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Detalle de pila bautismal

Identificador
16094_01_004n
Tipo
Formato
Fecha
Cobertura
40º 18' 1.67'' , - 2º 31' 8.02''
Idioma
Autor
Iván Amor Carretero Gallarte
Colaboradores
Sin información
Edificio Procedencia (Fuente)

 

País
España
Edificio (Relación)

Iglesia de Nuestra Señora de la Natividad

Localidad
Gascueña
Municipio
Gascueña
Provincia
Cuenca
Comunidad
Castilla-La Mancha
País
España
Descripción
UBICADA EN LA PARTE MÁS ALTA del entramado urbano, majestuosa, domina todo el espacio físico del pueblo. Para acceder a ella se ha de llegar primero a la plaza del Ayuntamiento y, una vez aquí, coger cualquiera de las dos callezuelas que en dirección norte acceden hasta el templo. Comenzada en el siglo XVI, la iglesia ha sufrido varias modificaciones a lo largo de los siglos, sin embargo su armazón permanece intacto. El templo cuenta con tres naves, realizadas en mampostería con sillares en las esquinas y en los diversos contrafuertes, construidos en un orden toscano severo, y cubierta a cuatro aguas. Del cuerpo central parte una torre cercenada y junto a ésta, en el muro de poniente, se abre la principal de las portadas. Realizada en el año 1680 por Francisco Ruiz, es una de las muestras mejor conseguidas del barroco conquense. Consta de dos cuerpos diferenciados, en el inferior se abre un arco de medio punto rematado mediante un frontón cortado; en el superior se halla una pequeña hornacina acompañada por la imagen que da nombre al templo. De su pasado medieval sólo se ha conservado una pila bautismal (119 x 82 cm) guardada en un pequeño habitáculo situado a los pies de la iglesia. Como antes se indicó, el pueblo de Gascueña se encuentra rodeado de diversos despoblados, uno de los cuales es Plieguezuelo, de donde se supone que procede esta pieza. Según la tradición, en el siglo XV ya estaba completamente abandonado ese lugar por lo que los vecinos de Gascueña decidieron trasladar a su iglesia la vieja pila bautismal, con tan mala fortuna que el carro que la transportaba se incendió en el camino, dañando considerablemente la pila y otorgándole el color negruzco que luce en su parte inferior. La datación de la pieza es difícil de establecer y quizás haya que encuadrarla más dentro de la tradición románica que en los siglos propios del estilo. Aún así, esta obra se puede catalogar dentro del grupo de pilas decoradas con gajos, tan abundantes en la provincia. El vaso se puede dividir en dos partes: por un lado, la cenefa superior decorada mediante cordón liso en zigzag, y por otro, la decoración mediante gallones remarcados que tienden a unirse en la parte inferior de la copa. Sin embargo, también hay que señalar que, aproximadamente en la mitad de la decoración, los gajos pierden completamente su forma, pasando de tener su parte superior en forma de arco de medio punto a hacerlo de forma cuadrada. Siguiendo con las desgracias sufridas por la pila, hay que indicar que, quizá por culpa del incendio sufrido, la obra fue repintada en un color rojizo que no fue capaz de ocultar el color negro provocado por el fuego. Además, durante el conflicto de la guerra civil la pila perdió parte de su borde superior (arrastrando con él parte importante de la decoración en zigzag), que desgraciadamente fue sustituido por una masa blanquecina, sin la intención de repetir el adorno primitivo. Por último, cabe indicar que presenta una de las decoraciones más prolíficas de la provincia, por lo que no es difícil encontrar pilas similares en diferentes localidades. Así, por ejemplo, serían las halladas en Castillejo del Romeral o la de Valdecolmenas de Arriba, aunque éstas constan de una mejor factura y sus gajos se asemejan más a arcos que a simples gallones.
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