Sant miquel de Montella
Iglesia de Sant Miquel de Montella (o Monteia)
La iglesia de Sant Miquel de Montella o de Monteia está situada en una zona montañosa y enriscada, bajo las laderas orientales del Puig de la Calma (1.050 m). Para acceder al lugar debemos partir de la autovía de Olot a Besalú (A-26), de la que saldremos a la altura de Argelaguer para tomar la GI-523 hacia Tortellà, y de aquí la GI-5236 hacia el noreste. Seguiremos por el primer desvío a la izquierda, hasta llegar (al cabo de unos 9 km a través de una pista sin asfaltar) al vecindario de Monteia. Dejaremos allí el vehículo, y continuaremos a pie unos 10 minutos para llegar a la iglesia.
A pesar de que ya consta la denominación de Monteia o Montella en el año 871, la primera constancia escrita data del año 1221 cuando el obispo de Girona, Alemany d’Aiguaviva, firmó una donación de diezmos que hizo Arnau de Sales. Más adelante, en 1228, un documento deja constancia de las donaciones que hizo Alemanda de Sales, y en 1279 y 1280 aparece citada la iglesia en las Rationes decimarum de la diócesis de Girona. Ya en el siglo xiv, en concreto en 1362, la iglesia de Sancti Michaelis de Montilias aparece en el Llibre verd del Capítulo de Girona. En el siglo xvi perdió su condición de parroquia, pasando a ser sufragánea de Santa Maria de Tortellà. El lugar perteneció a la baronía de Sales.
Se trata de un edificio del siglo xii o inicios del xiii, levantado sobre uno anterior probablemente del siglo xi, del que se conservan algunos elementos. La iglesia tiene nave única cerrada por un ábside semicircular en el que se abren dos ventanas de doble derrame. Por encima del ábside se sobrealzó el muro de levante, que muestra una pequeña ventana con forma de cruz griega. La puerta de acceso, en forma de arco de medio punto adovelado, está ubicada en el muro sur, que además presenta una ventana también de derrame doble derrame, coronada por un arco de medio punto monolítico. La iluminación se completa con una gran ventana de doble derrame en la fachada de poniente, que además va coronada por una espadaña de un solo vano. La bóveda de la nave es de cañón apuntado, y el aparejo alterna sillares de grandes dimensiones con otros de menor tamaño, dispuestos en hiladas regulares. El muro norte conserva una cornisa en caveto.
En el interior, se observa también el aparejo y una cornisa en caveto que recorre todo el edificio y sirve de arranque a la bóveda ligeramente abocinada de la nave. Al presbiterio se accede por dos escalones tras pasar entre los dos bancos de piedra que están unidos a los muros laterales casi en el centro de la nave. Destacamos, asimismo, un banco corrido que se encuentra adosado a ambos lados de la nave.
Pila bautismal
En el ángulo noroeste del edificio se conserva una pila bautismal de piedra, tallada en un bloque monolítico con forma troncocónica, con la boca más ancha que la base. Su estado de conservación es bastante deficiente y su datación, al igual que otras pilas románicas de iglesias rurales de la zona, debe situarse entre los siglos xii y xiii.
Texto: MONTSE JORBA I VALERO – Fotos: FRANCESC XAVIER LLAGOSTERA GELIS– Planos: FRANCESC XAVIER LLAGOSTERA GELIS
Bibliografía
Catalunya Romànica, 1984-1998, IV, pp. 60, 85, 313-314; Mallorquí Garcia, E., 2014, pp. 160, 170; Monsalvatje y Fossas, F., 1889-1919, XII, XVII; Murlà i Giralt, J., 1980, pp. 154-197; Murlà i Giralt, J. y Teixidor i Santaeulària, J., 1999, pp. 93-95; Pagés i Pons, J., 1988; Rius i Serra, J. M., 1946, pp. 76, 89; Sala i Canadell, R. y Puigdevall i Diumé, N., 1977, p. 96.