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Canecillos

Identificador
49000_1295
Tipo
Formato
Fecha
Cobertura
41º 30' 12.00'' , -5º 44' 57.57''
Idioma
Autor
Jaime Nuño González
Colaboradores
Sin información
Edificio Procedencia (Fuente)

 

País
España
Edificio (Relación)

Iglesia de Santa María de la Vega

Localidad
Zamora
Provincia
Zamora
Comunidad
Castilla y León
País
España
Descripción
A MEDIDA QUE LA CIUDAD va creciendo y poblándose surgen extramuros, a partir de época altomedieval, nuevos núcleos de población, pequeños arrabales de carácter agrario y artesanal que se caracterizan por su ruralidad y donde la iglesia se erige como centro, articulándose en su entorno las viviendas, eras, huertos y viñas. Es en este ambiente donde surge la iglesia de La Vega, ubicada en la puebla homónima, la cual se extiende frente a la Puerta del Mercadillo, es decir, al norte del primer recinto amurallado de la ciudad, si bien, esta puebla parece adquirir mayor densidad demográfica en el siglo XIII, pasando, así, de “iglesia circundada por viñas y tierras a núcleo periférico con calles e, incluso, con el barrio de Olleros”, en palabras de Ángel Vaca. Respecto a la documentación existente sobre la iglesia de Santa María de la Vega, son pocas las referencias con las que contamos, remontándose la más antigua e importante al 10 de abril de 1151, cuando la infanta doña Sancha la entrega, con toda su heredad, a la catedral de San Salvador y a su obispo Esteban. Su vida como templo perdurará hasta fines del siglo XVIII, concretamente hasta los años 1781 y 1782, fechas que corresponden respectivamente a la declaración de su estado de ruina y aprobación del expediente para demolerla, y a la compra del edificio por un particular, según consta en la documentación del Archivo Histórico Diocesano de Zamora (AP 281.14/12). Al margen de esta documentación, la información más amplia es la que relaciona la Puebla de la Vega con el mundo judío: con su aljama, cementerio y especialmente, su iglesia, con la última sinagoga de la ciudad, ya que, según diferentes referencias fundamentadas en la tradición, ésta pasó de ser sinagoga a ser ermita tras la expulsión de los judíos. Sin embargo, hoy día, ésta es una idea totalmente obsoleta, ya que no está respaldada ni por apoyos documentales -recordemos que la primera referencia es de mediados del siglo XII y que aparece como iglesia- ni arqueológicos. Como hemos visto, nos encontramos ante un templo de origen románico, si bien de este momento constructivo, al margen de otros pequeños restos estructurales, algunos claramente reutilizados, tan sólo ha llegado hasta nosotros el hastial; sin embargo su construcción, aunque típicamente románica, sillares de conglomerado en seco y núcleo de mampostería trabada con argamasa de cal y arena, también se ha visto afectada por las remodelaciones y reformas posteriores. Respecto a los restos estructurales aludidos hay que destacar en primer lugar los nueve canecillos decorados con figuras geométricas vegetales y antropomorfas, existentes en el tramo superior oriental de la fachada sur que, aunque claramente románicos, han sido reubicados durante la reconstrucción, casi total, del edificio realizada en el siglo XIII. Las demás estructuras adscribibles a este momento son las exhumadas en la reciente excavación efectuada tanto en el interior como al exterior de la iglesia y que podemos resumir, en el interior, en un pequeño sector de solado de baldosas de barro cocido asentado sobre el substrato geológico, y en dos cortos tramos de alzado norte y sur -abriéndose en este último un vano de reducidas dimensiones-, sobre los que se documentaron restos de unas planchas de pintura de color rojo. Así mismo, en las catas arqueológicas realizadas junto a la fachada sur, se puso de relieve parte de la cimentación románica. En el resto de alzados se observa claramente cómo el edificio ha sufrido sucesivas remodelaciones que van desde el siglo XIII hasta época contemporánea, ya que tras su pérdida de culto, a finales del siglo XVIII, y pasar a manos de particulares, éstos aprovechan toda la estructura para su reutilización como vivienda y/o almacén. Sin embargo, y como ya se ha apuntado anteriormente, parece ser el siglo XIII el momento constructivo más relevante y en el que además de reaprovechar elementos puramente románicos, como son los modillones cuadrangulares, se añaden otros nuevos en un intento de mantener la dinámica románica. Uno de los elementos más sobresalientes de la iglesia correspondiente a este momento, es la inscripción de tipo funerario existente en el arco de medio punto, conformado por diez dovelas, que configura la portada principal del edificio. Dicha inscripción parece haber sido tallada con posterioridad a la colocación del arco, adaptándose al espacio existente: HIC : REQVIESCIT : FAMVL(us) : D(e)I PETR(us) : ASCENSSII : CL(er)IC(us) : ISTE ECCL(es)IE : Q(u)I : OBIIT : IX : K(a)L(en)D(a)S : + APRIL(is) : ERA : M(illesima) : CCC : V : Esta inscripción se encuentra flanqueada, por un lado, por una rudimentaria figura humana alada y, por otro, por una especie de espiga que conserva restos de pintura de color rojo en sus incisiones y su traducción sería: “Aquí descansa el siervo de Dios Pedro, clérigo de ascenso de esta iglesia, que murió el 9 de las kalendas de abril de la era milésima tricentésima quinta”, una fecha que corresponde al 24 de marzo del año 1267.