UBICADA A LAS AFUERAS DE LA LOCALIDAD, al norte de la misma, se encuentra la iglesia de San Miguel, aislada del caserío, en terreno donde arranca una fuerte pendiente, con espacio libre a su alrededor y cementerio adosado en el flanco norte. Su aspecto actual es fruto de variados añadidos y reformas que le han afectado en su totalidad, provocando que la lectura de la fábrica actual resulte compleja, ya que únicamente la parte inferior de su cabecera corresponde al edificio primigenio. Está construida en mampostería y su altura era menor de la que hoy se puede ver, como viene a señalar la cornisa de canecillos que se conserva; estas piezas, hoy descontextualizadas, tienen un perfil de doble media caña, dispuesta la superior de manera más saliente, lo que no deja de recordar estructuras amatacanadas. Se mantienen, a su vez, restos del esquinal exterior del lado meridional, que señala lo que al interior es la separación entre el tramo recto y el tramo curvo del presbiterio. Es aspecto a destacar de esta cabecera, su estructura completamente circular en la parte recrecida que le dota de cierta singularidad y exotismo. Nada más queda en el exterior de esta iglesia, oculto por los añadidos ya citados. En el interior, también muy reformado, permanecen su cabecera y la pila bautismal; se trata de una cabecera de tramo curvo semicircular y tramo recto, organizados por un arco fajón apuntado realizado en sillería. Todo el conjunto está recorrido por una imposta de perfil abiselado, realizada también en piedra, y se prolonga por el arco toral. Este, de menor apuntamiento que el fajón presenta una fábrica mixta de ladrillo y piedra, posiblemente debido a alguna reconstrucción. Formando un pseudo-crucero se organizan unos espacios a ambos lados de la única nave, en la parte más próxima al presbiterio, destinados a albergar la pila bautismal -el del Evangelio- y una pequeña capilla en el lado de la epístola, donde además se sitúa una hornacina -que contiene un Crucificado- que parece un arco cegado, con perfil de medio punto e imposta de bisel, cuya disposición indica que pudo pertenecer a un pórtico desaparecido. La pila bautismal tiene forma semiesférica que, a partir de una moldura de doble toro, parte que es la que aún hoy es visible, dispone toda una teoría de gallones de no demasiado bulto que recorren el vaso completamente hasta llegar a una moldura lisa situada en la embocadura, la cual aparece doblada en su cara vertical. Sus medidas exteriores son de 111 cm x 64 cm. La datación de esta iglesia resulta bastante compleja, situando los restos que nos han llegado no antes de finales del siglo XIII.