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Interior de la ermita

Identificador
40270_01_012
Tipo
Fecha
Cobertura
41º 7' 34.84" , -4º 15' 48.76"
Idioma
Autor
José Manuel Rodríguez Montañés
Colaboradores
Sin información
Edificio Procedencia (Fuente)

 

País
España
Edificio (Relación)

Ermita de Santa Águeda

Localidad
Carbonero el Mayor
Municipio
Carbonero el Mayor
Provincia
Segovia
Comunidad
Castilla y León
País
España
Descripción
LAS RUINAS de esta pequeña ermita se encuentran enclavadas en un paraje de difícil acceso para el visitante, al norte de Carbonero en el llamado pinar del Temeroso. Para llegar a ella se toma la carretera que conduce de Carbonero hacia Navalmanzo y a unos 4 km se toma un desvío a mano izquierda que por un sinuoso camino de tierra entre pinares y tras recorrer 3 km y cruzar el río Pirón nos llevará junto a los muros del templo. En torno a la iglesia se situaba el antiguo poblado de Temeroso de Santa Águeda, o Temerosillo, perteneciente a la comunidad de Villa y Tierra de Segovia, que toma ese nombre por estar situado a unos 800 metros de otro despoblado Temeroso del cual ya tenemos constancia a mediados del siglo XIII. En 1210 el rey Alfonso VIII de Castilla establece en un documento los límites entre los concejos de Cuéllar y Aguilafuente; aparece citado Termeroso como uno de los lugares que marcaba la línea de separación entre ambos concejos. Durante mucho tiempo estos terrenos pertenecieron al municipio de Pinarnegrillo aunque una modificación en los límites municipales ha motivado que ahora formen parte del municipio de Carbonero el Mayor. Posteriormente ya en el año 1293, Diego de Colmenares señala como el cabildo segoviano premia a su obispo por los favores concedidos con una capilla en capital segoviana para honrar la memoria de sus padres dedicada a San Martín, San Agustín y San Benito, dotándola además de cuantiosas rentas en el término de Tremeroso. Originalmente era un edificio muy sencillo de una nave cubierta de madera probablemente y cabecera cuadrangular. Se conserva en pie una pequeña parte de la cabecera, el tramo presbiterial, y la práctica totalidad de los muros de la nave a excepción de un pequeño lienzo del muro norte. El material constructivo empleado es una pobre mampostería de pizarra reforzada por verdugadas de ladrillo en las esquinas. Se accedía al templo por una portada ubicada en el lado sur construida por ladrillo de la que tan solo queda un pequeño resto, con un arco de medio punto que apoyaba en un cimacio con perfil de nacela. En la parte alta de la fachada occidental se abre una ventana de ladrillo con forma de saetera con un amplio derrame interno. El paso de la nave hacia la cabecera se realizaba a través de un arco de medio punto construido con ladrillo y decorado con tres arquivoltas que arrancan de impostas de nacela. El arco esta enmarcado por un alfiz y sobre él cinco recuadros entre filas de ladrillos. Se produce así un interesante contraste entre el enfoscado blanco de las llagas, las enjutas, y los recuadros, y el color rojizo del ladrillo que contribuye a resaltar las formas arquitectónicas del arco triunfal. Sobre el hastial oriental se alza una espadaña construida con ladrillo compuesta por dos troneras de arco de medio punto y remate triangular. En el cuerpo bajo de esta espadaña se abre una ventana que fue condenada por el extradós de la bóveda de cañón apuntado con la que, con posterioridad a la primitiva construcción del templo, se cubrió el presbiterio. Debido al peso de esta espadaña y al abovedamiento de la cabecera fue necesario reforzar los muros del templo, aumentando el grosor de las paredes del presbiterio con arcos ciegos, hoy sólo visible su arranque, y adosando un grueso pilar en el machón nororiental de la nave, construido del mismo material que el resto de la iglesia y que remata en un arco volado, estrechándose así notablemente el espacio interior del templo, tanto en la cabecera como en la nave. Durante el objeto de nuestro estudio hemos tenido ocasión de observar fotografías de un pasado no tan lejano en el que el templo conservaba prácticamente la totalidad de los muros careciendo tan sólo de la cubierta. La progresiva intervención del hombre arrancando lajas de pizarra de la iglesia para su uso particular hace que, actualmente el edificio se encuentre en un estado de ruina total próximo al derrumbe.