Virgen, es de sillería bien trabajada y planta poligonal con ventanas cuadradas. Unas cartelas nos indican quienes fueron los patrocinadores de las obras, los constructores y la fecha de ejecución de las obras, el año 1713. Integrados dentro de esta construcción barroca encontramos los restos románicos de la antigua ermita. En el muro norte, a continuación del camarín, están los sillares románicos y una ventana abierta en arco de medio punto aunque cegada y oculta por un contrafuerte. Esta ventana es muy sencilla y sólo presenta una moldura enmarcándola. Sobre las ventanas del camarín aparecen colocadas tres cabecitas góticas (finales del siglo XIII), de estilo similar a las que decoran el interior de la iglesia de Santa María la Blanca y la fachada del Ayuntamiento. Por otra parte, en el interior de la ermita se conservan también dos capiteles góticos reutilizados como pilas de agua bendita que recuerdan bastante a algunos de las naves de la iglesia parroquial. Es posible que todas estas piezas fuesen allí colocadas por Francisco de Arratia Curiel, encargado de la reconstrucción de la ermita en 1713 y que años después, en 1726, intervino en el templo parroquial. Revilla Vielva cuenta que la ermita era “antes parroquia, cerca de la cual iba a parar según dicen, un subterráneo que comienza en un pozo que se abre dentro de la iglesia de Santa María. No se ha comprobado”. En definitiva podemos decir que la ermita actual es una construcción barroca asentada sobre el mismo lugar en que se levantó una anterior románica de la que tan sólo se ha conservado parte de su muro septentrional, incluida una antigua ventana. Aunque estos restos tan exiguos no permiten hacer muchas precisiones, es indudable que los sillares conservados presentan una labra a hacha de factura románica.