Sant Cosme i Sant Damià de Queixans
FONTANALS DE CERDANYA
Los municipios de Urtx y Queixans se fusionaron en 1969 y adoptaron la denominación de Fontanals de Cerdanya para que no prevaleciera ninguno de los topónimos antiguos. Del término de Urtx provienen los pueblos o núcleos de Urtx, el Vilar d’Urtx (actual cabeza de municipio), Escadarcs, Estoll, Soriguerola, el Mas del Escloper, el Mas de Santes Creus y el Mas de Soriguera; del segundo, los de Queixans, les Pereres, el Mas Montagut, el Molí de l’Anglès y el Mas d’Amunt.
Su espacio geográfico se extiende por las dos vertientes del cerro Rodó (1.751 m) y de las Roques Altes (1.776 m), desde donde se domina el valle de Alp hasta el barranco de Saltèguet, con la orilla del río Segre al norte. La principal vía de comunicación es la carretera N-260, que procede de Ribes de Freser, cruza el Segre hacia Puigcerdà, cerca de Queixans, y comunica también con la red de acceso al túnel del Cadí. Hay una carretera secundaria que une el Vilar con Urtx, y una segunda que va hasta el Pont del Soler, lugar de paso del antiguo camino de Alp a Puigcerdà y posible vía romana que conducía a Llívia. El aeródromo de la Cerdanya se encuentra, en parte, bajo la jurisdicción de Fontanals.
Iglesia de Sant Cosme i Sant Damià de Queixans
El pueblo de Queixans está situado a 1.125 m de altura, sobre una elevación que otea el camino de Puigcerdà y el valle del Segre. Se alarga por el arrabal del Torrent hacia el torrente de Queixans.
Las primeras noticias de su existencia provienen del acta de consagración de la catedral de la Seu d’Urgell, fechada en el 819 pero redactada entre finales de siglo x y comienzos del xi. Más adelante, sabemos por documentos conservados en el Archivo Capitular de Urgell que su interior fue incendiado y padeció los ataques y expolio de sus bienes por parte de los seguidores de los condes de Foix y del vizconde Arnau de Castellbò, durante las revueltas cátaras que tuvieron lugar en los territorios del obispado de Urgell entre los años 1196 y 1241. Posteriormente, la iglesia fue visitada por los delegados del arzobispo de Tarragona entre los años 1312 y 1314. Al igual que la mayoría de templos de la Cerdanya, sufrió la virulencia de la Guerra Civil, y su interior volvió a ser incendiado, hecho que ocasionó la pérdida de un retablo barroco, dedicado a los santos Cosme y Damián.
La iglesia de Sant Cosme i Sant Damià conserva partes de su estructura primitiva, como el ábside y parte de sus muros laterales, con una datación que los sitúan en el siglo xi. Consta de una nave y un ábside semicircular adornado exteriormente con arcuaciones ciegas, que sobresalen apenas 3 cm del muro. Parecidas arcuaciones les encontramos en ábsides de iglesias cercanas, como Sant Andreu d’Angostrina, Sant Romà de Caldègues, Sant Tomàs de Ventajola o Sant Andreu de Baltarga. El ábside posee una ventana de doble derrame, ligeramente descentrada. El aparejo es a base de piedras irregulares de la zona, calizas y esquistos, unidas con argamasa de cal. Posteriormente se añadieron sendas capillas laterales a modo de cruz latina, a la par que se elevaba y se prolongaba la nave, y se incorporaba una espadaña de dos vanos. La fachada oeste fue objeto de una reconstrucción en el siglo xviii, en concreto en 1775, fecha gravada en la dovela central de la portada. Entre 1994 y 1995 se llevaron a cabo trabajos de restauración y consolidación del edificio que se desarrollaron en tres etapas. Entre otras intervenciones, se reconstruyó la espadaña y se consolidó el tejado.
La puerta de acceso conserva parte del herraje original románico, a base de tiras horizontales lisas, cruzadas por otras verticales, acabando ambas en volutas. El umbral está cubierto por una losa sepulcral de 1652, con inscripciones desgastadas por el uso.
Texto y fotos: MONTSERRAT JORBA I VALERO – Planos: JOSÉ MIGUEL RODRÍGUEZ MANJÓN
Bibliografía
Baraut i Obiols, C., 1979, p. 51; Baraut i Obiols, C., 1992-1993, p. 125; Campillo i Quintana, J., 2007, pp. 90-91; Castell i Serra, J., 1975, p. 257; Catalunya Romànica, 1984-1998, VII, pp. 238-240; Delcor, M., 1977, p. 31; Delcor, M., 1980, p. 133; Gay de Montellà, R., 1949, pp. 54-55; Gros i Pujol, M. dels S., 1996, p. 170; Salsas, A., 1899, pp. 51, 55; Ventosa i Serra, E., 1994-2004, XII, p. 133; Ventosa i Serra, E., 2004 pp. 158-160; Ventosa i Serra, E., 2009, pp. 122-123; Vila, p. 169.