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Vista del interior de Sant Fructuós de Aramunt

Identificador
25161_01_002
Tipo
Formato
Fecha
Cobertura
42.2004, 0.997
Idioma
Autor
Raquel Cardona Segura
Colaboradores
Sin información
Edificio (Relación)

Sant Fructuós de Aramunt

Localidad
Aramunt
Municipio
Conca de Dalt
Provincia
Lleida
Comunidad
Cataluña
País
España
Ubicación

Sant Fructuós de Aramunt

Descripción

Conca de dalt

Iglesia de Sant Fructuós de Aramunt

Las ruinas de la iglesia dedicada a san Fructuoso se alzan, rodeadas de vegetación, encima de la colina que preside la parte más alta del viejo Aramunt, contiguas a un cementerio e integradas en el centro de un conjunto de edificaciones que podrían ser altomedievales. Desde la Pobla de Segur se debe salir por la carretera LV-5182 en dirección al pueblo nuevo de Aramunt. En el inicio del mismo, un hito señala hacia la derecha la pista que dirige a Aramunt viejo. Una vez allí se ha de subir a pie la empinada calle principal hasta el punto más alto.

La primera mención del lugar se remonta a 958, cuando el abad Quint de Lavaix, eclesiástico de la corte ribagorzana y albacea y ejecutor del testamento de su hermano Radipert, donó el alodio que tenía su padre en el lugar de Eramonte. En el falso de Gerri VIII, escrito que posee una datación ficticia del 21 de julio del 940, y que seguramente se redactó en el último cuarto del siglo xi, se incluye el testamento del conde Isarn, quien cedió al monasterio de Gerri unos alodios de su propiedad que tenía en Eramunt en el lugar de Orta. Más adelante, Sancti Fructuosi d’Eramunt consta como iglesia parroquial entre la relación de templos que vieron los delegados del arzobispo de Tarragona en la visita pastoral de 1314. En una visita pastoral realizada en 1758, se afirmaba que la iglesia se mantiene en buen estado de conservación.

El edificio, que ha sido visiblemente transformado a lo largo de la historia, consta de una sola nave cubierta con bóveda de cañón rebajada, de la que sólo se conserva una parte al levante y otra al poniente. La nave está estructurada en dos tramos delimitados por arcos fajones soportados por semicolumnas adosadas al muro. Del arco fajón central tan solo se conserva el arranque, a la misma altura desde donde empieza la bóveda, delimitada por una moldura que recorre todo el perímetro del edificio. Al Este, un ábside poligonal gótico de cinco lados está cubierto por una bóveda nervada que converge sobre la clave, se apoya sobre ménsulas y que se une al primer arco fajón de la nave. Un retablo pétreo barroco con restos de policromía preside el ábside.

En época moderna se abrieron cuatro capillas laterales que todavía conservan sus correspondientes mesas de altar, por las que se puede deambular a través de un corredor de arco de medio punto situado en los tabiques medianeros que separan las capillas. En el muro de occidente se añadió un coro, que ya no se conserva y a causa del cual se reformaría la fachada. En la esquina sureste se edificó una estancia para su uso como sacristía. La puerta de acceso, de grandes dovelas enmarcadas por un guardapolvo, se sitúa en la fachada oeste, y, sobre ella se abre un óculo. Culmina el frontis una  espadaña de cuatro ojos. En unas excavaciones arqueológicas llevadas a cabo cerca de la iglesia en la primera mitad de los años 90, se encontraron, delante de la actual entrada, los restos de un muro que se cree que podría corresponder con el acceso primitivo, de manera que la iglesia podría haber sido más larga en origen.

El aparejo utilizado en las partes románicas está compuesto por sillarejo de piedra caliza, sin embargo, en el resto del edificio predomina un sillar, más o menos regular, de tamaño mediano, exceptuando la bóveda, donde es mayor. Las semicolumnas ostentan unos tambores irregulares pulidos.

 

Adosados a la parte exterior norte hay un conjunto de edificios que no se han logrado interpretar debido a su estado ruinoso. Sin embargo, entre ellos se distingue una torre de planta circular, al Oriente, enlazada por el Norte con un muro que la historiografía ha considerado parte del ángulo noroeste de una iglesia anterior, puesto que muestra un doble resalte y el inicio de lo que se cree que sería el ábside en la zona de levante. El aparejo utilizado aquí es alargado, estrecho, dispuesto en hileras no demasiado uniformes de arenisca que se intercala con sillarejo de mayor tamaño. Esta pared ha permitido situar cronológicamente una primera construcción realizada posiblemente en el siglo xi, la cual estaría relacionada con los edificios que la rodean y una edificación posterior que la substituiría, seguramente erigida en el siglo xii.

En el interior de la iglesia se localizan cuatro elementos con decoración. Tres de ellos son los capiteles que hay sobre las columnas semicirculares, a la altura de la moldura, y que sirven de apoyo de los arcos fajones. Presentan una estructura troncopiramidal invertida, con una de las cuatro caras adosadas al muro y terminan en un cimacio que es la continuación de la línea de imposta. La otra pieza es una basa formada por un plinto prismático en la parte inferior y un cuerpo semicircular. Salvo uno de los capiteles, que presenta un ornato de ajedrezado, el resto de estos elementos muestran una decoración en bajorrelieve a base de tallos vegetales rematados en espiral. La datación que se le ha dado a estas piezas coincide con el periodo constructivo realizado durante el siglo xii.

Texto y fotos: Raquel Cardona Segura

 

Bibliografía

Bertran i Roigé, P., 1979a, II, p. 305; Catalunya Romànica, 1984-1998, XV, pp. 433-434; Puig i Ferreté, I.M., 1991, II, p. 481.