BELLVER DE CERDANYA

Iglesia de Sant Mamet de Anes

La casa de Anes y su capilla forman parte de una propiedad particular que todavía mantiene activa una explotación agrícola y ganadera y que está situada a los pies del serrat de Sobiró, entre los torrentes de Prat de Codina y Faló, al Noreste del pueblo de Prullans. Se accede partiendo desde Prullans hacia Ardòvol, hasta tomar la pista que conduce a la casa de Orèn, y finalmente a la casa de Anes.

La iglesia de Sant Mamet de Anes, que pertenecía al pagus Tollonensis, aparece citada en el acta de consagración de Santa Maria de La Seu d’Urgell de 839. En 949 el obispo Radulf, en su testamento, dejó un alodio en la villa de Anes, a la canónica de Santa Maria de La Seu d’Urgell, y repartió el resto de sus bienes entre su familia y varias iglesias, citando Sant Mamet de Anes. Más adelante, en 1170, Sicards, también en su testamento, nombró albaceas al arcediano Ponç, a su mujer Berenguera y a Berenguer de Saga, repartió su patrimonio entre su esposa y sus hijos, y legó cinco sueldos a Sant Mamet de Anes. Parece probable que el poblado se extinguiera a mitad del siglo xiv, a causa de una epidemia de peste. En 1987 se realizó una restauración de la iglesia en la que se disminuyó la altura de la espadaña.

Se trata de una iglesia de nave rectangular, ábside semicircular, que presenta, además, un elevado frontis en el muro occidental. Éste se levanta hasta desarrollar una espadaña de dos ojos, y presenta en la fachada una ventana de doble derrame adovelada. El ábside es liso con dos ventanas de doble derrame, una en el centro, y otra en el lado sur, ambas con dovelas de piedra toba formando el arco. El muro meridional destaca por su sencillez y sobriedad. La puerta de acceso tiene como único adorno las dovelas de piedra calcárea rojizas que la enmarcan. Sobre ella se aprecian tres ménsulas que debieron soportar un tejaroz, así como dos ventanas de doble derrame, similares a las del ábside. Llama la atención una ventana saetera derramada al interior, situada en el extremo del muro sur, junto al ábside. En el exterior se puede apreciar una pieza de piedra que seguramente formaría parte del altar. También destaca un bloque granítico con una incisión en forma de cruz, que según el propietario de la finca, formaba parte de los cimientos de la casa. 

El aparejo está compuesto por sillarejo de piedra calcárea de tonalidad grisácea de tamaño mediano, unida por argamasa, dispuesta en hiladas regulares.

Ya en el interior, la visión de la nave desnuda, impacta por su sencillez. La nave está cubierta por una bóveda de cañón ligeramente apuntada, que da paso a la bóveda semicircular del ábside. En el fondo de la nave, se levanta el muro sobre unas gradas de roca, cortadas a modo de escalones. Parece que en el siglo xi el basamento del muro se asentaba unos 2 m más adelante que el actual.

La puerta de madera consta de dos batientes que conservan ocho piezas de herrajes consistentes en barras planas y lisas, acabadas en dobles parejas de volutas de una espira. Están dispuestos en cuatro registros por parejas. Conserva, así mismo un cerrojo y tiradores de factura sencilla con incisiones cruzadas irregulares.

Texto y foto: Montse Jorba i Valero

Bibliografía

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