Identificador
              19257_19_017n
          Tipo
          
      Formato
              
          Fecha
              Cobertura
              41º 5' 25.38'' , -2º 41' 24.94''
          Idioma
              
          Autor
          Ana Belén Fernández Martínez,Ezequiel Jimeno Martínez
              Colaboradores
          Sin información
              Edificio Procedencia (Fuente)
              País
              España
          Edificio (Relación)
              Localidad
              Palazuelos
          Municipio
              Sigüenza
          Provincia
          Guadalajara
              Comunidad
              Castilla-La Mancha
          País
              España
          Claves
          Descripción
              LA IGLESIA se encuentra en la parte occidental del  núcleo, en la plaza de la fuente, cercana a una de las  puertas de acceso al recinto amurallado, la llamada  puerta de la Villa. Su construcción original se fecha hacia  el siglo XIII; es, por tanto, de reminiscencias románicas  aunque de ello pocas son las pruebas que nos ha dejado el  devenir del templo románico, pues las diversas reformas,  tanto del siglo XVI como del XVII, modificaron su planta  primitiva. La traza original se aprecia bien, tanto por sus  dimensiones como por su tipología, siguiendo el modelo  del señorío episcopal seguntino que marcaba las pautas de  realización de estos pequeños y austeros templos al inicio  de la repoblación de la Marca Media en la sierra norte  alcarreña. Es decir, iglesias de una sola nave orientada  hacia el Este, con espadaña a los pies, ábside semicircular  sustituido por una cabecera plana, y con un sencillo pórtico  sin excesiva decoración, al mediodía.  Es en la panda sur donde se encuentra el pórtico, elemento  diferenciador del templo que nos permite datarlo  en época románica. Se trata de una portada cobijada bajo  un sencillo tejaroz que la resguarda de las inclemencias del  tiempo. De un vano semicircular de medio punto, con tres  arquivoltas en degradación, también de medio punto. Es  una traza muy simple sin apenas decoración, similar a otras  como Carabias y Pozancos. Las arquivoltas son de arista  redondeada, excepto la interior, que es lisa y dovelada. La  exterior encuadra el resto con una moldura plana que la  recoge hacia la cornisa. Las arquivoltas descansan sobre  una jamba lisa, en el interior, y en columnas, las exteriores,  aunque están desaparecidas, pero se supone que debieron  de tener capiteles de decoración foliácea, como los encontrados  en las iglesias cercanas ya citadas. Se aprecia al exterior, en el muro sur, los aspillerados  vanos cegados y el cambio de fábrica en la parte inferior,  con sillares, respecto a la superior, construida con mampostería,  lo que nos indica el cambio de estilos desde la  época primitiva a la última modificación en el siglo XVII. La  altura actual no se corresponde por tanto, con la original,  que era de dimensiones más reducidas. Remata la altura  actual una cornisa, que recorre tanto la nave como la cabecera,  de canecillos lisos de igual factura, de la época de la  ampliación, ya que no se han encontrado restos de canecillos  reutilizados de la época románica. Tan sólo quedan  evidencias de la cornisa y canecillos primitivos en los laterales  del muro de la espadaña, lo que nos permite aclarar  que esa altura fue la original de la nave y desde donde se  realizó la elevación.  La espadaña, situada a los pies, también fue modificada  y elevada junto con la nave. Consta de dos cuerpos, el  inferior de mampostería con refuerzo de sillar en las esquinas, y el superior de sillar, con dos huecos de medio punto  para las campanas. Corona la estructura actual un pequeño  cuerpo añadido para campanil. Será a partir del siglo XVI cuando el templo sufra las  primeras modificaciones que van a tener lugar, como ocurre  en Guijosa o en Pozancos, cuya similitud es patente.  Parece ser que el cardenal Carvajal, obispo de Sigüenza a  finales del siglo XV, y su visitador, Ignacio de Collantes,  impulsaron la renovación de las anticuadas iglesias del  obispado repartidas por un amplio territorio en torno a la  ciudad mitrada. Según Arroyo, el mandato del citado visitador  pudo tomarse en cuenta en la iglesia de Palazuelos a  la hora de modificar su planta: Lo segundo, que se faga un gentil arco bien alto e abierto entre el  coro e cuerpo de la yglesia de gentil piedra labrada para que se vea todo  el coro; e que los altares menores se encaxen en el grueso de las paredes  de los lados fuera de dicho arco en sendos arquillos de gentil fechura.  Al interior, la iglesia es de una sola nave, reformada en  los primeros años del siglo XVI, y presenta una cubierta de  artesonado de madera. Los paramentos interiores aparecen  lisos y sólo salpicados por algún retablo barroco encastrado  en el grosor de los muros norte y sur. El paso de la nave  a la cabecera se resuelve mediante un arco triunfal de  medio punto muy amplio, de época de la ampliación y del  gusto renacentista, según directrices del episcopado; como  recoge la anterior cita: que se faga un gentil arco bien alto e abierto  entre el coro e cuerpo de la iglesia. El arco descansa sobre gruesas  pilastras a las que se le adosan columnas con capitel  decorado con bolas de gusto renacentista, como aparece  en los altares de los muros laterales. La cabecera, de planta cuadrada, se cubre con artesonado  de madera que se instala para acoger en el altar  mayor un retablo de la época barroca cuando tiene lugar la  segunda ampliación. Según Arroyo, el retablo debió de  colocarse hacia el año 1717, por lo tanto para esa fecha ya  debía de haberse elevado el cuerpo de la cabecera a mayor  altura para albergarlo. De grandes proporciones, destaca  por sus imponentes columnas salomónicas que dividen el  retablo en tres calles, situando las tablas en los laterales y  las tallas escultóricas en el centro. La más importante es la  de San Miguel.  A los pies de la iglesia se localiza el coro alto, sin  mayor importancia que la de albergar en la parte inferior  la pila bautismal, que tiene características acordes con la  primera época de la ampliación, con fuste cuadrado y alto  que recoge una copa de pequeñas dimensiones decorada  con bandas horizontales de gusto renacentista.
           
        
    