Identificador
39011_03_001n
Tipo
Formato
Fecha
Cobertura
43º 27' 20.29'' , -3º 38' 13.08''
Idioma
Autor
Jaime Nuño González
Colaboradores
Sin información
Edificio Procedencia (Fuente)
País
España
Edificio (Relación)
Localidad
Güemes
Municipio
Bayero
Provincia
Cantabria
Comunidad
Cantabria
País
España
Claves
Descripción
SITUADA EN EL BARRIO DE “EL CAGIGAL”, la ermita de San Julián mantiene aún recuerdos románicos, muy pocos, en una iglesia edificada muy posteriormente, con estructura gótica bien patente y planta de dos naves que sufrieron también reformas más modernas sobre todo en la cabecera de la nave del evangelio, que sin duda hicieron difícil el conocer como fue su viejo plano románico, tal vez consistente en una sola nave, la actual de la epístola, con cabecera rectangular y todo ello de mampostería. Exteriormente, en la cornisa de la nave de la epístola, se pueden ver trece canecillos de tipo románico, pero que parecen piezas de una cronología que podrían llegar a los años finales del XIII, y con un arte de reminiscencia claramente de inspiración rural. Todos son de caveto y de pequeñas proporciones, que esculpen sobre la concavidad diversos objetos. Sobre el primero una punta de diamante; el segundo un rollo en lo alto, horizontal; el tercero, una especie de bolsa a la izquierda y algo como un bastón a la derecha; el cuarto, talla dos bolas tangentes; el quinto, una especie de figura indeterminada que pudiera querer representar sentar un falo; el sexto, cabeza humana, de forma ovoide; el séptimo, en caveto y sin decoración; el octavo, con punta de diamante; el noveno con cuadrúpedo mirando hacia la izquierda ¿un agnus dei?; el décimo, con otra punta de diamante; el undécimo y el duodécimo en caveto sin decoración; el decimotercero con la repetida punta de diamante. El interior de la ermita es, como dijimos, preferentemente gótico del siglo XV-XVI, que conserva capiteles de esta época, con relieves continuos de tipos populares animalísticos. Documentalmente se conocen reformas en 1669 (puerta sur, espadaña, etc.) dirigidas por el maestro de cantería Francisco del Cueto, y otras en 1735 (reedificación de la capilla mayor) por Mauricio de Ahedo. La historia de esta ermita de San Julián de Güemes nos es totalmente desconocida. Viadero Crespo piensa que, al no ser citada en la pesquisa que en 1210 se hizo sobre los bienes de Santa María de Puerto y sí a su vecina iglesia de San Facundo, que así demostró su pertenencia al monasterio santoñés, la de San Julián, desde antiguo, pudo ser un monasterio “independiente”, ya que los vecinos de Güemes, por tradición, la llamaban “la abadía”.