EL TEMPLO ESTÁ UBICADO en una de las plazas de la localidad, abriéndose a esta por su costado occidental, careciendo de construcciones adosadas, motivo éste junto con lo moderno de su fábrica y sus cuidados que le hacen presentar un muy buen aspecto. Conserva, sin embargo, algunas piezas sueltas que son prueba de su origen; de este modo se pueden encontrar restos de molduras aboceladas entre la mampostería de su muro septentrional, de manera muy fragmentaria. Pero es en su interior donde se conserva la pieza en mejor estado; se trata de la pila bautismal, situada a los pies de la única nave de la iglesia. Es una pila de media naranja decorada con gallones salientes enmarcados por unos estrechos listones verticales que desde el pie se desarrollan verticalmente hasta llegar a la embocadura, donde se sitúa una moldura lisa. En su interior aparecen gallones trasdosados, de forma cóncava, decorándose la embocadura por una ligera incisión. El vaso tiene unas medidas exteriores de 124 cm x 59 cm contando con una altura total, incluyendo el tenante, de 86 cm. En una de las calles que parten de la citada plaza, junto a la puerta de una vivienda moderna, se encuentra una pieza suelta y descontextualizada, formando parte de la mampostería de sus muros; esta pieza que bien podría ser una dovela, está decorada con dos flores hexapétalas inscritas en círculos, siendo la talla de escaso bulto y presentando los carnosos pétalos una mínima decoración incisa que remarca su perfil y nervios centrales. La información acerca de la existencia de esta pieza, además de toda la proporcionada sobre la historia y diversos avatares, se debe a Jaime de Hoz y Fernando Vela, grandes conocedores de todo lo concerniente a esta villa, a quien desde aquí agradezco su amabilidad y gentileza.