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Planta

Identificador
34210_01_001
Tipo
Formato
Fecha
Cobertura
41º 52' 40.04'' , -4º 32' 43.76''
Idioma
Autor
Melquíades Ranilla García
Colaboradores
Sin información
Edificio Procedencia (Fuente)

 

País
España
Edificio (Relación)

Iglesia de Santa María

Localidad
Dueñas
Municipio
Dueñas
Provincia
Palencia
Comunidad
Castilla y León
País
España
Descripción
EL TEMPLO DE SANTA MARÍA, actual iglesia parroquial, se encuentra situado en el punto más elevado de la villa, en la plaza del Conde Vallelano, rodeada de edificaciones y soportales. Ante su fachada principal se abre un amplio espacio a modo de atrio, con acceso escalonado. El edificio aparece sobreelevado respecto al nivel de la plaza que lo circunda y al del pueblo, lo que hace que su silueta predomine sobre las del resto de las edificaciones. La iglesia de Santa María, de grandes dimensiones, se realizó básicamente a base de sillería arenisca. Está formada por tres naves de anchura muy similar que están divididas en tres tramos. Consta además de un transepto que no se acusa en planta y una cabecera incompleta formada por un ábside central poligonal y otro semicircular en el lado del evangelio, ambos precedidos por su correspondiente tramo presbiterial. Ha perdido el ábside medieval correspondiente al lado de la epístola y en su lugar se alza, además de un pequeño museo, la actual sacristía construida en el siglo XVIII. Las naves, de mayor altura la central, aparecen cubiertas con sencillas bóvedas de crucería combinadas con otras de arista. La división entre ellas se efectúa mediante arquerías apuntadas que descansan sobre gruesos pilares octogonales. En el tramo del transepto correspondiente al crucero se eleva un cimborrio exterior que cobija una cúpula sobre pechinas barrocas cuyo tambor aparece calado por varios óculos y remata en una linterna. La cúpula descansa sobre torales y pilares con hornacinas que cobijan modernas figuras de los cuatro evangelistas. A los lados norte y sur del transepto se abren grandes ventanales abocinados con dos arquivoltas, similares a los que aparecen en el de Nuestra Señora de las Fuentes en Amusco. La torre, que aparece a los pies, es de factura escurialense, con cuatro cuerpos y rematada con cúpula, fue terminada hacia 1589 por los canteros Juan de Mazarredonda y Pedro del Río, siguiendo los planos realizados por Alonso de Tolosa. No obstante, parece que el primer cuerpo pertenece a la construcción originaria del siglo XIII. La iglesia cuenta además con una cripta, construida en el siglo XV bajo el patrocinio de los Acuña. La mayor parte del edificio corresponde a una estética ciertamente gótica en la que se aprecian una serie de rasgos estructurales y escultóricos deudores de la tradición del primer cuarto del siglo XIII. De hecho, su disposición planimétrica parece corresponder a aquellos momentos. El tambor absidal del lado del evangelio aparece decorado en el exterior por una serie de canecillos lisos y una única ventana. Su paramento, en el que se observa una cierta disparidad de materiales, se divide horizontalmente en dos cuerpos mediante una sencilla línea de imposta que nace a la altura de los cimacios de los capiteles de la ventana. El interior, cubierto con bóveda de horno, e iluminado por la única ventana abocinada a la que ya hemos hecho referencia, va precedido de un tramo presbiterial cubierto con bóveda de crucería cuyos gruesos nervios descansan sobre columnas angulares. En la misma entrada de la capilla aparecen dobles columnas gemelas de las que Torres Balbás calificaba como típicas de lo hispano-languedociano. El ábside central pentagonal, sobreelevado posteriormente, posee esbeltos contrafuertes cuadrangulares destinados a contrarrestar el empuje de la bóveda de crucería y cinco esbeltos vanos de doble derrame -tres de ellos cegados- muy similares al existente en el ábside del evangelio. Enríquez de Salamanca considera esta construcción como románico-ojival, contemporánea de Santa María de Villamuriel de Cerrato, con la que mantiene ciertas semejanzas planimétricas, si salvamos la disposición y forma de su cabecera. Afinidades que también encontraremos en Amusco. Los vestigios conservados apuntan hacia un edificio cuyos orígenes se remontarían al siglo XIII, “acaso del tiempo del señorío de los Lara” afirma Navarro García. Edificio que al parecer constaría de tres naves, transepto y cabecera triabsidal semicircular, tipología típicamente monástica. Habiendo desaparecido la portada primitiva (que probablemente estuviese localizada en el lado meridional), la portada principal actual se abre a los pies de la iglesia y data de inicios siglo XVI. Otra portada de medio punto se abrió en el siglo XVIII en la nave de la epístola. La decoración más primitiva aparece en los ventanales de la cabecera, transepto y naves. Los del ábside central, muy restaurados, son de medio punto y poseen varias arquivoltas de baquetones y escocias que descansan sobre dos pares de columnas muy esbeltas y estilizadas a base de capiteles decorados con formas bulbosas. Un esquema que se repetirá en el ábside septentrional, aunque a un tamaño más reducido e incluyendo figuración de arpías y cuadrúpedos. Prácticamente idénticos a los ventanales del ábside central, son los que se abren a uno y otro lado del transepto, aunque en este caso las esbeltas columnas -tres a cada lado- del ventanal del lado norte aparecen rematadas por cabezas humanas completamente góticas. Un mayor apuntamiento y distinta configuración presentan los arcos de los vanos abiertos en los muros de las naves laterales, éstos, con derrame al exterior, presentan un arco con chambrana lisa y arquivolta con baquetones y escocias sobre doble pareja de columnillas. Los capiteles se decoran con formas de clara inspiración vegetal que recuerdan la cabecera de Palazuelos y la estética de San Andrés de Arroyo.