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Planta

Identificador
37319_01_001
Tipo
Formato
Fecha
Cobertura
Sin información
Idioma
Autor
Luis López de Prado
Colaboradores
Fundación Santa María la Real
Edificio Procedencia (Fuente)

 

País
España
Edificio (Relación)

Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción

Localidad
Cantaracillo
Municipio
Cantaracillo
Provincia
Salamanca
Comunidad
Castilla y León
País
España
Descripción
COMO HEMOS DICHO GÓMEZ-MORENO la cita con el nombre de Santa María del Castillo, aunque curiosamente, a mediados del siglo XIX Madoz la nombra con la misma advocación que tiene ahora. Se halla presidiendo la plaza, en una ubicación suavemente elevada, en el mismo lugar donde Gómez-Moreno supone la existencia de un castillo. Es un gran edificio formado hoy por tres naves separadas por grandes arcos, con techumbre mudéjar y con triple cabecera, elevándose una alta torre sobre la central. Al interior se accede mediante dos portadas, una al norte y otra al sur, precedidas de sencillos pórticos. La mayor parte de la fábrica, en la que domina el ladrillo, es producto de una profunda renovación llevada a cabo fundamentalmente en el siglo XVI, completándose la torre en el XVIII. De la época que nos ocupa sólo ha sobrevivido el ábside central, construido íntegramente en ladrillo, con planta poligonal, seguramente en origen pentagonal, de la que se conservan tres paños completos y el arranque de los dos de los extremos. Consta de tres cuerpos de desigual altura, más cortos a medida que se sube. El inferior presenta en cada uno de los lados un arco de medio punto doblado, enmarcado en rectángulo; excepto el central, todos los demás han perdido la parte inferior a consecuencia de las humedades. El segundo cuerpo vuelve a presentar un arco en cada paño, aunque esta vez de menor altura, con rosca triple y sin enmarque rectangular; el central ha sido destrozado para abrir un ventanal cuadrado. El tercer cuerpo, más corto aún, muestra en cada cara un cuadrado de triple rebaje, aunque pare c e que el remate superior ha sido muy alterado por reformas posteriores, reformas que igualmente hicieron desaparecer el alero original, sustituido por otro moderno y sencillo de ladrillos a sardinel. En el interior esta cabecera está cerrada por el retablo, quedando toda la antigua capilla mayor, ábside y presbiterio, tras él, haciendo las funciones de sacristía. Todo está sin embargo muy reformado, especialmente los muros presbiteriales, que fueron regruesados para soportar la torre . La morfología original del conjunto de la cabecera nos la podemos imaginar a través de la que presenta la ermita de la Vera Cruz, con cuyo ábside guarda grandes similitudes.