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Detalle del lado izquierdo del arco triunfal

Identificador
26029_02_015n
Tipo
Formato
Fecha
Cobertura
42º 14' 18.24'' , -2º 9' 36.86''
Idioma
Autor
Minerva Sáenz Rodríguez
Colaboradores
Sin información
Edificio Procedencia (Fuente)

 

País
España
Edificio (Relación)

Ermita del cementerio

Localidad
Bergasillas Somera
Municipio
Bergasillas Bajera
Provincia
La Rioja
Comunidad
La Rioja
País
España
Descripción
EL CEMENTERIO DE BERGASILLAS SOMERA fue en origen una pequeña ermita románica del siglo XII, que quizá estuvo advocada en otro tiempo a Santiago. Del edificio primitivo sólo subsiste la cabecera, compuesta de un ábside semicircular y un presbiterio rectangular de la misma anchura, con mampostería y canto rodado en los muros, sillarejo en los esquinazos y lajas de piedra en las cubiertas. Éstas son una bóveda de horno en el ábside, que se prolonga sin interrupción por el presbiterio en otra de medio cañón. Esta cabecera termina en un arco triunfal de medio punto de sillarejo sobre pilastras de sillería de arenisca, que parece reconstruido. En el exterior del ábside todavía se conserva la cornisa de tejaroz y algunos canecillos lisos, en piedra de sillería. La desaparecida nave está ocupada por el espacio de este pequeño y viejo cementerio, vigente desde el siglo XIX y que todavía sigue en uso. Posiblemente se cubrió con madera y tuvo tres tramos, ya que todavía quedan tres pilastras en el interior del muro norte. El actual recinto conserva cuatro, siendo el último añadido con posterioridad. La actual entrada se ubica en el Sur, en lo que fue el primer tramo de la nave, muro que también se reconstruyó cuando se destinó el solar a cementerio. Hasta los años ochenta del siglo XX el edificio permaneció totalmente arruinado, pero recientemente ha sido acondicionado por los pocos vecinos que quedan en el pueblo, quienes ha arreglado el tejado y han plantado un pequeño jardín en el lado sur. José Gabriel Moya Valgañón sugiere que esta capilla quizá fue en origen un edificio cultual de moros, los cuales abundaron por esta zona en el siglo XII. Su tamaño, materiales y tipología arquitectónica lo asemejan a otros pequeños templos rurales de la Rioja Baja, como los desaparecidos restos de la iglesia del despoblado de San Julián de Ocón, aldea abandonada que hoy es un término perteneciente a los Molinos de Ocón, cerca del Jubera; la ermita de San Blas (antes de San Gil) en Cornago, en el valle del Linares, afluente del Alhama; y la de Santa María de la Antigua (hoy Nuestra Señora de Valvanera) en Aguilar del Río Alhama. Como todas ellas, la capilla de Bergasillas Somera posee las típicas características de los templos del románico rural y popular: pequeñas construcciones de origen local, realizadas con materiales pobres (mampostería o sillarejo), empleando la piedra de sillería sólo en contadas ocasiones para resaltar ciertos elementos, como arcos o pilastras; uso de formas arquitectónicas sencillas (arcos triunfales no doblados que apean sobre pilastras, reducción al máximo del empleo de la columna); planta con ábsides y presbiterios de la misma anchura y una sola nave; vanos casi inexistentes o reducidos a simples saeteras; escaso uso de contrafuertes; gran pobreza escultórica, pues apenas existe decoración monumental y cuando la hay es tosca, sumaria y esquemática; y mano de obra a base de canteros rurales poco preparados y aislados geográficamente.