Identificador
39034_05_027n
Tipo
Formato
Fecha
Cobertura
43º 15' 14.85'' , -4º 28' 51.68''
Idioma
Autor
Esteban Sainz Vidal
Colaboradores
Sin información
Edificio Procedencia (Fuente)
País
España
Edificio (Relación)
Localidad
Sobrelapeña
Municipio
Lamasón
Provincia
Cantabria
Comunidad
Cantabria
País
España
Claves
Descripción
EN EL VALLE DE LAMASÓN, no lejos de la iglesia de Lafuente, el pueblo de Sobrelapeña se asienta en un paraje muy bello, situándose la parroquia en alto. De su edificio primitivo románico sólo se conserva, al exterior, y de una cronología ciertamente avanzada, la puerta meridional, situada dentro del soportal que en esta parte de la iglesia protege la entrada. Con sus cinco arquivoltas lisas, prismáticas, todas de medio punto, y dos columnas a cada lado, con capiteles de excesiva altura y cestas muy poco trabajadas de vegetales estilizados, salvo el más interior del lateral derecho, cuyo motivo parece sugerir un caballo de patas alzadas la puerta de Sobrelapeña no produce admiración excesiva, a los amantes del románico. Tampoco la estructura exterior de la iglesia, siendo de buena apariencia, poco puede evocarnos el espíritu altomedieval, que sólo se anima al cruzar el umbral y encontrarnos, en la cabecera, en los muros presbiteriales, unas interesantes credencias o arquerías pareadas. Son, sin duda, el testimonio de la existencia, antes de levantar la iglesia actual, de otra románica que, a tenor del buen aspecto de las arcaduras conservadas, debió de ser un interesante edificio del siglo XII, anterior a una reforma primera que en el siglo XIV pudo afectar a la vieja puerta anterior, que acabamos de describir. Están estas credencias formadas por dos arcos en cada lado, separados por una ancha pilastra. Los arcos son semicirculares y llevan chambrana de panal o nido de abeja que apoya sobre cimacios moldurados con un estrecho caveto. En cada lienzo del presbiterio hay, pues, dos arcaduras con sus correspondientes capiteles formados por decoraciones muy románicas de espirales que se cruzan (Santillana, Cervatos, etc.) y bolas con caperuza. Los fustes son lisos y monolíticos y las basas se forman todas por un astrágalo, un fuerte toro con lengüetas angulares y un plinto bajo que apoya, a su vez, en banco sobrealzado. A pesar de la proximidad con Lafuente, el románico de Sobrelapeña nada tiene que ver con el estilo popular de aquella iglesia y se enmarca más en la corriente un poco uniformista de canteros que saben las directrices estéticas, muy fijadas, del románico de la primera mitad del siglo XII. Digno de señalar, es también, un capitel aislado, que permanece en el intercolumnio más exterior de la arquería derecha, y cuya procedencia desconocemos, pero que puede sernos útil para afianzar nuestra suposición de una cronología bastante vieja para el primitivo alzado que pudo tener la iglesia. Desgraciadamente su acusado destrozo impide casi completamente adivinar qué se quiso representar. Tan sólo parece intuirse la figura central de un personaje y otros dos a cada lado que alzando la mano derecha parecen ensalzarle. También guarda la iglesia de Sobrelapeña una pila bautismal troncocónica, que por su tipo, aunque pudiera haber sido posteriormente tratada, bien pudiera ser románica.