Santa Brígida d'Amer
Ermita de Santa Brígida
La ermita de Santa Brígida se encuentra al Noreste de la población de Amer, en lo alto de un risco desde donde se divisa una magnífica vista panorámica de la comarca de la Selva. En el lugar se practica la actividad del parapente lo que proporciona imágenes espectaculares.
Se accede a la iglesia desde la villa de Amer, partiendo del cruce de la carretera C-63 con la calle Santa Brígida. Continuamos por este último vial en dirección al cercano campo de fútbol, hasta llegar a un cartel que indica el camino hacia el templo, cuyo último tramo debe realizarse a pie.
No se conocen referencias documentales a esta iglesia, pero se cree que el edificio original se levantó en el siglo xi, y luego se reconstruyó en el xvii. En origen, Santa Brígida fue una capilla dependiente del monasterio de Amer. Es muy posible que durante los terremotos de 1427 quedará notablemente destruida, tal y como parecen indicar las diferentes partes constructivas tanto en el interior como en el exterior.
El edificio original era de nave única de planta rectangular, cubierta con bóveda de cañón y ábside semicircular en el costado oriental. Llama la atención una edificación adosada en la parte del ábside que tiene forma de pentágono irregular, de tres plantas. Toda la iglesia está sobrealzada; encima de la bóveda hay una buhardilla con el mismo nivel de tejado que la edificación unida a levante.
La estructura del ábside, cubierto con bóveda de cuarto de esfera, solo es visible desde el interior, dado que por el exterior tiene el edificio adosado ya mencionado, al que se accede por una puerta abierta en el centro del ábside, que dificulta su observación. En el muro meridional se abren dos ventanas de derrame simple, de las que sólo la más occidental parece corresponder a la etapa románica. La puerta de acceso, adovelada, se sitúa en la fachada occidental.
El aparejo, que se observa en el interior del edificio, es a base de piedras sin desbastar, de distinto tamaño y trabadas con abundante mortero en la zona de los muros y de la bóveda. En la bóveda absidial es de mejor factura, con bloques de tamaño regular, dispuestos en hiladas regulares. La zona de la nave y el presbiterio están separadas por un arco adovelado que se sustenta en bloques de gran tamaño, a modo de pilastras.
El estudio del edificio permite intuir diversas fases constructivas. Cabe situar hacia finales del siglo xi la construcción de la iglesia románica, mientras que los elementos posteriores corresponden a la gran reconstrucción del siglo xvii.
Texto y fotos: Montse Jorba i Valero
Bibliografía
Catalunya Romànica, 1984-1998, V, pp. 258-259; Monsalvatje y Fossas, F., 1889-1919, XVIII, p. 87; Peidró i Rami, E., pp. 28, 42-43; Pladevall i Font, A. y Olavarrieta i Santafé, J., 1989, pp. 21-22.