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Identificador
33629_02_009
Tipo
Formato
Fecha
Cobertura
43º 5' 15.47" , -5º 49' 36.75"
Idioma
Autor
Maximino Pando Macías
Colaboradores
Sin información
Edificio Procedencia (Fuente)

 

País
España
Edificio (Relación)

Iglesia de San Antolín

Localidad
Sotiello
Municipio
Lena
Provincia
Asturias
Comunidad
Principado de Asturias
País
España
Descripción
EL MONASTERIO DE SAN ANTOLÍN fue fundado en la primera mitad del siglo XI por el conde Fruela Muñoz, un rico hacendado que poseía un amplio patrimonio que se extendía por los valles de Lena, en Asturias, y los de Órbigo, en León. Este monasterio fue consagrado por un obispo, pues así se cita en un documento de 1046, en el que además se afirma que este prelado recibió de manos del conde Fruela un alifafe alfaneque in panno grecisquo, que puede ser un paño griego. El cenobio tenía una comunidad religiosa dúplice, era de carácter familiar y contaba con numerosas decanías repartidas por León y Asturias. Poseía además bueyes, vacas, yeguas, ovejas y otros animales, por ello se concebía, al igual que muchos monasterios de este tipo, como una posesión y no tanto como un centro religioso propiamente dicho. En 1080 la condesa Gontrodo, viuda de Fruela, y su hija María lo donan con todos sus bienes a la catedral de Oviedo, lo que se puede relacionar con la legislación del concilio de Coyanza en contra de la iglesia propia y de los cenobios de carácter familiar. No sabemos si en la época de construcción del templo existía una comunidad religiosa, aunque creemos que sí, pero no debió de ser muy numerosa. Otro pergamino de 1265 nos da noticia de la donación por parte del abad Pedro de los territorios que el monasterio poseía en Villanueva (León) a la abadesa de Otero de las Dueñas. Por lo tanto, cuando se construyó la iglesia románica era todavía un monasterio, al contrario que en tiempos del obispo don Gutierre, en los que ya constaba como parroquia. El templo de San Antolín se localiza cerca del río y apartado del núcleo más antiguo del pueblo. Consta de una sola nave orientada al Este y rematada en una capilla cuadrada, no pudiendo asegurarse la cronología de ambos elementos, al contrario de lo que ocurre con las piezas escultóricas que se encuentran en el edificio, claramente relacionadas con el románico de Lena, Mieres y otras zonas de Asturias, en especial la de Villaviciosa. En la fachada actual se conserva una portada que cuenta con dos arquivoltas, una de las cuales se apoya directamente sobre las jambas y otra sobre dos columnas que rematan en sendos capiteles y las correspondientes basas. La primera arquivolta aparece sin ornamentación y la segunda tiene doble baquetón, en el lado interno decorado con medias bolas, y en el externo, una composición de zigzag, formando un trenzado de rombos, al que se añaden perlas y dientes de sierra. Esta composición es prácticamente idéntica a otra que aparece en una de las portadas de Santa María de Arbas (León) en el alto del Puerto de Pajares. El capitel del lado izquierdo se decora con lacerías, entre las que se sitúan tetrapétalas y pentapétalas, repitiéndose de manera similar en uno de los de Santa María de Arbas. El de la parte derecha de la portada, como también otros localizados en Arbas y en Ujo, se articula en dos registros, uno de ellos formado por hojas nervadas, que llegan a la mitad del capitel, y el otro, por cintas en forma de arquillos que encierran hojas triangulares con nervios rizados. Sobre los capiteles se colocan impostas decoradas con motivos diversos; una de ellas presenta flores de cinco pétalos rodeadas de círculos perlados y separadas por trifolias, siguiendo un modelo que se repite en Santa María de Arbas. Otra se adorna mediante helechos, que se inscriben en tiras con perlas, presentes también en Arbas y en uno de los fustes de La Oliva (Villaviciosa). Una nueva versión de imposta está recorrida por cintas con perlas que se entrelazan, y tiene muestras paralelas en varias iglesias de las que venimos hablando; aparece en una de las ventanas del ábside de Aramil (Siero), en la portada de Amandi (Villaviciosa) y en la portada de Ujo (Mieres). Pegada a la puerta monumental aparece una columna con un capitel que fue reaprovechado como pila de agua bendita y que consta de una fila de hojas triangulares, colocadas en la base, y otra hilera decorada mediante cintas que sostienen hojas, siguiendo nuevamente un esquema existente en la colegiata de Arbas. La nave tiene una puerta cegada en el lado meridional, sobre la que se sitúa una inscripción en la cual se lee: IGLESIA DE ASILO 1773. El muro norte tiene dos ventanas rectangulares, distintas a las empleadas en las iglesias románicas. Al Este se halla una capilla cuadrada construida parcialmente con sillares regulares reaprovechados, encontrándose tallada en uno de ellos la fecha de “1720” y en otro una marca de cantero románica parecida a una “P”. En el interior se encuentran adosados a los muros norte y sur dos arcos que reposan sobre columnas románicas reaprovechadas que encuadran sendos retablos. Rematan estas columnas capiteles de dos tipos: uno de ellos se decora mediante dos filas de tiras perladas que se enrollan a modo de volutas, debajo de las que se encuentran hojas nervadas y una hoja triangular con nervios rizados. Una pieza similar se ubica en Arbas y los mismos motivos aparecen también en otra perteneciente a la iglesia de Ujo. El segundo tipo de capitel presenta dos hileras de hojas lanceoladas sobre las cuales se sitúan cintas perladas que forman arcos entre los que se colocan hojas triangulares con nervios rizados. La capilla está precedida por un arco de triunfo también reconstruido, que consta de una única arquivolta sin decorar y reposa sobre dos columnas, que cuentan con otros tantos capiteles decorados de la misma manera que los dos tipos comentados anteriormente, aunque estos últimos son más pequeños. Por otra parte, la cabecera tiene dos bóvedas, una de ellas sostenida por cuatro nervios que arrancan de las esquinas de otros tantos capiteles, dos de ellos románicos, con la misma decoración que los que se sitúan en la portada. La otra bóveda es de cañón, realizada con sillares regulares, entre los cuales se sitúan cinco piedras cuadradas decoradas con medias cañas a uno de sus lados. En el muro sur se ubica una ventana en forma de saetera, en la que se encuentra un sillar decorado con bolas, que junto a las cinco piezas anteriores pudo formar parte de otra portada. Además, en este mismo lugar y en los lados norte y sur se utilizan impostas románicas reaprovechadas, que ofrecen la misma decoración que las comentadas en la puerta monumental. Cinco sillares de San Antolín presentan los siguientes signos lapidarios románicos con forma de capitales romanas: una “F” que está también en Arbas (León) y Valdediós (Villaviciosa), una “M” presente además en Ujo (Mieres) y Valdediós, una “P” localizada en numerosas iglesias como Arbas, Lugás (Villaviciosa), Amandi (Villaviciosa), Cenero (Gijón) y Valdediós, una “X” ubicada en Arbas, Villamayor (Piloña) y Amandi y una “Y” encontrada por otro lado en Arbas. También fueron halladas en este templo otras marcas de cantero, como la cruz, presente también en Arbas, y uno más parecido a la forma de medio corazón, localizado en este último templo. Como conclusión, podemos decir que seguramente la capilla cuadrada fue construida en época barroca aprovechando materiales de la iglesia románica, según se deduce por las marcas de cantero románicas que presentan sus sillares. La nave podría ser de época románica, aunque la forma que tienen sus ventanas no puede vincularse a este período. Por lo tanto, no sería extraño que hubiera sido construida en época barroca en su totalidad, aprovechando elementos románicos, tal como recoge la tradición. Según ésta, el monasterio de San Antolín se emplazaba en la llamada Hería de San Antolín, una finca situada más arriba del puente, entre la carretera y el río Huerna, y los restos románicos de la iglesia actual procederían de allí. Por otro lado, las marcas de cantero y un importante número de motivos ornamentales de San Antolín relacionan este templo lenense con los de Arbas y Ujo y, en menor medida, con las iglesias de Lugás, Aramil y Amandi. Por tanto, la iglesia, de la que proceden las piezas románicas ya comentadas, fue construida posiblemente entre los primeros años del siglo XIII y la segunda década de esta centuria.