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Interior

Identificador
34820_02_002
Tipo
Formato
Fecha
Cobertura
42º 54' 55.50'' , -4º 14' 35.83''
Idioma
Autor
Sin información
Colaboradores
Sin información
Edificio Procedencia (Fuente)

 

País
España
Edificio (Relación)

Iglesia de Santa María la Real

Localidad
Valberzoso
Municipio
Brañosera
Provincia
Palencia
Comunidad
Castilla y León
País
España
Descripción
LA PRIMITIVA IGLESIA de esta localidad fue monasterio de Santa Eufemia, advocación relacionada quizá con Santa Eufemia de Cozuelos. Rafael Navarro aventuraba como fundadora del monasterio a la reina doña Sancha Alfonso, por asimilación a otras casas en territorio de Cozuelos, aunque no se encuentra el testimonio documental que asevere tal hecho. En la carta fundacional de la cercana Brañosera se cita el Valle Verezoso como uno de los límites del territorio que el conde Nuño Núñez asigna a los nuevos pobladores, aunque no podemos saber si se trata entonces todavía de un simple pago o es ya un lugar habitado. La localidad aparece de forma efectiva por primera vez en un documento de 1173, en el que el cardenal Jacinto puso bajo la protección del monasterio premonstratense de Aguilar a la iglesia y heredades de Santa Eufemia de Valberzoso. Años después, en 1204, el monasterio de Aguilar compra la iglesia de Santa Eufemia de Valberzoso y otras propiedades por 500 maravedís a Manrique Gómez e hijos. Esta iglesia junto con heredades y collazos del pueblo son confirmados por Fernando III en octubre d e 1231 y a fines del siglo XIII el dominio del monasterio de Aguilar abarca, entre otros territorios, este lugar, que se dedica esencialmente a una producción ganadera. Las referencias documentales de los siglos XIII y XIV son suficientes para justificar su pertenencia al monasterio de Santa María la Real de Aguilar de Campoo como lo prueban las ventas, usufructos, avenencias, conflictos y donaciones que tienen lugar. Confirmando lo anterior, en el Libro Becerro de las Behetrías de 1351-1352, Valberzoso sigue siendo lugar de abadengo perteneciente al abad de Aguilar, e incluso la misma advocación del templo parece reafirmar tal vinculación. La estructura de la iglesia es de una nave, portada abierta en el muro sur, espadaña a los pies y ábside semicircular precedido de presbiterio rectangular, todo ello en excelente sillería arenisca dorada. También utiliza mampostería en el atrio y sillarejo con sillares angulares en el cuerpo de acceso a la espadaña. En el exterior, el ábside se levanta sobre un pequeño podium o zócalo y presenta dos contrafuertes de sección rectangular que dividen el tambor en tres paños. El paño central y el del lado izquierdo están perforados por sendas ventanas formadas por arco de medio punto soportado por columnillas. Tienen chambrana decorada con rombos y una moldura interior a modo de arquivolta con decoración de bolas que apea en capiteles decorados. Éstos se ornamentan con racimos de caulículos, de traza muy popular, y palmas. Los de la ventana central presentan cimacio decorado con entrelazos simples que se asemejan a las molduras del interior. Una hilera de canecillos de formas geométricas decora el alero del ábside y una moldura lo recorre a la altura del arranque de las ventanas. La fisonomía original de la cabecera quedó desvirtuada por la construcción de la sacristía, adosada al norte. El acceso al templo se realiza a través de una interesante puerta de madera reforzada con herrajes medievales similares a los de otras iglesias románicas del norte de Palencia. La portada románica aparece protegida por un atrio cubierto construido hacia 1671, fecha que aparece grabada en un sillar. Se organiza en torno a un arco de medio punto, alrededor del cual se disponen cuatro arquivoltas decoradas (con abilletado, elementos zigzagueantes, boceles y escocias y sogueado) que recuerdan a la portada de Salcedillo, con todo el conjunto protegido por una chambrana decorada con rosetas. Las arquivoltas descansan a cada lado sobre parejas de columnas coronadas por capiteles. En la parte izquierda, el capitel exterior está decorado con cestería regular muy deteriorada mientras que el interior, apenas inciso, presenta una decoración vegetal de hojas abiertas en abanico muy popular. En el tramo derecho, el capitel externo tiene decoración de trama romboidal con elemento floral en su esquina mientras que el interno repite la decoración vegetal del capitel del lado izquierdo, aunque éste se encuentra más deteriorado. El cimacio se prolonga como línea de imposta y está decorado con trama de nido de abeja. Sobre la portada aparece una hilera de canes lisos sobre los que apoya la techumbre de madera del atrio. En el hastial occidental se levanta una espadaña con un cuerpo en el que se abren dos troneras que albergan las campanas, con remate a piñón. Su acceso es posible desde una escalera adosada a los pies del templo. En un momento constructivo posterior, probablemente hacia los siglos XVII-XVIII, se añadió el muro que permite cubrir el cuerpo de campanas y plantear la larga escalera. En el interior, presenta bóveda de horno en el ábside, de cañón apuntado en el presbiterio y parte de la nave y estructura de madera en el resto. La decoración escultórica en este caso se limita a los cimacios de las pilastras que separan el segundo y tercer tramo de la nave, que se coronan con máscaras vomitando tallos entrelazados y flores cuatripétalas inscritas en círculos. Ambas piezas son características de los talleres que trabajaron en templos como Pozancos y Rebolledo de la Torre (ca. 1186). La ornamentación interior del templo se complementa con un conjunto de pinturas murales localizadas en el ábside, presbiterio y muro del evangelio. La temática de estas pinturas se relaciona con escenas de la vida de Cristo, de la Vi rgen y representaciones hagiográficas. Parecen ser labor del denominado maestro de San Felices, activo a finales del siglo XV en varios templos del norte de Palencia (Matamorisca, San Cebrián de Mudá, Vallespinoso de Cervera, Barrio de Santa María, Revilla de Santullán y San Felices de Castillería), sur de Cantabria (Mata de Hoz, La Loma y Las Henestrosas) y noroeste Burgos (Puentes de Amaya). En el muro del evangelio aparece una inscripción que las fecha en 1482. Dice así “ESTA OBRA MANDO FASER IUA(n) G(onzal)ES PADRE DE TRYSTAN FYSOSE ANO DE MILL E CCCC E LXXX E DOS”. Completa el tesoro artístico medieval del templo la imagen titular del mismo, una talla de la Virgen con el Niño del siglo XIII.