Identificador
39001_05_001n
Tipo
Formato
Fecha
Cobertura
43º 23' 46.55'', -4º 8' 2.55''
Idioma
Autor
Esteban Sainz Vidal
Colaboradores
Sin información
Edificio Procedencia (Fuente)
País
España
Edificio (Relación)
Localidad
Oreña
Municipio
Alfoz de Lloredo
Provincia
Cantabria
Comunidad
Cantabria
País
España
Claves
Descripción
POCO PODEMOS DECIR de la historia de esta iglesia o ermita, porque no hemos encontrado, apenas, noticias documentales sobre ella. A pesar de que sobre Oreña aparecen, como en párrafos anteriores hemos apuntado, algunos documentos sobre determinados aspectos, bien sean geográficos con nombres de lugares (Peña Alba, La Forca, Barrio de Camporredondo, etc.) o bien se trate de iglesias o monasterios que en el valle existían: abadía de San Quirce, iglesia de San Justo y Pastor, etc., nada absolutamente hemos encontrado en el Cartulario y pergaminos de Santillana que haga referencia a la iglesia de San Bartolomé, que, sin embargo, debió de ser uno de los edificios más antiguos de la comarca. Evidentemente que hay menciones de otras iglesias, como las referidas al monasterio de San Quirce y Justo y Pastor, que ya vienen citadas en 1031 y 1034, pero que, desgraciadamente, ni existen ni hemos podido averiguar donde pudieron estar. San Bartolomé, sin embargo, según la tradición popular, fue llevada hasta el siglo IX, sin que sepamos que razón pudo existir en esta suposición de los vecinos. Más bien, creemos que ello puede ser una presunción, tal vez no muy antigua, quizás de principios del XX o de finales del XIX, cuando algún erudito de la época, al ver su arco triunfal de herradura, pudo llevarla a ese siglo prerrománico, o que de verdad, antes de levantarse la iglesia románica que hoy vemos, pudo existir otra en ruinas más antigua en el mismo sitio, pues evidentemente, al estudiarse la románica en la década del cincuenta por Hernández Morales, parece que se vieron sepulturas viejas, de lajas. Y así lo da también a conocer Usamentiaga en la página 30 de su folleto. El caso es que cuando, en 1962 llegamos nosotros a conocerla, al preparar el estudio general del románico montañés, pudimos darnos cuenta de que el arco de herradura no se fabricó de construcción, sino que fue un relleno torpe de trozos de teja con argamasa. El arco inicial era, pues, de medio punto, de piedra de sillería, con buenas dovelas cargando sobre las jambas. Es decir, fue proyectado y ejecutado como románico, y, más tarde, imposible saber cuándo, o en los mismos años románicos, se prefirió transformarle en herradura. El caso es que cuando se realiza, se hace de medio punto, de acuerdo con las trazas románicas en los canecillos del ábside. La iglesia tiene una nave rectangular de 13,5 metros de largo, al exterior, y siete de anchura. Toda ella, salvo esquinales, vanos, cornisa absidal y pequeña espadaña sobre el hastial oriental, es de mampostería, tipo de aparejo que, aunque escasamente, suele ser también utilizado en la Cantabria románica muy popular: San Román de Escalante, San Pedro de Castro Urdiales, Santa Catalina (o San Martín) así como el ábside de la ermita del Espíritu Santo, ambas también en Laredo; la de San Bartolomé de los Montes, la de Cerdigo, etc., casi todas las citadas situadas en la zona costera. El ábside de San Bartolomé de Oreña es semicircular con un gran achatamiento en planta de la cabecera. Tiene cornisa de simples sillares calizos, prismáticos, muy rural, tal como son sus canecillos, casi piedras talladas con algún resalte escultórico indefinible. La puerta en arco de medio punto, pero difícilmente encajable en el estilo románico, se encuentra sencillamente abierta en el centro del muro meridional de la iglesia. En el interior, la iglesia se cubría en la nave con tejado a dos aguas y de madera, y el ábside, según Hernández Morales cuando la restauró, respondía “a la irregularidad de su planta, revelando una mano de obra bárbara, pero con un recuerdo de las formas mozárabes. Aunque muy reformada, puede ser una bóveda de medio cañón, apoyando en los muros laterales del presbiterio... y con una pequeña ventana en el lado de la epístola”.