Identificador
39052_02_014n
Tipo
Formato
Fecha
Cobertura
43º 23' 18.95'' , -3º 57' 15.79''
Idioma
Autor
Esteban Sainz Vidal
Colaboradores
Sin información
Edificio Procedencia (Fuente)
País
España
Edificio (Relación)
Localidad
Barnecilla de Piélagos
Municipio
Piélagos
Provincia
Cantabria
Comunidad
Cantabria
País
España
Claves
Descripción
LA IGLESIA DE LA ASUNCIÓN de Barcenilla de Piélagos se sitúa, como el pueblo, en la cúspide de un altozano desde el que se contempla, al Oeste, el curso del río Pas, invisible casi tras la pantalla del arbolado que de su agua se beneficia. La unión del monumento y del cementerio que se le adosa, todo ello en estrecho espacio rodeado de fuertes muros, da al paraje un regusto casi de fortaleza -humilde y rústica fortaleza-, que añade a la iglesia una nota más de pervivencia medieval. La visión frontal del muro sur cierra el final del recorrido ascendente que hemos llevado a través de las torcidas calles de la aldea. Su puerta nos detiene, obligadamente, pues se presenta ante nosotros como una inesperada sorpresa. Es toda ella de sillería, resaltada del muro. En apariencia, claramente románica, con sus arquivoltas, cuatro, de la más extremada sencillez, limpias todas las dovelas de cualquier decoración y de medio punto perfecto, sin aparentes apuntamientos, como si quisiera prevenirnos para que no equivocáramos su antigüedad. Nos recuerda, por su sobriedad, a otras no muy lejanas: la de Santillana, Viveda, Pujayo, Silió, etc. Tan simple y sencilla se nos muestra que nadie la puso, como apoyo a sus arcaduras, ni cimacios ni capiteles, tan solo jambas de cinco sillares, unos sobre otros, desnudos, que sólo tienen como base a la tierra. Sus enjutas tampoco se adornan de escultura, están totalmente vacías de aditamentos. Pero se coronan en lo alto, con ese tejadillo tan románico que lleva cornisa resaltada -toda también de sillería bien trabajada con dos boceles superpuestos- y sostenida por siete canecillos de caveto con simples sugerencias de bolas o cabecitas. Ésta es la, en extremo funcional, puerta de La Asunción de Barcenilla de Piélagos. Su color es el clásico románico, dorado de soles y de tiempo. El muro meridional donde apoya fue en lo alto modificado posteriormente y se abrieron sobre ella dos ventanas rectangulares que no la pertenecen, y haciendo desaparecer la que, con seguridad, fue cornisa románica con sus modillones. El ábside actual es de planta cuadrada y su cornisa mantiene canes de nacela, lisos, no figurativos. No sabemos si este ábside puede corresponderse con la puerta. Más bien pensamos que no. Es posible que fuese modificado cuando la iglesia fue renovada. Remata el interés de esta iglesia de Barcenilla, valorando su puerta, una inscripción grabada en el primer sillar de la jamba exterior izquierda, que parece fue colocada posteriormente, como si se hubiese instalado recogiéndola en algún momento de cualquier restauración. Quizás estuvo en el mismo sitio primitivamente, pero nos extraña que el mortero haya ocultado, e incluso deteriorado, el borde superior, cortando el alto final de algunos signos. Lo que nos dice esta inscripción, que creemos debería ser analizada y descifrada, si fuese posible, por algún epigrafista reconocido, es lo siguiente: ERA MCCXXVI (o MCLXXVI) OVANDO / CONSE CRATA / XXIII K(alendas) FEBRVAR (ias) La lectura de la fecha del año es, por ahora, totalmente discutible, pues este primer renglón, que está no sólo afectado por el cemento, sino que la misma piedra ha perdido en esta parte algo de materia, hace casi imposible asegurar si pone ERA, totalmente, o sólo dos letras. La M de milésima es uncial formada por una O romboidal y un rabo vertical hacia abajo, y a su izquierda, tal como se suele ver en inscripciones del románico palentino a partir, sobre todo, de las últimas décadas del siglo XII. Concretamente, si nos vamos a buscar paralelos en el apéndice II de mi libro (GARCÍA GUINEA, 1997, 5ª edic. (1961), pp. 344-346) hallamos que este tipo de M se encuentra fechada en Lebanza (1185). Además las otras letras, la A, la N, con el vástago central inclinado de izquierda a derecha; la O romboidal; la R; la S, la E, son muy semejantes a las que aparecen en Lebanza. Si seguimos la grafía de los números yo me inclinaría a fechar la lápida en esos años o quizás algo antes, pero también la insistencia de las O romboidales nos llevaría a retrasarla. Otras razones, sobre todo la inseguridad en los números romanos de L ó C, por no poderse apreciar bien la terminación del signo, nos llevan a hacer suposiciones: ERA MCCXXVI (1226) o ERA MCLXXVI (1176), que nos darían los años 1188 o 1138. Podrían aún hacerse más suposiciones, por lo que la fecha segura de la grabación de la lápida es, para nosotros, imposible de determinar, lo que en cierta manera nos la hace casi inservible. Otra duda es el nombre de OVANDO que parece está muy claro en la segunda línea. Podría tratarse del nombre del abad u obispo que consagró a la iglesia, pero no encontramos este nombre en los índices de nuestros monasterios. Vega de la Torre nos señaló que pudiera leerse como QUANDO, pero en la primera letra no se aprecia ningún rasgo que pueda considerarla Q. La traducción podría ser: “Era ... Mil ...?, cuando fue consagrada (la iglesia), el 23 de las calendas de Febrero”. Me inclino, sin ninguna seguridad, desde luego a creerlas tanto la iglesia como la inscripción, de los últimos años del siglo XII, pero siguiendo la tradición del grupo de iglesias montañesas de la primera mitad del mismo siglo. ¿Pudo la inscripción, más vieja -como sucedió en Viveda- incrustarse en el muro de la nueva?