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Interior del segundo piso de la torre

Identificador
40172_01_027
Tipo
Formato
Fecha
Cobertura
41º 7' 50.28" , -3º 48' 40.55"
Idioma
Autor
Carlos Álvarez Marcos
Colaboradores
Sin información
Edificio Procedencia (Fuente)

 

País
España
Edificio (Relación)

Iglesia de San Juan

Localidad
Pedraza
Municipio
Pedraza
Provincia
Segovia
Comunidad
Castilla y León
País
España
Descripción
LA IGLESIA DE SAN JUAN, con su esbelta torre románica y su situación formando parte de uno de los laterales de la plaza mayor, constituye una de las imágenes más repetidas de la villa de Pedraza. En 1247 esta parroquia contribuía a las rentas de los canónigos de la catedral de Segovia con quince maravedíes menos tres sueldos y medio siendo la primera de las de Pedraza en este sentido, aunque en los siglos posteriores perdió importancia respecto a la de Santa María, al convertirse ésta última en la parroquia del castillo. En la actualidad la iglesia de San Juan es un edificio de tres naves, ábside semicircular, y torre adosada al norte, todo ello rodeado de numerosos añadidos que impiden ver los volúmenes originales del templo. En el lado septentrional, además de la citada torre, se ubica una pequeña estancia conocida como capilla de San José que, por otra parte, es utilizada como baptisterio albergando la pila bautismal románica; se añadió también la portada de acceso al templo rescatada de la arruinada iglesia de Santo Domingo cuando ésta se cerró al culto en el primer tercio del siglo XIX. En el lado meridional el templo presenta los aditamentos de la sacristía a la altura de la cabecera y la capilla del Carmen, que ocupa prácticamente la totalidad de la longitud de la nave. Finalmente, en la fachada occidental encontramos adosado un pequeño atrio cuyo muro está adornado con grandes bolas de piedra de recuerdo herreriano. Del pasado medieval del templo solamente han llegado hasta nuestros días el ábside semicircular muy modificado, la torre campanario y la pila bautismal. El ábside, construido muy probablemente con mampostería, permanece totalmente enfoscado y en su muro se han abierto tres grandes ventanales que nada tienen que ver con la tipología románica pero que, por su disposición, es posible que sustituyan a los vanos primitivos. Sostienen la cornisa una colección de canecillos, todos ellos muy sencillos de perfil de nacela, algunos muy deteriorados. La torre, como ya hemos dicho ubicada en el ángulo noreste del edificio y formada por un piso bajo, oculto al exterior por otras construcciones, y cuatro pisos, los dos inferiores de mampostería enfoscada y los dos superiores construidos con sillería. Exteriormente los dos primeros pisos de la torre son totalmente cerrados sin vanos, a excepción de una estrecha y alargada ventana de sillería abierta en la cara oriental del segundo piso, formada por un arco de medio punto con cimacios de cuarto bocel. En el lado norte bajo la torre con vistas a la plaza encontramos el llamado “Balcón Verde” que fue construido por Antonio Pérez de la Torre y Zúñiga, caballero de la orden de Santiago. Este balcón a pesar de estar adosado a la torre y a la iglesia no comunica directamente con ninguna de las dos y solamente se utilizaba para presenciar los festejos de la plaza. Los dos pisos superiores presentan un esquema muy parecido, construidos en sillería con las esquinas matadas por baquetones y con vanos abiertos en sus cuatro costados. El tercer piso tiene dos troneras abiertas en cada lado con forma de arco de medio punto y dos arquivoltas, la interior que apoya en columnas con capiteles muy sencillos con hojas vegetales lisas partidas algunos de ellos con bolas en las esquinas y la arquivolta externa es recibida por jambas prismáticas y decorada por una chambrana con perfil de nacela. Una línea de imposta con forma de cuarto bocel recorre los cuatro lados de este piso a la altura de los cimacios. En el último piso de la torre encontramos de nuevo dos troneras en cada uno de los lados constituidas por un arco de medio punto doblado con la rosca externa recogida por pequeñas columnas y capiteles con pequeñas hojas con las puntas dobladas. Al igual que en el piso inferior los cimacios se prolongan por los cuatro lados de la torre en una línea de imposta con perfil de nacela y listel. La cornisa que culmina todo el conjunto parece haber sido reconstruida quizás en el mismo momento en el que se lleva a cabo una fuerte reforma del templo, en el siglo XVII. El interior del templo se divide en tres naves separadas por pilares rectangulares cruciformes y cubiertas por bóvedas barrocas decoradas con yeserías. Según señala Timoteo de Antonio es posible que la iglesia tuviese un atrio de estilo románico adosado al norte que existió al menos hasta 1799 pero que desapareció en el siglo XIX cerrándose la pared con ladrillo y colocando en la fachada la portada de la iglesia de Santo Domingo como ya hemos señalado anteriormente. La cabecera de la iglesia conserva su forma románica con un ábside semicircular aunque también fue reformada quizás en el siglo XVII (existe una losa en el ábside con la inscripción “1629”). Tiene adosado por su lado norte la torre de la iglesia con un cuerpo inferior muy modificado actualmente por la abundante decoración de época barroca. También ubicada en el lado norte se encuentra una estancia que alberga la pila bautismal, que originalmente era una capilla privada de la familia Perex y que hoy se conoce como capilla de San José. La pila bautismal que aquí se encuentra es un magnífico ejemplar de 138 cm de diámetro, 109 cm de altura total con 46 cm de pie. La copa semiesférica está decorada con 32 gallones de dos tamaños diferentes intercalados. Sobre ellos una cenefa en la que se representa una cardina recorre toda la circunferencia y enredados entre ella se tallan dos parejas de aves, y unas figuras humanas, quizás niños, muy difíciles de reconocer. El pie que sostiene la copa también está decorado con hojas de palmera muy voluminosas cuyas puntas se unen formando una sucesión de pequeños arquitos; la parte inferior de este friso de hojas está tapada por una estrecha franja de cemento. Esta pila bautismal encuentra sus paralelismos con otras piezas existentes en otros templos de la provincia como por ejemplo en la cercana iglesia de Valle de San Pedro, en la parroquial de Caballar o en la iglesia de Santiago en Turégano. En el exterior de la iglesia, en el atrio ubicado en junto a la fachada de poniente se halla otra pila bautismal de traza románica, de 119 cm de diámetro, 87 cm de altura, con copa de forma troncocónica y embocadura abocelada. Algunos autores explican la presencia de esta pila en la iglesia de San Juan como procedente de la arruinada iglesia de Santo Domingo, trasladándose aquí durante el siglo XIX.