LA ERMITA DE SANTIAGO DE CARTES se halla en las proximidades de este bello pueblo que aún conserva reminiscencias arquitectónicas de pasados siglos. No aparece citado en los Cartularios medievales, ni el pueblo ni la ermita de Santiago. Es un edificio románico ya muy avanzado, cuya techumbre y muros han sido reformados. Conserva sólo, como destacado, la puerta en arco apuntado con dos arquivoltas del mismo sentido formadas por baquetones muy finos. Apoyan sobre cimacio decorado con surcos longitudinales, muy sencillos, colocados sobre jambas de sillares sin la existencia de columnas. A ambos lados de la última arquivolta sobre el muro, hay incrustados dos relieves, cada uno con una figura muy toscamente realizada. La de la izquierda con traje corto y la de la derecha con una especie de “trubucos”, y cinturón, con la mano izquierda sosteniendo una especie de libro y con la derecha un posible estandarte. La factura de ambas es enormemente popular y carente de estilo. Su fecha es, por ello, difícil de determinar, si bien puede ser iglesia incluso de ya avanzado el siglo XV.