Castillo de Tost
RIBERA D’URGELLET
Castillo de Tost
Coronando el cerro rocoso que custodia el actual despoblado de Tost, se encuentran los vestigios del que fuera su castillo. Para acceder al lugar es necesario tomar la pista pavimentada que arranca al Este de la carretera C-14, a la altura de Hostalets de Tost, cruzar el río homónimo y avanzar unos 4 km. No obstante, la última aproximación al castillo es desaconsejable debido al mal estado general de las estructuras que se conservan en pie alrededor de la peña donde éste se encuentra. La fortificación puede observarse desde la pista que conduce a Castellar de Tost, pues discurre por la ladera opuesta del valle y permite apreciar el privilegio del enclave, desde el cual se domina el curso bajo del río de Tost y su estrecho valle, además de tener un magnífico contacto visual con el castillo de Castellar, con el cual formaría un robusto sistema defensivo.
Se dispone de referencias documentales indirectas sobre la existencia del castillo desde la venta de un alodio en la zona de Tost en 815. La documentación deviene más abundante en el siglo xi, durante el señorío de los Tost, aunque las menciones al castillo continúan siendo indirectas. Principalmente, están relacionadas con la iglesia de Sant Martí, fundada en el entorno del castillo, ya existente en 1030 y consagrada diez años más tarde. El castillo también aparece como referencia para ubicar un terreno en una dación de 1078 y, ya en el siglo xii, es mencionado explícitamente en los documentos de su enfeudación y empeñamiento fechados en 1123-1124, 1129 y 1150 respectivamente.
En el flanco sur de la cima de la peña donde se emplazaba el castillo se conservan restos de lienzos de muro, construidos empleando bloques de piedra no especialmente grandes y dispuestos en hiladas, adaptándose a la orografía del terreno. En el flanco occidental pueden apreciarse arcos de descarga y estructuras que unen las fisuras del peñasco. El mal estado del terreno y de las construcciones adyacentes impiden el acceso al interior de la fortificación, donde consta la presencia de vestigios de una escalera y una cisterna.
La cronología de esta fortificación se alarga más de cuatro siglos, durante los cuales probablemente fue objeto de varias modificaciones para mejorar sus características defensivas y de referente del poder del señorío de Tost. Este linaje fue especialmente fuerte entre los siglos xi y xii, aunque la pugna por el control del valle se revela como una opción de gran interés estratégico que se remonta, como mínimo, a principios del siglo ix.
Texto y foto: ESM
Bibliografía
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